Desde hace años los campesinos vienen denunciando que bandas armadas irrumpen en sus tierras, los atacan y destruyen todo a su alrededor, como una forma de resolver los conflictos por la posesión de los territorios. En esta ocasión, un empresario cordobés junto a decenas de hombres armados irrumpió en un campo a los tiros, al mejor estilo del lejano oeste. Historias de nunca acabar.
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