Luego del triunfo obtenido ante Ecuador en su debut, Colombia se presentó en el estadio Olímpico Pedro Ludovico con la misión de sumar una nueva victoria y encaminar su clasificación hacia los cuartos de final de la Copa América. Su rival aparentaba estar debilitado por el brote de coronavirus que sufrió Venezuela, y que mermó a un equipo que estuvo muy por debajo de su nivel en el encuentro inaugural ante Brasil (derrota por 3 a 0).

En menos de 2 minutos, el combinado cafetero demostró sus intenciones: a través de una pelota parada amenazó al área defendida por Wuilker Fariñez, y por un milagro la pelota no terminó en el fondo de la red. La mala fortuna de Luis Muriel y la mala ubicación de Yerry Mina fueron algunas de las razones por las que el conjunto de Reinaldo Rueda no se puso en ventaja.

Una ocasión similar se observó cuando el cronómetro marcaba los 12. Un envío de Edwin Cardona hacia la carrera de Daniel Muñoz desarticuló a la poblada defensa venezolana, y el lateral abasteció a Mina… pero el ex Barcelona no logró conectar la descarga y la jugada se diluyó en un suspiro. En Goiania comenzaba a encenderse el show colombiano.

La sintonía del espectáculo siguió con la misma dinámica. Una mala salida de Luis Adrián Martínez le permitió a Muriel adueñarse del balón y habilitar al talentoso volante de Boca. Desde el borde del área grande, Cardona probó con un remate rasante y Fariñez se lució con una tapada soberbia. La Vinotinto sufría por la jerarquía de su rival y por sus propias limitaciones.

Sobre la media hora otro pase preciso en profundidad de Cardona encontró a Duvan Zapata, quien intentó resolver con la cara interna de su derecha y no consiguió quebrar la resistencia del arquero venezolano. Además, en el rebote Muriel desperdició la ocasión por encima del travesaño y lamentó otra clara acción de riesgo. Para esas alturas, no había análisis que pudiera explicar la paridad en el marcador.

En el complemento todo siguió igual. Más allá de alguna jugada aislada en el ataque venezolano, Mateus Uribe improvisó la mejor obra luego de un centro de Juan Guillermo Cuadrado. El paisa del Porto dominó con el pecho y sorprendió con una tijera que fue desactivada por otra extraordinaria tapada de Fariñez. Lo que aparentaba convertirse en un golazo se transformó en la mejor escena del pleito, aunque la acción no haya terminado en festejo. El paladar exquisito de los colombianos se reflejó en su máxima expresión.

Como no podía ser de otra manera, el empate que rescató Venezuela fue gracias a la enorme actuación de Fariñez. En el cierre de la tarde, Mateus Uribe tuvo el triunfo en su cabeza, pero el arquero del Lens evitó la conquista cafetera con otra volada impresionante. En el fútbol no se puede convocar a la meritocracia. Sobre todo cuando uno de los protagonistas fue el más destacado del duelo. Si bien Colombia debió quedarse con los tres puntos, la gran figura de la Vinotinto estableció la igualdad. En Goiania el 0 a 0 se selló por el hombre que tuvo un 1 en la espalda y un 10 en su producción.

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