Jacinda Ardern ha presentado su renuncia como primera ministra de Nueva Zelanda. «Ya no tengo energía», admitió.

Ardern fue electa en 2017, y durante su primer mandato, enfrentó el peor ataque terrorista en la historia de su país, una mortal erupción volcánica y la pandemia del Covid-19.

Erigida como un ícono mundial de las políticas progresistas, fue reelecta por amplio margen en 2020. Pero su popularidad fue cayendo ante la creciente desconfianza hacia el Gobierno, el deterioro económico y el repunte de la oposición conservadora. El estrés quedó al descubierto durante los últimos meses, cuando Ardern llamó «estúpido arrogante» a un dirigente opositor.

 

«Estos han sido los cinco años y medio más gratificantes de mi vida, pero también ha habido desafíos», indicó este jueves Ardern. Sin embargo, prosiguió, «ya no tengo la energía para hacerle justicia». «Es así de simple», añadió.

«Este verano esperaba encontrar la manera de prepararme no solo para otro año, sino para otro mandato, porque eso es lo que requiere este año. No he podido hacerlo», dijo Ardern en conferencia de prensa. «Sé que tras esta decisión se debatirá mucho sobre cuál ha sido la llamada ‘verdadera’ razón… Lo único interesante que encontrarán es que, tras seis años de grandes desafíos, soy humana», continuó.

«Los políticos somos humanos. Damos todo lo que podemos, durante todo el tiempo que podemos, y luego llega el momento. Y para mí, es el momento», reiteró.

Ahora, el Partido Laborista neozelandés debe elegir el próximo domingo a un nuevo líder. Y quien resulte electo, será primer ministro hasta las elecciones generales, previstas para el 14 de octubre de este año.

El viceprimer ministro, Gran Robertson, quien también es ministro de Economía, dijo que no se presentará para suceder a Ardern.

Así las cosas, surgen como posibles sucesores el ex ministro de Covid y actual ministro de Educación y de Policía, Chris Hipkins, y la actual ministra de Justicia, Kiri Allen. 

Cualquiera que resulte electo tendrá por delante un contexto complejo, con un apoyo a los laboristas a la baja y la previsión de que el país entre en recesión el próximo trimestre./FiloNews

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