El expresidente francés Nicolas Sarkozy fue condenado este lunes a 3 años de cárcel por corrupción y tráfico de influencias.

Un tribunal del país europeo dictaminó que hubo un “pacto de corrupción” entre el mandatario, su abogado Thierry Herzog y el ex magistrado Gilbert Azibert, que fueron condenados a la misma pena.

Sarkozy se convierte así el segundo ex presidente de Francia en ser condenado por corrupción. El primero fue Jacques Chirac, condenado en el año 2011 por desvío ilegal de fondos

Sarkozy, quien fue presidente desde 2007 a 2012, negó las acusaciones y se declaró víctima de una caza de brujas por parte de fiscales financieros que, según él, usaron medios excesivos para investigar en sus asuntos.

Los fiscales persuadieron a los jueces de que Sarkozy había ofrecido asegurar un trabajo de alto perfil en Mónaco para el juez Gilbert Azibert a cambio de información confidencial sobre una investigación alrededor de pagos ilegales recibidos de la heredera de L’Oreal, Liliane Bettencourt, para su campaña presidencial de 2007.

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