Un hombre de 42 años fue acribillado este sábado por la noche en un pasillo ubicado al lado del tejido perimetral de la Unidad Penitenciaria Nº 5, en el extremo Oeste de Rosario. La víctima fue identificada como José Sixto Torrén, hermano de Miguel Torrén, jugador de Argentino Juniors, indicaron fuentes del caso a Infobae.

Según los datos obtenidos en el lugar, los sicarios llegaron en dos motos, frenaron en un pasillo que separa un asentamiento irregular del predio en el que funciona la Oficina de Recepción de Detenidos (NdeR: conocida como Order) y la Unidad Penitenciaria N° 5, y comenzaron a llamar a “Coqui”. Ni bien se asomó, recibió los disparos.

El cuerpo de José Sixto Torrén tenía cinco orificios de arma de fuego en el tórax y otros cinco en la espalda, que corresponden al ingreso y egreso de las balas, según explicaron investigadores policiales. Peritos forenses incautaron en la escena cinco vainas servidas, que serían calibre .380 y que serán enviadas a analizar.

Se trata del cuarto hermano del futbolista de Argentinos Juniors que muere en circunstancias violentas, según los datos recolectados en la investigación que encabeza el fiscal Patricio Saldutti de la Unidad de Homicidios Dolosos.

Por su parte, el fiscal Saldutti ordenó a la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) la toma de testimonios a vecinos y el relevamiento de las cámaras que tiene la cárcel y que hay en ese sector Oeste de Rosario.

El Departamento Rosario acumula 129 homicidios dolosos en lo que va del año, según el Observatorio de Seguridad Pública. Del número de asesinatos registrados, 26 ocurrieron en enero, 32 en febrero, 22 en marzo, 22 en abril y 27 en mayo.

Cuatro hermanos muertos en episodios violentos 

Walter Alberto Torrén (32) fue el primer hermano del defensor de Argentinos Juniors que fue asesinado. El 24 de abril de 2010 en Qompi y Aborígenes Argentinos, en la zona Oeste de Rosario, se trenzó a golpes con un hombre y un tercero que veía la pelea se acercó y le dio un tiro en la espalda que resultó mortal.

El segundo fue Gabriel Francisco Torrén (36), que fue hallado muerto el 21 de mayo de 2020 en Rolla al 4000, también en la zona Oeste y a tres cuadras del lugar donde fue atacado su hermano Walter. 

En un primer momento, se barajó la hipótesis de que a Gabriel lo habían golpeado otras personas en el marco de un conflicto por una casa, aunque luego parientes y vecinos señalaron que lo había atacado la Policía. No obstante, la autopsia realizada bajo el protocolo de Minnesota indicó que las lesiones que tenía el cuerpo no habrían tenido entidad para causarle la muerte.

Luis Anastasio Torrén (43) fue acribillado de seis disparos en Puerto Argentino al 4200, en barrio Toba, el 25 de agosto de 2021. Murió el 6 de septiembre, luego de agonizar por 12 días en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA).

Según trascendió por la información oficial del Ministerio Público de la Acusación, los gatilleros abrieron fuego desde una moto e hirieron al hombre en el tórax y en el abdomen.

En 2021, Torrén habló sobre las muertes de sus hermanos. “Son golpes durísimos. Es mi familia, por más que ahora esté lejos, las cosas te chocan. Nosotros tuvimos una infancia muy difícil, cuando tenía dos meses a mi mamá le agarró corriente con un ventilador de piso y falleció. Mi viejo nos tuvo que criar a los seis, se rompía el lomo laburando y después cada uno va creciendo, elige cómo vivir, qué quiere hacer de su vida y de su futuro”, dijo en una entrevista con Diario Olé.

“Gracias a Dios, a mí se me cruzó una familia muy buena que me ayudó a salir de la situación difícil que estaba pasando, el fútbol me ayudó a salir de un barrio complicado, allá en Rosario está cada vez más complicado. Pude progresar, armar mi propia familia, con mi señora y mis tres hijos, y tengo que mostrarles que son obstáculos, que no se los deseo a nadie, pero que pueden llegar a pasar por situaciones similares y hay que aferrarse a la familia y sacar fuerzas de donde sea…”, agregó. 

Al mismo tiempo, habló de su relación con sus sobrinos. “Hablamos, trato de aconsejarlos para que hagan las cosas bien y ojalá puedan entender que estar en la calle no es fácil, más como está hoy la situación en Rosario. No se puede vivir, ya no es más como antes, hay mucha gente que hace maldades, no te podés sentar en la vereda a tomar mates con tu familia o una gaseosa con tus amigos porque puede pasar cualquier cosa y lo más triste es que nadie hace nada. Da mucha bronca la impunidad y así, lamentablemente, las cosas van a seguir pasando”.

“Está a la vista que todos los días pasa algo nuevo… Pero me quedo con la hermosa familia que tengo. Aunque es difícil, voy a seguir por ellos…”, cerró el defensor de Argentinos Juniors.

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