Con varias bajas por sanciones y lesiones, Racing recibió a River Plate de Uruguay en el Cilindro de Avellaneda con la misión de sellar sus boletos hacia los octavos de final de la Copa Sudamericana. Sin tomar riesgos innecesarios, el conjunto de Fernando Gago comenzó el duelo con el deseo de imponer el sello que lo caracteriza, pero con la cautela para evitar la sorpresa. Un plan que no resultó.

La presencia de Edwin Cardona por la banda izquierda y Tomás Chancalay por la derecha representaban los argumentos más sólidos del dueño de casa para abrir el marcador, aunque la más clara la gestó el Lolo Miranda luego de recuperar en su campo y enviar una punzante pelota para la escapada de Javier Correa. El ex Colón quedó mano a mano frente a Fabrizio Correa, abrió el pie y resolvió con un remate desviado. Sólo por la mala definición del reemplazante de Enzo Copetti el choque se mantenía igualado.

Otro cabezazo defectuoso de Correa que se fue por encima del travesaño y una veloz diagonal de Carlos Alcaraz que encontró Cardona fueron otras acciones que merecieron concluir en la red del arco uruguayo. Tanto la carente efectividad del delantero, como la mala fortuna de Charly, mantuvieron con vida al elenco conducido por Gustavo Díaz.

En media hora Racing ya había demostrado que era superior. Las triangulaciones ofensivas que incluían la técnica del volante colombiano, las proyecciones de Eugenio Mena y la velocidad de Jonathan Gómez continuaban desarticulando a la última línea charrúa. Otra opción llegó después de un precioso caño del Chueco que dejó al ex Argentinos frente al arquero, pero Fabrizio Correa volvió a intervenir para mantener el cero.

Antes de la llegada del descanso Javier Correa volvió a desperdiciar otras dos ocasiones que hubieran llevado tranquilidad al Presidente Perón. La primera fue después de un gran envío de Alcaraz que dilapidó por el segundo palo; y la segunda con otro remate que pegó contra la cara externa de la red. El empate tenía una justificación en la pésima noche del cordobés.

En el complemento el delantero se cambió los botines, pero su actuación siguió bajo una reprobación basada en la cantidad de situaciones desperdiciadas. Incluso el panorama pudo ser mucho más oscuro para Racing si Matías Ocampo no hubiera dilapidado un contragolpe perfecto que murió en los guantes de Matías Tagliamonte. El avance del volante que sustituyó a Pablo López fue una advertencia para los de Fernando Gago. Un riesgo similar al que llevó Thiago Borbas con un violento disparo al primer poste que el arquero supo dominar.

Las alarmas no generaron la reacción necesaria en los hombres de Racing y Horacio Salaberry silenció al Cilindro cuando festejó el inexplicable 1 a 0 del combinado charrúa. La única variable positiva que llegaba a Avellaneda era el gol de Cuiaba en Perú ante Melgar, ya que el triunfo incaico dejaba a la Academia afuera de la competencia.

Sin embargo, en Arequipa Melgar hizo el trabajo de sellar su victoria y concretó la sorpresa continental. En el día que le renovaron el contrato a Fernando Gago hasta diciembre de 2023, Racing se quedó afuera de uno de sus principales objetivos de la temporada. La subestimación fue un precio muy elevado. Y las carencias ofensivas en el ataque marcaron la noche negra en el Cilindro. Tal vez con un 9 de jerarquía el resultado hubiera sido otro.

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