El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, se mostró preocupado por la falta de diálogo entre los dirigentes políticos y advirtió que no observa que haya un programa de gobierno a largo plazo, lo cual atenta contra el progreso de la Argentina y de mucha gente que está sufriendo por esas mezquindades.

“No hay proyectos a largo plazo pensando en el bien común sino recetas inmediatistas que destruyen”, remarcó el arzobispo Sánchez durante el Tedeum del 9 de Julio realizado hoy en la Iglesia Catedral de la capital provincial al conmemorarse el 205 aniversario de la Declaración de la Independencia.

“¿Somos un pueblo independiente?, ¿qué es lo que nos domina y no nos deja crecer en fraternidad?”, se preguntó durante la homilía. Y apoyado en palabras del Papa Francisco y Fray Mamerto Esquiú, señaló que el único camino posible es el diálogo.

“El diálogo ayuda al mundo a vivir mejor. Entre la indiferencia y la protesta violenta siempre hay una opción posible: el diálogo”, aseguró Sánchez. Sin embargo, advirtió que “el diálogo no es monólogo disfrazado de debate que responde a intereses particulares y no al bien común”. Por eso pidió, que entre los distintos actores políticos y sociales “se dialogue de manera constructiva”.

En ese sentido, dijo que no hay diálogo cuando se descalifica al otro o se impone una manera de pensar. “Hoy, el debate es frecuentemente manoseado por intereses que tienen mayor poder procurando deshonestamente inclinar a la opinión pública a su favor. Eso no es diálogo. El auténtico diálogo social supone respetar el punto de vista del otro para que el debate público sea más completo”, enfatizó el Monseñor.

“En un verdadero espíritu de diálogo se alimenta la capacidad de comprender el sentido de lo que el otro dice y hace, aunque uno no pueda asumirlo como una convicción propia. Así se vuelve posible ser sinceros, no disimular lo que creemos, sin dejar de conversar, de buscar puntos de contacto, y sobre todo de trabajar y luchar juntos”, aseveró para luego remitirse a la historia y destacar la actitud que tuvo Manuel Belgrano antes de que se declarara la Independencia.

“En el Congreso de Tucumán no sólo insistió para que se declare la Independencia, sino que propuso una forma de gobierno, que después con el debate de los congresales no prosperó. Pero Belgrano por amor a la Patria, por el ideal del bien de la nación, siguió entregando todo de sí. El diálogo acrecienta la fraternidad y la amistad social”, sostuvo.

El religioso se mostró convencido de que el diálogo persistente y corajudo ayuda discretamente al mundo a vivir mejor: “Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo. Es necesario el diálogo entre las generaciones, en el pueblo, esa capacidad de dar y recibir, permaneciendo abiertos a la verdad”.

El mensaje del Tedeum fue seguido de manera virtual por el gobernador Juan Manzur desde la casa de gobierno provincial ya que la pandemia obligó a mantener por segundo año consecutivo esta modalidad de manera preventiva.

Durante su discurso, el Monseñor Sánchez también recordó que en estos tiempos de pandemia quedó en evidencia que muchos argentinos se reinventaron y no claudicaron ante tanto dolor, sufrimiento y muerte. Y también agradeció la labor del personal sanitario y de aquellos que brindan servicios esenciales: “Los recordamos con esperanza y agradecimiento por su entrega y generosidad, cada uno en su tarea y su misión”.

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