28 de septiembre, 2024
Nota de Portada

El crimen de un recién nacido desató la indignación de la sociedad, pero no es un caso único. Distintos hechos los encuentran como víctimas inocentes de la violencia.

Es natural pensar que las madres son incondicionales de sus hijos, que está ínsito el sacrificarse por ellos, priorizarlos, entregarles todo: tiempo, gustos, esfuerzos, dinero. Se piensa que ellas son sinónimo de perpetua abnegación, de vivir para sus hijos, de hacer de ellos el centro de sus vidas, de todas las alegrías y recompensas. Por los menos es lo que siente la mayoría de las mujeres que se convirtieron en mamás.

De ellas se espera todo, hasta que renuncien a sus propias vidas por sus hijos, lo cual es considerado casi un mandato cultural. Sin embargo, esa premisa cae por la borda cuando se descubre que no hicieron nada para protegerlos, sino que atentaron contra ellos y hasta terminaron con sus vidas, pues no todas las mujeres poseen esa capacidad de amar a sus hijos en forma ilimitada.

Eventualmente, algunas pueden ser dueñas de un sentimiento ambivalente que los lleva del amor al odio. Otras aseguran que no pueden dominar sus emociones y golpean a sus hijos con furia, sin tener en cuenta la fragilidad de sus cuerpos, y que las heridas causadas pueden llegar a matarlos.

Así aparecen casos de criaturas asesinadas en los primeros instantes de sus vidas, pero también salen a luz hechos de violencia contra los bebés en el ámbito intrafamiliar, que se repite en distintos ámbitos y no tiene nada que ver con la pobreza, con las limitaciones económicas, educativas y culturales –como muchos lo creen-, sino que atraviesa a unos y otros, sin distinguir clases sociales.

Hoy, la sociedad santiagueña se mantiene indignada frente al crimen de un recién nacido, arrojado a las aguas del canal San Martín.

 

CASO 1: “DESANGRADO”

A media mañana del domingo 13 de mayo, mientras toda la atención mediática estaba centrada en las competencias automovilísticas Termas de Río Hondo y en la festividad religiosa celebrada en Mailín, una mujer estaba cruzando un puente sobre la avenida del Libertador, entre las calles Santiago Herrera y Bolivia, en el barrio Juan Felipe Ibarra. El cauce del canal estaba completamente vacío, por lo que era posible ver la basura que vecinos desaprensivos arrojan en el lugar. Sin embargo, le llamó la atención que los perros estuviesen desesperados en romper una bolsa negra, en cuyo interior había otro envoltorio blanco, más grueso. De pronto, vio que corría un charco de sangre.

Sin pensarlo demasiado se bajó, pensando que quizá se tratara de algún feto, pues en la zona se hizo común encontrar ese tipo de restos. Sin embargo, se conmovió al ver que el contenido de la bolsa era mucho peor a lo que podría haber imaginado: el cuerpecito –ya sin vida- de un recién nacido.

En medio de su estupor solo atinó a llamar a la policía. Los vecinos no tardaron en llegar y manifestar su bronca ante el macabro hallazgo. Mientras los investigadores hacían sus tareas arribó al lugar la fiscal Jacqueline Macció, a quien le informaron que se trataba de un bebé que había vivido aproximadamente durante dos horas antes de su deceso.

La fiscal ordenó que los restos sean examinados en el cuerpo forense, donde se confirmó que su nacimiento era producto de una gestación a término. A la vez, los médicos legistas determinaron que la criatura no había fallecido a causa de una asfixia, tal como se pensaba al principio, sino que había muerto desangrado, porque le habrían “arrancado” el cordón umbilical. O sea, literalmente lo cortaron con tal fuerza y de manera tan abrupta, y luego no hicieron nada para evitar las lesiones, que el recién nacido murió a causa de la hemorragia provocada.

