La cuarentena sorprendió a Sebastián Estevanez en su casa, como a muchos famosos pero también con un sorpresivo accidente doméstico. En agosto pasado, le explotó un bidón de alcohol en su cara, cuello y mano.

“Me estoy quemando vivo”, fue la contundente frase que el actor le dijo a su hermana, Sol, cuando le preguntó cómo se sentía. Todo ocurrió de manera imprevista, cuando intentaba encender un fuego en su casa.

Fiel a su estilo, Sebastián tiene como prioridad el bienestar de su mujer (Ivana Saccani) y el de sus tres hijos (Francesca, Benicio y Valentino). En una charla con el periodista Nicolás Coppa para Clarín, aclaró: “Solo agradecí que mi familia no estaba cerca”.

Además, detalló cuál fue la primera reacción de su hijo menor, cuando lo vio con el rostro y la mano quemada: “Mis hijos le pusieron mucha buena onda, es que somos muy unidos. Valentino, de 5 años, el más chiquito, la primera semana ni se me acercaba porque yo era un monstruo. Parecía que tenía una careta”.

Luego agregó: “En un momento me ponía parches de colágeno que me los cambiaba cada dos o tres días, era como una máscara. A cualquiera le daba impresión verme… El pibe del delivery me preguntaba qué me había pasado, por eso no quise subir ninguna foto, porque era muy fuerte”.

Recordemos, que el accidente tuvo lugar cuando intentaba prender una gran fogata, pero con leña que estaba húmeda. Como consecuencia, buscó una alternativa que le facilitara generar el fuego. “Como no agarraba, me mandé la cagada de usar alcohol…”, reconoció el marido de Ivana Saccani.

A casi tres meses del accidente, el protagonista de “Camino al amor” y “Dulce amor” continúa en recuperación. Su hermana Sol, contó en Intrusos que “por suerte está sin analgésicos y haciendo curaciones constantemente”.

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