Pero a partir de 1979 se le hizo muy difícil volver a trabajar en los medios, cuando fue desvinculado al elenco estable, luego de una reunión muy difícil con el dueño de Televisa. 

Según contó el actor, creció un clima muy tenso con Roberto Gómez Bolaños luego de una gira por Chile: “A mí me sacaron del programa porque Quico le ganó en popularidad al Chavo. Mi personaje llamaba mucho la atención. Por celos profesionales de Bolaños me retiraron del elenco”, explicó el artista.

Carlos explicó qué pasó en la reunión con Azcárraga: “Después de eso tuve una reunión con Emilio Azcárraga, el dueño de Televisa. Él me ofreció hacer un ciclo nuevo, pero con la supervisión de Chespirito. En ese momento, algo no me cerró. Sentí que lo que Bolaños quería hacer era acabar con Quico”.

Ese acuerdo nunca llegó, según sus palabras: “¿Querés aceptar? ¿Sí o no?”, dice que fue lo que le preguntó, sin demasiados preámbulos. “Le respondí que había diferencias con Chespirito“, precisó Villagrán. “Repitió: ‘¿sí o no?’. Le dije que no y me fui de ahí. Descubrí lo que era el amor propio. Ese fue un acto de amor propio”, recordó.

Desde ese momento su carrera profesional se vio afectada: “Azcárraga envió mensajes a todas las cadenas del mundo a las que llegaban telenovelas de su señal. Los amenazó con dejar de enviar esas ficciones. Y me quedé sin trabajo. Estuve vetado 20 años“, afirmó.

Pero tuvo su segunda oportunidad: “En solidaridad conmigo, años más tarde, Ramón Valdés dejó El Chavo. Él era un gran amigo. Juntos hicimos un programa en Caracas, que se llamó Federrico. Y luego me convocaron para hacer ¡Ah, qué Kiko!, también en ese país. Estuve ocho años en Venezuela y en otros países haciendo giras”, cerró el actor.