Tal como era de esperarse, desde el Ministerio Público Fiscal se coordinaron todas las tareas para averiguar qué había sucedido con el bebé, quién era su madre y los motivos que llevaron a tomar la determinación de terminar con su vida.

Las primeras investigaciones tienen en la mira a las mujeres de la zona que hayan sido vistas en estado de gravidez, que se hayan atendido en las UPAS cercanas e incluso se indagó en una comadrona que vive en cercanías, sobre quien recayeron acusaciones de realizar abortos clandestinos.

Por otro lado, los peritos policiales recorrieron la zona buscando cámaras de seguridad donde se pudiera ver a quien arrojó la bolsa con los restos del niño. Al parecer, en un par de comercios de la zona habría quedado grabada la persona que tiró el envoltorio como si fuese basura, aunque en su interior estaba el frágil cuerpo de un bebé.

Al cierre de esta edición se esperan importantes novedades en torno a esta investigación. Sin embargo, Santiago del Estero tiene su propio historial de bebés asesinados…

 

CASO 2: ENTERRADA EN EL FONDO DE UNA CASA

Cerca del mediodía del miércoles 28 de junio de 2023, dos pequeños primos se encontraban jugando en el fondo de su casa cuando encontraron a “un bebé tirado”, según se lo informaron a la mamá de uno de ellos. La mujer creía que se trataba de un juego, pero los gritos de los niños la alertaron que sucedía algo más.

Así fue que se dirigió hacia el lugar donde los niños le señalaban y encontró lo que nunca imaginó: el cuerpo de un recién nacido, aun con el cordón umbilical, sucio por la tierra y las hierbas del lugar. Por lo que pudo determinar, la criatura había estado enterrada en un pozo cercano, pero los perros la sacaron a la luz.

Sin poder entender qué sucedía sacó a su hijo y su sobrino de ese sitio, alejó a los perros y se comunicó rápidamente con efectivos de la comisaría 15 para comunicarles de su macabro hallazgo. Mientras tanto se preguntaba quién podría haber ingresado a su casa para enterrar el cuerpecito, cuándo. Pero no hallaba respuestas.

Los efectivos no tardaron en llegar a la vivienda ubicada en calle Cervantes al 1700, del barrio Menéndez, en la ciudad de La Banda y comprobaron que había un recién nacido muerto en el lugar.

El fiscal Hugo Herrera junto al equipo de Criminalística realizaron todas las tareas de investigación en el lugar, a los que se sumaron peritos de la División Homicidios y Delitos Complejos Banda. El trabajo en conjunto permitió determinar que el sitio estaba cubierto de malezas, pero encontraron una manta y una remera con sangre, elementos con los que habrían cubierto a la criatura.

Aun sin autopsia, los peritos forenses adelantaron que la criatura habría estado viva antes de ser enterrada. Así que, en un principio, los ojos de los investigadores se posaron en la dueña de casa, la mujer que encontró los restos del bebé. Pero luego de una breve inspección se determinó que no tenía huellas de haber dado a luz.

EN LA MIRA

Sin embargo, ella contó que vivía en el lugar junto a su pareja y su hijo de seis años, quien encontró el cuerpo. Pero compartía el hogar con otros familiares, entre ellos, la mamá del otro niño que hizo el hallazgo, quien no estaba presente en el momento en que llegaron los investigadores. No obstante, la dueña de casa contó que ninguna de las mujeres de esa casa estaba embarazada, o al menos ella no lo sabía.

Una vecina del lugar aportó un dato importante al relatar que ella percibió signos de embarazo en la madre del segundo niño, pero que no estaba segura y que no se lo había preguntado porque también podría ser producto de algunos kilos de más.

Por lo cual, apenas esta mujer arribó al lugar comenzaron a interrogarla. Ante sus respuestas dudosas, quedó en la mira de los peritos.

Mientras tanto, el fiscal Herrera pidió que se relevara a las vecinas del lugar, que estuvieran cursando el período final del embarazo. También requirió informas a las UPAS de la zona y al Centro Integral de Salud para que comuniquen acerca de los controles realizados a mujeres en esta etapa.

