A contra partida de lo sucedido en la noche inaugural, la segunda luna Salamanquera trajo el paisaje de años atrás. Una multitud llegó de horas tempranas al  estadio Sarmiento para la propuesta de la noche, Rusherking, el trapero santiagueño pisaba por primera vez el «Jacinto Piedra», y a sus sonidos electrónicos se sumaba los clásicos de la cumbia de Karina.

Nuevamente una larga noche que comenzó a las 20 horas, una grilla cambiante, cómo constante, le dio participación a la danza. Desde los ballet al elegido en el rubro danza en el certamen Pre Cosquín pasaron en el escenario. 

Con el tiempo que acompañó en la temperatura, Cuti y Roberto fueron de los primeros atractivos. Más de 40 años de música hicieron un repaso por los temas consagrados de ovación. Tras ellos antes de la televisación de la TV Pública, subieron solamente por dos temas una seguidilla de artistas locales.

La tucumana Sofía Asís, elegida en el Pre Cosquín 2022, fue la voz distinta que trajo aires nuevos con sus canciones.  Un parate luego para acomodar el escenario, con el Ballet Ciudad de La banda y coreografías latinoamericanas; predisponia al público con los siempre necesarios en la Salamanca, Los Tekis. 

Con un show más electrónico, con pistas grabadas y voces perfectas que asemejaba un disco, los oriuenfo de Jujuy hicieron fiesta. Anticipo de carnaval, tal como lo hiciera Galleguillo la noche anterior, la alegría comenzaba a sentirse al ritmo de carnavales «actuales», cómo lo dijo Juanjo el percusionista, «que es la música que se viene y no se pierde la esencia del folclore».

Sin caer el clima carnavalero, llego Karina y una ovación se hizo presente. Simplemente la gente dejo asentado quien era la preferida de la noche. Coros al unísono con la cantante hicieron una gran pista bailable. A pesar de estar atravesando uns situación de salud emocional, que la misma cantante lo reconoció, el show contagio una energía muy elevado.

Los badeños pidieron pista y así fue que Nestor Garnica y Rusherking aparecieron en escena. Con «Criollo» por un lado, con guitarra, bombo y violín; y por otros los sonidos electrónicos y a velocidad luz en la dicción de Tobías, el joven que hace cinco años vivía en el barrio San Fernando. 

Con mucho público aún, faltaban más de 15 artistas después de las 4 am. Alejandro Veliz fue la antesala del «resto» de la grilla. A contra reloj e intervenciones de los locutores para poner orden y que cumplir el horario, comenzó la carrera de todos ellos, que con solo dos canciones anotaban en su currículum el paso por la edición 2023.

El sol salia y el sonido seguía sonando desde el nuevo equipo contratado. Oriundos de Cosquín, que justamente le ponen la técnica al festival mayor, son los nuevos responsables de darle asistencia al escenario. Hasta las 7 am, y un poquito más, Maki Rojas le dio fin a la segunda noche. Épica por el acompañamiento del público, con los sobresaltos de siempre y ese puntapié a pregonar la ensalada de ritmos más allá del folclore nata. Cumbia, trap y Chacareras dijeron adiós esperando a la tercera luna de fuego Salamanquero. 

 

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