El equipo juvenil de Unión mostró algunos trazos de lo que pretende Azconzábal del equipo. Salida prolija (y siempre desde abajo, casi como dogma) desde el fondo y fútbol con buen ritmo y de espíritu colectivo para avanzar. Se encontró con un elenco ecuatoriano ordenado y replegado, lo que lo llevó a caer en imprecisiones, más allá de las buenas intenciones.

Emelec, en tanto, teniendo menos la pelota, pero incisivo para atacar al espacio, atacó mejor, o con mayor astucia. Cabezas, volcado sobre la izquierda, resultó un problema para el Tatengue. Y un remate franco de Joao Rojas, de frente al arco, fue la acción más riesgosa hasta los 42 minutos de la etapa inicial, cuando el uruguayo Facundo Barceló pescó una pelota sucia tras un tiro libre y abrió el marcador.

En el complemento, el cuadro ecuatoriano salió mejor predispuesto de cara a a buscar el segundo que el local de empatar. Sin embargo, los dirigidos por Juan Manuel Azconzábal lograron acorralar por momentos a sus rivales a fuerza de ímpetu e insistencia, aunque poco fútbol.

Sobre el final Ordoñez desperdició un mano a mano que hubiese sido el 2 a 0 y pudo haber definido la serie. Sin embargo, por su fallo, la serie seguirá abierta. La revancha se celebrará el próximo jueves en Guayaquil.

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