 

DESCONOCÍA EL EMBARAZO

Cuando los informes preliminares llegaron a manos del Dr. Carlos Ordonez Ducca, juez de Control y Garantías, ordenó que la mujer sea trasladada hacia el nosocomio bandeño, para que le hagan las revisiones de rigor, pues las pericias adelantaban que la criatura había sido enterrada viva.

La pericia forense adelantó que la beba había nacido viva, producto de un embarazo a término, no presentaba lesiones visibles y que la causa de muerte tendría que ver con la asfixia provocada cuando la enterraron.

Así fue que los profesionales médicos del CIS determinaron que la mujer, de 25 años, mostraría signos evidentes de haber dado a luz en las últimas horas. De modo tal que fue traslada a la Alcaidía de Mujeres del barrio El Rincón.

A la vez, el juez citó a todos los habitantes de la casa, quienes habrían asegurado que desconocían del embarazo.

Si bien en sede policial la mujer habría dicho que ella tampoco sabía que estaba embarazada, que se vio sorprendida con el parto, y que vio que la criatura estaba morada cuando nació, sin llorar. Por lo cual, creyó que había nacido sin vida. Ante lo cual se habría decidido a enterrarla en la parte de atrás de la casa.

Sin embargo, cuando el pasado lunes fue trasladada hacia la Unidad Fiscal de Género y Violencia Intrafamiliar para la Circunscripción Banda y Robles, para prestar declaración testimonial, se negó a declarar, por consejo de la defensora oficial, Dra. María Cecilia Pintos. Sin embargo, continua tras las rejas acusada de “homicidio calificado por el vínculo”.

 

CASO 3: ABANDONADA EN LA BASURA

El 20 de abril de 2017, en la ciudad de Pinto, departamento Aguirre, en un basural de la zona fue encontrado el cuerpo de una beba, envuelto en una remera. Las primeras investigaciones determinaron que un recolector de residuos informó que había visto a una vecina de la zona, quien casualmente cursaba un embarazo, vistiendo esa prenda.

Si bien al principio ella negó que estuviera embarazada, en el examen médico salió a la luz que acababa de dar a luz. La autopsia develó que la bebé nació viva, aproximadamente 48 horas antes de su deceso, que tuvo “sufrimiento fetal” y falleció a causa de la hipotermia.

Así fue que el caso llegó a juicio y finalmente, el 13 de mayo de 2019, Antonella López fue condenada a prisión perpetua, ya que durante el debate se habían presentado las pruebas suficientes para acreditar la responsabilidad penal de la acusada y su clara intención de darle muerte a su hija.

El Tribunal resolvió hacer lugar al pedido de la fiscal que llevó adelante la investigación penal, Dra. Andrea Darwich, y dictó la pena máxima para la joven imputada por el delito de “Homicidio agravado por el vínculo” en perjuicio de su bebé recién nacida.

El fiscal Dr. Martin Silva asistió a la audiencia para escuchar el veredicto y las últimas palabras de la joven donde pidió a los jueces que se le concediera una nueva oportunidad, como ya había solicitado en la audiencia de los alegatos de clausura, para poder continuar con la crianza de su otro hijo.

Conformado por los Dres. Julio Alegre Paz, Julio Vidal y Alfredo Pérez Gallardo, el tribunal dictó la pena máxima por mayoría de votos. Sin embargo, el Dr. Julio Alegre votó en disidencia por la pena de 18 años considerando la circunstancia extraordinaria de atenuación solicitada por la defensa técnica de López.

Por su parte, la Defensa sostuvo que el estado puerperal en la que se encontraba López era una circunstancia extraordinaria, que merecía una atenuación de la pena, ya que su defendida había estado en total soledad desde la gestación del embarazo como así también desde el momento del nacimiento y que sufría violencia verbal y física por parte de su concubino y de la familia de él.

