Entonado tras su pasaje a los cuartos de final de la Copa Libertadores (tras eliminar a Argentinos Juniors) River Plate consiguió su primer triunfo en la Copa de la Liga Profesional: goleó 4-0 a Unión de Santa Fe en el Monumental, gracias a los goles de Braian Romero, Matías Suárez, Nicolás de la Cruz y Paulo Díaz. El Tatengue exhibió buenas intenciones, y hasta consiguió provocar peligro ocasional, pero resultó arrollado por un equipo de Gallardo en estado de gracia.

El Millonario apostó a afianzar el elenco que jugó frente a Argentinos Juniors y apostó una vez más a presionar alto, mediante una disposición más equilibrada, desde un 4-4-2 que libera a Enzo Pérez. El Tatengue esperó en mitad de campo, cediéndoles el traslado a los zagueros locales, pero a partir de la línea central, trabajó para bloquear los pases filtrados y acortar los tiempos de la imaginación de los creativos millonarios.

Pero a los 12 minutos, la Banda aceleró y golpeó: Zuculini alargó el balón para De la Cruz, quien cruzó para el ingreso de Romero, pero el ex Defensa no llegó a conectar. Del otro lado surgió Suárez, quien no perdió el tiempo y volvió a buscar al ariete, que retrocedió y facturó. El detalle: estaba levemente adelantado.

Unión inquietó en algunas apariciones de Zenón (como el remate a los 2′ que tenía destino de arco y se desvió) o en las pelotas quietas.

Con Angileri apareciendo por sorpresa por izquierda y haciendo ancho el campo, River retuvo el control de las acciones y merodeó la segunda conquista. A los 32′ un centro del mendocino llegó a la cabeza de Zuculini, quien hizo temblar el travesaño. Y a los 33, Matías Suárez dibujó una comba excelsa para convertir el 2-0.

En la segunda parte, con la tranquilidad del resultado, River continuó inspirado. Y se dedicó a elaborar jugadas de alta factura en pos de inflar el score. A los 15 minutos, el 3-0 fue un canto a la paciencia, el buen trato del balón y la movilidad. Terminó con trazos brillantes: un taco de Suárez y la definición exacta de De la Cruz.

En ese momento, Gallardo estaba por incluir en el campo de Julián Álvarez. Ambos quedaron hechizados por el toqueteo y su posterior consecuencia. Tal vez inspirado en la acción, el juvenil, campeón con Argentina en la Copa América, también habilitó con fantasía a Paulo Díaz cuatro minutos después: propició el 4-0 para el dueño de casa.

Con momentos de muy buen juego y contundencia, River Plate se recuperó de la caída ante Colón en el debut (2-1, también en Núñez) y alzó la guardia con la intención de dar pelea en la Liga Profesional. Venía de transformarse en el único elenco argentino entre los 8 mejores de América. Con un retoque táctico (Zuculini junto a Enzo Pérez) y Braian Romero como eficaz reemplazante de borré (tres goles desde su arribo), la Banda parece haberse reinventado para ser un conjunto competitivo. Una vez más, en la prolífica era de Marcelo Gallardo.

 

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