El gigante automovilístico Volkswagen anunció este domingo un plan de supresión de empleos que podría afectar a hasta 5.000 puestos de trabajo hasta fines de 2023, en el marco de su programa de transición hacia la fabricación de autos eléctricos.

El grupo alemán informó en un comunicado de un acuerdo alcanzado con el comité de empresa sobre «un conjunto de medidas de regulación por edad» de su masa salarial.

Volkswagen espera que «hasta 900 empleados» opten por la jubilación anticipada a corto plazo, y que «un número de cuatro cifras» en el extremo inferior de la horquilla, es decir, entre 2.000 y 4.000 personas, dejen la empresa en el marco de un cese progresivo de la actividad.

La eliminación de esos puestos deberían «contribuir de forma importante a una gestión rigurosa de los costes», explicó el grupo, inmerso en una costosa reconversión hacia la producción de vehículos eléctricos y, a largo plazo, de vehículos autónomos.

Volkswagen, relegado por Toyota en 2020 al segundo puesto del mercado mundial, vendió más de 9,3 millones de vehículos el año pasado, un 15% menos que en 2019.

Como todos los fabricantes, el grupo de 12 marcas sufrió el impacto de la crisis sanitaria pero espera registrar un «alza significativa» de su facturación en 2021, pese a la persistencia de la pandemia de covid-19.

El nuevo plan de supresiones completa una reducción de hasta 7.000 puestos de trabajo anunciada en 2019 por la marca líder del grupo, VW.

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