En la oportunidad, la mujer declaró y admitió que mantuvo a la pequeña dos días en su casa, y al tercero la dejó abandonada en el canasto de la basura. Durante su permanencia en el hogar, no habría alimentado en ningún momento a la bebé. Las razones que brindó para justificar su aberrante accionar fueron los constantes maltratos y el abandono por parte de su concubino. Agregó que no tenía contacto alguno con su familia. Además, adujo que estaba arrepentida y que deseaba una nueva oportunidad para poder criar a su otro hijo.

 

CASO 4: ASFIXIADO CON UNA BOLSA

El 5 de mayo de 2013, Micaela Roxana Díaz –quien en ese momento tenía 18 años- asesinó a su hijo, de apenas tres meses, asfixiándolo con una bolsa y lanzándolo en una zanja, cerca de su casa, en la localidad de Bandera. Si bien en su primera declaración la adolescente acusó a un grupo de hombres que circulaba en un auto rojo de haber secuestrado a su hijo, con el avance de la investigación y acorralada por las pruebas, terminó confesando el crimen.

“Lo maté porque no tenía plata”, declaró Díaz, que después de ser detenida intentó quitarse la vida y fue internada en el Hospital de Añatuya. En el juicio, mantuvo su versión pero dijo además que estaba “arrepentida”.

Por su crimen, el 3 de junio la mujer fue condenada a prisión perpetua. Tras la condena a perpetua, la defensa interpuso un recurso de alzada, pero el tribunal ratificó la perpetua. Después, planteó un recurso de casación.

Finalmente, el 7 de junio de 2019, el Tribunal -conformado por los vocales Élida Suárez de Bravo, Juan Carlos Storniolo y Julio David Alegre Paz- dio a conocer su resolución, señalando que hubo “circunstancias extraordinarias de atenuación”, por lo que redujo la pena a 19 años de prisión.

 

CASO 5: ASFIXIADO POR SOFOCACIÓN

El 17 de octubre de 2018, Nicolás Alexander Carrizo, de 9 meses de vida, ingresó sin vida al hospital de Clodomira con un supuesto problema cardíaco, según los dichos de su propia madre.

La médica de la Policía, al observar que el cuerpo del bebé presentaba hematomas, indicó realizar la autopsia.

Su madre, identificada como Ramona Antonia Peñaloza, de 26 años, domiciliada en Los Ralos, Tucumán, manifestó que ese día habían arribado con su pareja, Nicolás Antonio Belizán, de 19 y su bebé, a la localidad de Jumi Pozo, donde vive el padre del joven.

Según los dichos de la mujer, a las 21.30 aproximadamente advirtió que el menor tenía “poca respiración”, por lo cual lo trasladó de urgencia al mencionado nosocomio, donde fue examinado por el doctor Jema Nici, quien diagnosticó que se encontraba sin vida.

El 4 de julio de 2019, el tribunal de la Cámara de Apelaciones, integrado por los Dres. Luis Lugones, Gloria Cárdenas y Cristian Vittar, le concedió la excarcelación extraordinaria.

El tribunal, hizo lugar al pedido del defensor, quien planteó que la acusada tiene otros cuatro hijos menores, entre ellos un menor discapacitado, en Tucumán. Su defensa planteó que, pese tener domicilio en la vecina provincia, no tiene los recursos necesarios para fugarse, ya que su condición es de escasos recursos.

Mientras que fiscal Pablo Moya señaló que el informe de la autopsia indica que el pequeño de nueve meses de vida falleció tras ser víctima de asfixia por sofocación.

Tras los planteos, el tribunal decidió hacer lugar al pedido de excarcelación extraordinaria para la joven tucumana.

