Una trágica serie de terremotos -dos de manera consecutiva- sacudieron varias zonas al sureste de Turquía y la zona vecina de Siria. En ambas naciones se ha decretado una emergencia humanitaria, mientras la cifra de muertos, heridos de gravedad y personas desaparecidas sigue en aumento.

El fenómeno, de 7,8 grados de intensidad, golpeó de manera muy particular con epicentro en el sureste de Turquía y en zonas cercanas de países vecinos. Hasta el momento perdieron la vida al menos 1.400 personas y ha dejado 2.232 heridos entre los dos países.

El sismo, que se produjo en la oscuridad de una mañana de invierno, se sintió también en Chipre y Líbano.

El balance provisional, ofrecido inicialmente por el vicepresidente turco Fuat Oktay, muestra que hay al menos 1.710 edificios derrumbados en diez provincias del sureste de Anatolia, con las de Gaziantep y Kahramanmaras como las más gravemente afectadas. En Gaziantep, centro económico industrial del sur de Anatolia, hubo al menos 80 muertos, y en la vecina Kahramanmaras, donde se derrumbaron 300 edificios, se registran de momento 70, precisó Oktay en rueda de prensa.

También hubo 47 muertos en Malatya, 20 en Osmaniye, 18 en Sanliurfa, 14 en Diyarbakir, 13 en Adiyaman, 10 en Adana, ocho en Kilis y cuatro en Hatay, acorde a los datos del vicepresidente. En la ciudad de Alejandreta, en la provincia de Hatay, se ha derrumbado parte de un hospital, agregó. Los aeropuertos de Gaziantep, Kahramanmaras y Hatay se han cerrado de momento, con los dos primeros ya afectados por las nevadas provocadas por una ola de frío que en los últimos días se extiende por el sur de Anatolia.

 

Comparte esta noticia