Al menos ocho de Boca quedaron acusados por los graves incidentes ocurridos anoche en Brasil, cuando el plantel protagonizó una pelea con la policía local y dirigentes del Atlético Mineiro tras la eliminación en la Copa Libertadores, tras una polémica decisión del árbitro que anuló un gol a instancias del VAR.

Ocho integrantes del plantel de Boca debieron declarar por los incidentes: Gayoso (entrenador de arqueros), Somoza (ayudante de Russo ), Cascini. Rojo, Izquierdoz, Villa, Zambrano y Javi García. El resto del plantel los acompañó a la comisaría.

El delito por el que se los acusa es el de «crímenes contra el patrimonio», según explicó la Policía Militar a Russo, cuando impidió que partiera el micro que los iba a llevar desde el estadio «Mineirao» hasta el aeropuerto.

El principal foco del conflicto fue el de Raúl Cascini, miembro del Consejo de Fútbol liderado por el vicepresidente Juan Román Riquelme, con un miembro de seguridad privada, que luego escaló hasta el resto de la delegación y los propios jugadores.

Según las primeras informaciones e imágenes de video que trascendieron, Cascini intentó ir a buscar a un integrantes de Atlético Mineiro, pero los miembros de seguridad privada quisieron impedirlo.

Sin embargo, con el apoyo de los jugadores, consiguieron pararse frente a la puerta del vestuario del «Galo», donde el propio presidente local les revoleó algunas botellas de agua para intentar que depongan su actitud.

Se prevé que los jugadores regresen finalmente esta tarde y Boca pagaría una multa de 9.000 reales.

La Embajada Argentina en Brasil informó hoy que apenas iniciados los incidentes en el estadio de Atlético Mineiro, al finalizar el partido de fútbol entre ese equipo y Boca Juniors, el embajador Daniel Scioli solicitó al cónsul argentino en Belo Horizonte, Santiago Muñoz, que se pusiera «a disposición» de la delegación deportiva argentina, para «colaborar con asistencia legal y consular», y consignó que los integrantes del equipo regresarán a la Argentina esta tarde.

«Apenas comenzaron los incidentes que se desarrollaron en el estadio de Atlético Mineiro luego del partido con Boca Juniors, el embajador Daniel Scioli solicitó al cónsul argentino en Belo Horizonte, Santiago Muñoz, que se pusiera a disposición de la delegación de Boca para colaborar con asistencia legal y consular», señaló un comunicado de la embajada argentina que publicó su titular, Daniel Scioli, a través de su cuenta en la red social Twitter.

«El cónsul Muñoz arribó al estadio poco después de terminado el partido, mientras que la embajada estaba en contacto con la dirigencia de Boca Juniors.

Se realizó la asistencia y acompañamiento consular a la comitiva del club, luego del encuentro, ante una Delegación policial», continuó el comunicado.

En tanto, indicó, «se espera que todos los integrantes del equipo retornen al país en horas de la tarde».

Serios Incidentes se registraron anoche en la zona de vestuarios del estadio Mineirao, de Belo Horizonte, entre la policía local, que lanzó gases lacrimógenos, y los jugadores de Boca Juniors, luego de finalizado el partido en que el conjunto de la Ribera quedó eliminado de la Copa Libertadores por penales (3-1) por el conjunto brasileño, en un cotejo en el que nuevamente como en la ida el equipo argentino fue perjudicado por el VAR.

A través de las cadenas televisivas y en las redes sociales se pudo ver cómo varios integrantes del plantel lanzaban objetos contra la policía en respuesta a la agresión y cómo algunos jugadores exhibían los efectos de los gases.

«Los incidentes se iniciaron porque un delegado de Conmebol denunció una agresión y después se debieron utilizar los gases lacrimógenos para disuadir la situación», justificó lo sucedido el miembro de las fuerzas de seguridad locales, Santiago Mayor.

Ese comienzo de los disturbios se produjo cuando los futbolistas fueron a los pasillos del vestuario a reclamarle al árbitro uruguayo, Esteban Ostojich, quien a instancias del VAR anuló un gol legítimo de Marcelo Weingandt a los 17 minutos del segundo tiempo, y luego la policía empezó a lanzar gases hacia la zona del ingreso del vestuario visitante.

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