 

CASO 6: MUERTA A GOLPES

Tatiana Salomé Córdoba tenía 2 años y 4 meses. Sin embargo, su vida no fue color de rosas. Sus únicos momentos felices fueron mientras estaba al cuidado de sus padrinos. Nadie recuerda que tuviera esa felicidad cuando estaba al lado de sus padres. Tampoco se acuerdan de su risa ni de sus momentos de juego. La imagen que quedó de ella es la de sus últimos instantes, cuando su cuerpecito era trasladado hacia el cementerio, luego de haber recibido una brutal golpiza que terminó con su vida.

El 6 de noviembre de 2018, en horas de la tarde, Beatriz Bulacio llegó al hospital zonal “Emilio Mera”, de Termas de Río Hondo, con su beba en brazos. Cuando la médica la recibió, de inmediato, se dio cuenta del grave estado de la pequeña.

La mamá contó que la nena tenía un dolor de panza. Sin embargo, la profesional descubrió que no era un simple dolor abdominal. En su primera revisión comprobó graves lesiones en todo el cuerpo, y también un pésimo estado nutricional y traumatismos en la zona de las orejas. De inmediato dio aviso a la policía de guardia en el nosocomio.

Mientras la médica corría de un lado al otro tratando de compensar a Tatiana, solicitó el traslado urgente hacia el Cepsi.

Por su parte, la policía se comunicó con efectivos de la Comisaría del Menor y la Mujer, quienes dieron cuenta al Ministerio Fiscal de Termas. El Dr. Rafael Zanni, fiscal de turno, dispuso que se aprehendiera al padre de la niña, Luis Fernando Córdoba, boxeador amateur, pero permitió que la madre la acompañase hacia el principal centro de salud en la ciudad Capital.

Cuando faltaban pocos kilómetros para arribar al centro de salud capitalino, la luz de la niña se apagó para siempre.

La autopsia determinó que la pequeña falleció por un traumatismo de tórax, que le provocó fracturas de la séptima y octava costillas del lado izquierdo, las que le provocaron lesiones en sus órganos internos. Además, presentaba lesiones de consideración en distintas partes del cuerpo, en los miembros inferiores, en la región del rostro, en el pómulo, en las orejas.

Los investigadores develaron que la criatura era sometida a toda clase de tormentos y castigos, como bañarla con agua hirviendo, o dejarla al sol con el pretexto de “quemarla”, ya que tenía su piel muy blanca. Esta sería una de las razones por las que Córdoba intuía que no era su hija. A todo ello, se le sumaba su constante falta de alimentación, lo que le provocó un severo cuadro de desnutrición

Con tales elementos, Beatriz Bulacio y Luis Córdoba fueron acusados de “Homicidio calificado por el vínculo”. En julio de 2022, la pareja fue condenada a prisión perpetua por el crimen de su hija Tatiana.

 

CASOS 7 Y 8: HERMANITAS ASESINADAS

El miércoles 11 de junio de 2014, una mujer llegó al Hospital de Niños “Francisco Viano” con su beba en brazos. De inmediato, los médicos se dieron cuenta que la nena estaba sin vida.  La pequeña Ana Laura tenía apenas un año y medio.

En medio de una crisis de llanto, su mamá, Celsa Sández contó que el día anterior la criatura había tenido una “reacción” cuando estaban en su humilde hogar, en el barrio Villa Griselda, y que se puso “morada”, por lo que la trasladó hacia el nosocomio. Sin embargo, los médicos le habrían diagnosticado una simple inflamación en sus amígdalas.

Ya de regreso en su hogar, la nena continuaba molesta. Ni siquiera quería jugar con sus otras dos hermanitas de 3 y 4 años. Antes de dormir, ella la amamantó. La pequeña no volvió a abrir sus ojos.

Los profesionales del hospital dieron conocimiento de la situación a las autoridades y éstas comunicaron la novedad al personal de la Comisaría 13º, que inició las correspondientes investigaciones.

