Las personas que recibieron la vacuna contra el coronavirus de Johnson & Johnson (J&J) pueden beneficiarse de una dosis de refuerzo de Pfizer o Moderna, según los resultados preliminares de un estudio publicado hoy en Estados Unidos.

El estudio, financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), era esperado con impaciencia en Estados Unidos porque analizó la posibilidad de «mezclar» vacunas, usando una diferente a las dosis iniciales para la de refuerzo, lo cual actualmente no está permitido en el país, informó la agencia de noticias AFP.

El estudio se realizó en 458 adultos que habían sido vacunados con una de las tres marcas aprobadas en Estados Unidos (Pfizer, Moderna o J&J) durante al menos 12 semanas.

Cada uno de estos grupos se dividió en tres, para recibir una de las vacunas disponibles como refuerzo. Los nueve grupos estaban formados por unas 50 personas cada uno.

Luego, los investigadores analizaron los niveles de anticuerpos 15 días después de la vacuna de refuerzo.

Para las personas inicialmente inoculadas con J&J, los niveles de anticuerpos fueron cuatro veces más altos después de un refuerzo de J&J, 35 veces más altos después de un refuerzo de Pfizer y 76 veces más altos después de un refuerzo de Moderna, agrega AFP.

Y los niveles de anticuerpos para quienes habían recibido originalmente inyecciones de Moderna eran más altos «independientemente de la vacuna de refuerzo administrada», en comparación con los que habían recibido inicialmente Pfizer o J&J, según el estudio.

«No se identificaron problemas de seguridad» después de que se administraron las dosis de refuerzo, agrega el informe.

El estudio de los NIH debería impulsar las discusiones de un comité de expertos de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA), que está programado para considerar las solicitudes de dosis de refuerzo de Moderna y J&J el jueves y viernes, respectivamente.

Un refuerzo de Pfizer ya ha sido aprobado en Estados Unidos para ciertas poblaciones, como personas de 65 años o más, adultos con afecciones médicas de alto riesgo y aquellos con trabajos en los que están expuestos con frecuencia al coronavirus, concluye AFP.

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