Los habitantes de Punta Indio, ciudad ubicada a 113 kilómetros de La Plata, la capital bonaerense, destacaron formar parte del primer distrito del país que logró tener a la totalidad de su población vacunada contra la Covid-19, aunque reconocieron que la pandemia no pasó y coincidieron en que hay seguir con los cuidados.

La mañana de niebla se abría paso en la Plaza Central San Martín y sus vecinos iban y venían con barbijos y cuidados, como desde hace un año y medio cuando el coronavirus se impuso en ese lugar y en el resto del mundo.

Pero desde hace unos días, en Punta Indio gozan del «estatus» de ciudadanos protegidos al haber alcanzado ese distrito el 100 por ciento de la vacunación de la población mayor de 18 años.

«Es muy importante tener a todo el distrito vacunado pero hay que seguir cuidándose. Rescato que se hizo todo lo posible para protegernos. El resto es una responsabilidad individual y colectiva de la sociedad», dijo a Télam Diego Roblin (55), fotógrafo de la Base Naval de Punta Indio, minutos después de recibir su segunda dosis en el Hospital Guillermo J. Hernández.

Diego celebró que toda su familia, su pareja y sus dos hijas, de 30 y 22 años, estén inmunizadas y asumió que «nunca tuvieron miedo a la vacunación». «Creemos en esto. Es la única manera hoy de podernos cuidar, de tener una salida», explicó. Y agregó que haber tenido «la suerte de estar en un lugar donde en algún momento pudimos agarrar una bicicleta y salir a un camino rural sin cruzarnos».

Para el fotógrafo, «hay esperanza», aunque el objetivo tendrá sentido «si entre todos tenemos un poco de responsabilidad».

Diego acababa de salir del único centro vacunatorio de la ciudad.

Allí, entre sillas de plástico distanciadas, y un gazebo que oficia de consultorio a puerta abierta, unas diez personas esperaban su turno.

«La gente viene encantada; laburando bien pudimos llegar al objetivo que es vacunar a todos. Esto da tranquilidad aunque sabemos que nada volverá a ser como antes», dijo Zacarías Márquez, uno de los integrantes de la parte logística de la posta de vacunación.

Zacarías tiene 22 años y dijo estar contento de poder ayudar.

«Le metemos mucho laburo y buena onda», se entusiasmó ante Télam tras mencionar que hasta ha recibido comida o perfumes de parte de algún puntaindiense a cambio de la atención.

«La única salida a esto es vacunarse y el trabajo de llamar a las personas fue fundamental. Hubo mucho boca en boca para llegar a la mayor cantidad de gente posible», añadió luego de entregar el carnet de vacunación a Walter Verá, otro joven de 27 años que acababa de recibir la segunda dosis y que agitaba entusiasmado su papel con esquema completo.

«Ojalá que todo esto pase, que podamos volver a la normalidad, pero sabemos que hay que cuidarse, aún con la segunda dosis siempre seguir cuidándose para mantener esta inmunidad de la ciudad», sostuvo.

Delante de él, espera en la primera hilera de sillas Telma Soler, una psicóloga de 43 años, que tomaba un café y volvía a ponerse el barbijo.

Antes de ser convocada, relató a esta agencia que su hijo de 19 ya recibió la primera dosis.

«Si estamos todos vacunados todo puede mejorarse el día a día pero hay que seguir cuidándose, la vacuna es fundamental es lo que permite que los negocios estén abiertos y se continúe con las actividades», agregó.

Sobre ese punto se refirió Rubén Erman, un taxista de 60 años, quien también celebró su segunda inoculación.

«Siempre estuve predispuesto con la vacuna. Creo que el que estemos todos vacunados es lo que hará que día a día estemos mejor», sostuvo.

Para Rubén, el logro es mérito de los gobiernos nacional y bonaerense, pero también -dijo- «de la gente que colabora y se acerca a vacunar».

«Todo esto me da esperanza. Esta es la única forma de salir adelante de la pandemia», enfatizó.

Para el jefe comunal, Hernán Y Zurieta, ser una ciudad protegida se traduce en un gran paso porque, explicó, «el objetivo es torcerle el brazo a la pandemia para recuperar puestos de trabajo».

Por eso, agregó, «la inmunidad que vamos logrando es una base para resolver los problemas que recibimos cuando asumimos el gobierno».

«Uno siente que protegió una comunidad -subrayó-. Es un pueblo protegido pero tenemos que ir hacia un país protegido. Las vacunas que no usaremos, irán para otros distritos en donde falten, las camas que ocupábamos en el AMBA las liberamos y estoy orgulloso de ser intendente de Punta Indio por este logro, pero también por el Frente de Todos que puso al Estado donde tenía que estar».

Así lo creyó Cándida «Candy» Ramona Ibarra, de 70 años, quien, tras realizar sus mandados, hizo una pausa para comentar la novedad de pertenecer a una «ciudad protegida».

«Yo le agradezco al intendente porque se preocupó para que todos estemos cuidados. La gente también tiene que tomar conciencia de que no porque estemos vacunados estamos salvados, tenemos una protección pero la pandemia está, hay que seguir cuidándose», señaló.

En esa línea, aseguró: «En la ciudad todos estamos más tranquilos pero debemos cuidarnos. Siento mucha alegría por la situación de que mis hijos amigos y yo estemos vacunados», completó.

Punta Indio tuvo unos 795 casos desde que empezó la pandemia y llegó a su pico en junio pasado cuando trepó a 170 casos en simultáneo. Los datos que precisó la Comuna indican que ahora, se logró bajar a 22 casos y de los 13 mil habitantes, ya se aplicaron 10.200 dosis.

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