Pese a estar acostumbrados a escenas de congoja ante circunstancias similares, el sufrimiento de la mamá quedó grabado a fuego en la memoria de las enfermeras y los médicos que nada pudieron hacer para salvar a la menor. “Seguro que fue la muerte súbita”, dijo una mucama que se conmovió al ver a esa madre desgarrada por el dolor y el desconsuelo.

Sin embargo, todo ese sufrimiento quedó sumido en la duda 12 días después, cuando vieron a la misma mujer, con otra de sus niñas, en similares circunstancias.

 

HISTORIA REPETIDA

En la mañana del 23 de junio de 2014, Celsa se presentó en la UPA del barrio Villa Griselda llevando en sus brazos a otra de sus niñas, sin signos vitales. Sin pérdida de tiempo, la criatura fue llevada al Hospital de Niños “Francisco Viano”, donde tres médicas lograron reanimarla, después de 30 minutos de arduo trabajo.

La mamá decía que su hija había tenido vómitos, y que los médicos de ese centro de salud le habrían dicho que era un simple resfrío, aunque días antes le habría dolido el pecho.

Mientras tanto, en los pasillos del hospital recordaron que hacía pocos días atrás habían presenciado una escena repetida, con la misma protagonista.

Una vez estabilizada, la nena fue trasladada hacia el CEPSI, donde fue pasada rápidamente a la Unidad de Terapia Intensiva. Los análisis y tomografías realizados luego determinaron que la nena presentaba muerte cerebral.

Como los médicos del nosocomio bandeño advirtieron a sus colegas que la hermanita de la niña había fallecido días pasados, se dio intervención a las autoridades policiales. Al mismo tiempo, el agente sanitario que la había recibido en la UPA hizo una exposición en la comisaría de la zona.

Al día siguiente, la vida de Camila se apagó para siempre. Tenía sólo 3 años.

Esta vez, la muerte de la segunda de las hermanitas despertó una serie de interrogantes entre los profesionales de la salud que atendieron a las nenas. Algo había pasado para que dos criaturas, aparentemente sanas, fallecieran en circunstancias prácticamente similares en tan corto lapso de tiempo.

Finalmente, en septiembre de 2018, el Tribunal de Alzada confirmó la prisión perpetua en contra de Celsa Sández, acusada de “doble homicidio calificado por el vínculo en concurso real de delitos".

En el debate, los testigos relataron que Celsa fue abandonada por su pareja y desde entonces sometió a las niñas a un abandono, forzándolas a pasar hambre, golpizas y penurias de distinta naturaleza.

 

CASO 9: HIPOTERMIA

El 8 de julio de 2012, una beba de tan sólo 1 mes y cuatro días falleció luego de sufrir un cuadro de hipotermia, en la ciudad de Ojo de Agua.
La muerte de la criatura se produjo en horas de la madrugada, cuando su madre, Marta Peralta, de 34 años, había llevado a la beba y a su hermanita melliza a un bingo que se realizaba en inmediaciones de su vivienda, ubicada en el Paraje Kilómetro 49.
La mujer los había llevado en un cochecito a una feria artesanal, apenas cubierta con una lona, dispuesta a jugar al bingo. Fue en ese momento cuando las criaturas comenzaron a sufrir hipotermia, lo que le produjo la muerte a la niña. Sin embargo, la madre se percató de la muerte recién cuando regresó a su hogar. Mientras que su hermanita fue internado de urgencia en el Hospital Zonal.

Horas después se supo que las bebas eran ochomesinas y que hasta una semana antes de su deceso habían estado internadas en Neonatología de un nosocomio.

 

CASO 10: GOLPEADA POR CULPA DE UN CELULAR

Morena Jazmín Díaz tenía 2 años y 10 meses. El 1 de febrero del 2017, fue llevada al hospital de Fernández, departamento Robles, a raíz de un violento golpe que luego le provocó la muerte. De inmediato, los médicos se comunicaron con la policía para avisar que la niña presentaba indicios de maltrato.

