Cada 1 de agosto a nivel nacional se celebra su día desde el 2022. Con el objetivo de visibilizar la práctica, la provincia se sumo en esta conmemoración que crece en adeptos.
La equinoterapia es un tratamiento que se realiza con caballos. Es un soporte terapéutico en enfermedades físicas y psíquicas. Trabaja con un abordaje transdisciplinario en las áreas de equitación, salud y educación, buscando la rehabilitación, integración y desarrollo físico, psíquico y social de personas con discapacidad.
Así es la definición que se puede encontrar en la página oficial de la Asociación Argentina de Equinoterapia. Institución que se creó a fin de albergar y potenciar el trabajo que practican
Justamente por el gran crecimiento que tuvo, y tiene, el Congreso Nacional en el 2022 sancionó la ley que estableció el 1 de agosto como el Día de la Equinoterapia. Se fijó el primer día de agosto porque se recuerda el primer Congreso Nacional encabezado por la especialista en la temática, María de los Ángeles Kalbermatter.
La celebración en el calendario nació como una idea de llevar esperanza a los hogares que lo necesiten y unir a todos los que trabajan día a día en esta terapia, dándole mayor visibilidad.
Pero, y fundamentalmente, mas allá que exista un día, continúa el debate para un proyecto de ley que regule y de valor a la actividad. Entre otras cosas, si se establece una ley, las obras sociales por obligación tendrán que incorporar esta terapia en su cobertura médica.
Si bien no existe tal cuál una legislación nacional de equinoterapia en Chaco, Santa Fe, Salta, San Juan, y Mendoza, existe a cobertura en las obras sociales.
Más que cabalgatas
La equinoterapia es un método terapéutico utilizado en el país durante los últimos 40 años, y en Europa, por muchos más. En la actualidad hay registrados 240 centros de equinoterapia en toda Argentina, que trabajan de manera interdisciplinaria con profesionales de la salud, educación y el área ecuestre.
El “Centro de Equinoterapia Caminando Juntos”, que tiene a cargo como presidente y coordinador general a Darío Rodríguez Méndez, es uno de los espacios que realiza la actividad en la provincia.
Dichos encuentros se dan en la localidad de Yanda, en un predio que se llama “Finca Los Algarrobos”, por camino a La Carlota, en el kilómetro 1121. Con un amplio verde, casi centenar de niños y niñas –la mayoría con TEA (Trastornos del espectro autista)-, son atendidos por más de 15 profesionales predispuestos para la tarea.
Fuerza de voluntades
“Equinoterapia tiene un manual científico universal. En base a ello lo que hacemos con el equipo es evaluar el diagnóstico y luego proponer el trabajo y las nuevas formas que se puede aplicar a cada persona” proyecta el presidente, mientras recalca que el abordaje no es un mero pasatiempo, tiene su sustento avalado científicamente y trabajado por profesionales.
“El equipo interdisciplinario que trabaja se encuentra integrado por una sicomotricista, un psicólogo, un profesor de educación física, un veterinario, un sociólogo, un licenciado en informática, un profesor de educación especial. Y muchos de los voluntarios que se suman también son profesionales. Son voluntarios que llevan adelante un trabajo solidario y perciben una cuota mínima, prácticamente simbólica”.
La solidaridad impulsada desde el conocimiento engloba las tareas de los profesionales. No solo con los niños, niñas y padres, también para con los caballos. El mantenimiento de los mismos se hace desde la voluntad.
Con fuentes de ingreso propias, desde la realización de bingos o venta de productos, tal como hicieron virtualmente durante la pandemia, el centro no se cansa en tirar para adelante.
“La equinoterapia es una terapia que ha tomado mucha fuerza en la rehabilitación de distintos diagnósticos o patologías. Es súper natural, forma parte de la medicina naturista por qué no se usa ningún tipo de fármaco. Solamente utiliza el caballo como herramienta, y se da al aire libre, explota todo lo que la naturaleza brinda. Armoniza la persona y trabaja muchísimo en el neurodesarrollo”, insiste el presidente, que trota lento y seguro, como cada uno de los caballos que tiene en el centro, que cargan no solo a niños y niñas, sino también los sueños de mejorarle la calidad de vida.
Las personas que quieran sumarse como voluntaria pueden hacerlo a través de las cuentas de “Caminando Juntos”, en Facebook y Instagram, o bien llamar o enviar mensaje al 385-5-732-715.