Es una escena que se ha vuelto demasiado familiar en la sociedad moderna: un grupo de personas reunidas, pero cada una aparentemente más interesada en el mundo digital de sus teléfonos que en el mundo físico que les rodea. Todos con la cabeza inclinada en sus móviles, sin enterarse de lo que está sucediendo a su alrededor y hablando con otras personas que no están allí. Todavía es peor cuando no hay un grupo de gente, sino que estás en una cita: es la prueba más clara de que te están ignorando en tu cara.

Este mal hábito tan instaurado actualmente se conoce como phubbing, que es la contracción de phone y snubbing. Por lo tanto, se puede traducir como el acto de despreciar a alguien en un entorno social mirando el teléfono constantemente en lugar de estar pendiente de esa persona.

Son gestos muy comunes que muchas veces se hacen de forma inconsciente e inocente. Echar un vistazo a la pantalla, contestar un mensaje, un vistazo rápido a las redes sociales, ponerse a jugar a un juego o entablar conversación con otra persona, que vendría a ser el caso más desvergonzado de phubbing. Y todo esto que con alguien delante que, por el mero hecho de estar a unos pocos centímetros, merece que se le preste atención.

A nadie le gusta sentirse ignorado
Parece algo muy tonto, pero no es así: esta práctica puede tener consecuencias en las relaciones personales y profesionales. Así lo demostró el estudio The Psychology of Phubbing, hecho por Yeslam Al-Saggaf. El autor llegó a la conclusión que el phubbing se comete habitualmente en las personas más cercanas como parejas, padres, hermanos, hijos o amigos. Por supuesto, los más jóvenes, nacidos entre móviles, son el grupo poblacional más proclive a ignorar a alguien en favor de su móvil.

El phubbing puede afectar a las relaciones de diversas maneras. Uno de los impactos más notables es que puede hacer que la persona a la que se está haciendo phubbing se sienta ignorada, poco importante o menospreciada. Cuando alguien está constantemente mirando el teléfono mientras pasa tiempo con otra persona, envía el mensaje de que la otra parte no es tan importante como lo que está ocurriendo en la pantalla – aunque quizás no sea así en realidad -. Esto puede crear sentimientos de dolor, frustración y desilusión en la persona que está siendo víctima del phubbing.

Con el tiempo, el phubbing también puede erosionar la confianza y la intensidad de una relación amorosa. Cuando alguien siente que su pareja no está plenamente presente en el momento, puede sentirse menos dispuesto a compartir con ella sus pensamientos, sentimientos o experiencias. Esto puede crear una sensación de distancia emocional y provocar sentimientos de soledad o desconexión.

Por lo tanto, si se dilata en el tiempo, hay riesgo real de ruptura, ya que esta forma de ignorar puede ser fuente de conflictos en las relaciones al herir sentimientos. Cuando una persona está constantemente al teléfono, la otra puede sentirse desatendida o frustrada. Además, cuando se está mirando el móvil constantemente, se pierde tiempo de calidad. En este sentido, también va erosionando la relación.

Para que el uso excesivo del móvil no tenga ningún impacto negativo en ninguna relación, conviene tomar conciencia del tiempo que se pasa pegado al móvil y hacer un esfuerzo intencionado por estar totalmente presente con las personas de tu vida. Si das prioridad a tus relaciones sobre el teléfono, podrás establecer vínculos más sólidos y gratificantes con las personas que te importan./Mundodeportivo

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