Con los catálogos listos, las instalaciones renovadas y algunas muestras sin estrenar, los museos de Uruguay esperan ansiosos abrir sus puertas para el reencuentro que, luego de tres meses, conectará nuevamente a los visitantes y las obras sin píxeles de por medio.

La interacción cara a cara, devenida en una experiencia rara a raíz de la pandemia no solo es clave para las personas sino también para quienes, detrás de una vitrina o en la pared de un museo, aguardan pacientemente las miradas.

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