La niña era hija de Florencia Ayelén Correa, con quien vivía en Buenos Aires. A fines de 2016, ellas viajaron hacia la casa de su nueva pareja, José Carrizo, en la localidad de Taboada. En ese momento, ella tenía 18 años y él 16.

Apenas los médicos comunicaron la novedad a la policía, la justicia ordenó detener a Florencia, mientras que Carrizo, por ser menor de edad fue alojado en el Centro de Jóvenes en conflicto con la ley, y luego excarcelado. Desde un primer momento, ella declaró que no estaba presente cuando la niña fue golpeada. Luego se determinó que Carrizo la golpeó, enojado porque la pequeña volteó su celular.

El informe forense determinó que la muerte se debió a un traumatismo de cráneo encefálico con fractura de cráneo grave.

En agosto de 2021, el tribunal compuesto por los Dres. Daniela Nittinger, Luis Domínguez y Juan Carlos Storniolo absolvió de culpa y cargo a la madre de la niña –quien estaba detenida desde el día de su muerte- y declaró penalmente responsable a su ex pareja. Precisamente, éste último debe ser sometido a un tratamiento especial, debido a su minoridad en el momento del crimen, y luego los camaristas decidirán qué condena se le aplicará.

Tras recuperar su libertad, la mamá de Morena regresó a Buenos Aires.

Finalmente, el 22 de noviembre de 2022, un tribunal le aplicó a José Carrizo una condena de 6 años de prisión, por considerarlo autor del delito de homicidio doblemente calificado por ensañamiento y alevosía, en perjuicio de la niña. Como estuvo casi 4 años y medio detenido, fue dejado en libertad.

CASO 11: LA DEJARON SOLA PARA IR BEBER

El 22 de marzo pasado, la Justicia de Control y Garantías de La Banda ordenó que una pareja sea enviada a juicio oral acusados de abandonar a su hija, una beba de dos meses a quien dejaron sola para ir a beber con amigos, quien luego falleció.

La Dra. María del Pilar Gallo —fiscal de la Unidad de Violencia Intrafamiliar— presentó la requisitoria fiscal y solicitó la elevación a juicio para Ema B. y Yonathan C. por el delito de abandono de persona agravada por el vínculo en perjucio de la recién nacida. La fiscal manifestó que el hecho ocurrió el 12 de septiembre del 2022, cuando la bebé falleció mientras el padre se encontraba ingiriendo bebidas junto a unos amigos y su madre se encontraba durmiendo en una habitación cercana, ebria.

La fiscalía expresó que la menor falleció por muerte súbita a consecuencia de la falta de atención, cuidado y limpieza. El juez José Luis Torrelio resolvió elevar la causa a juicio oral.

 

CASO 12: AHORCADO Y ARROJADO EN UN CANAL

El 5 de marzo de 2021, el Tribunal conformado por los Dres. Daniela Campos Nittinger, Luis Domínguez y María Eugenia Carabajal resolvió por unanimidad dictar la pena de prisión perpetua para María Teresa Díaz, acusada por homicidio calificado en perjuicio de su hijo recién nacido.

El hecho ocurrió en diciembre de 2017 en circunstancias en que la imputada ahorcó y arrojó en un canal a su bebé, luego de dar a luz en el baño de la propiedad donde se desempeñaba como empleada doméstica en la localidad de El Zanjón.

Entre las evidencias con las que se cuentan se encuentran: el informe policial de la denuncia del hallazgo del cuerpo del bebé en una bolsa en cercanías al lugar del hecho por parte de unos cuidadores de una finca quienes observaron a unos cuatro perros, uno de ellos con una bolsa en su boca, en la cual se encontraba el cuerpo del recién nacido.

 

Las muertes de estas criaturas son apenas una muestra del grado de violencia extrema en el ámbito intrafamiliar. Los lazos de sangre, a veces, son insuficientes para frenar la violencia y terminan convirtiéndose en lazos macabros.

 

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