“En 2021 creo que ha sido cuando me he podido comprar mi primera impresora y he podido mejorar mucho la calidad de mis pedidos”, menciona Camila Miranda (23), como una de sus mayores satisfacciones desde que es emprendedora. Un año antes, en plena revolución de la pandemia, empezó a sacarle provecho a una máquina de imprimir que su padre tenía en la casa.
Bajo la marca a la que llamó “Merak”, ofrecía cotillón para cumpleaños con la temática que le pidieran. La demanda era buena y llegaba gracias al comentario de los primeros clientes, como por la difusión en redes sociales. Lo complicado, claro, era distribuir los productos, dado el aislamiento social obligatorio que regía en todo el país.
Sorteada esa dificultad con la ayuda de cadetes, pudo concentrar cada vez más clientes y lograr su fidelidad hasta estos días. Muy conforme con los resultados de este proyecto, Camila avanza a paso firme, sin preocuparse por la creciente competencia y apostando a siempre a la calidad.
En diálogo con La Columna, la emprendedora del barrio Siglo XXI cuenta cómo fueron sus inicios y la consolidación de “Merak” con cada logro. Cuál es su fuerte para el trabajo independiente y qué anhelos tiene para su negocio a futuro.
-¿Cuándo y cómo inicia este proyecto?
-Yo he empezado durante la pandemia, porque estoy estudiando en la universidad y ha habido un año en el que no estaban dando clases y no podía rendir. Entonces tenía tiempo libre y mi papá me dice, bueno: ‘empecemos a hacer algo’… Él tenía una impresora y a mí me surge la idea de hacer cotillón para cumpleaños porque en pandemia todo se hacía en la casa, no se podía salir.
Se me ha ocurrido hacer el cotillón y envíos a las casas para que pueda festejar cada familia. El 16 de julio de 2020 me he hecho un Instagram y he empezado a hacerme un poquito más conocida con otros emprendedores porque hacía sorteos.
Primero eran solamente impresiones, no sabía diseñar. Y mi mamá también me ha dado su incentivo para empezar en este mundo de los emprendedores. Para mí era todo nuevo porque yo no tenía ningún conocimiento. Sí sabía utilizar una computadora que era la que usaba de mi papá y su impresora y me he ido capacitando en base a eso.
-¿Recuerdas quiénes fueron tus primeros clientes?
-Sí, siempre, desde que he empezado, mis primeros clientes han sido mi familia y mis amigos; algunos vecinos. En ese caso, me habían pedido cosas para cumpleaños y yo nunca había hecho. He aceptado, he buscado en internet y me he dado maña para poder empezar a hacer esto y todo ha sido ir probando. Si me salía mal, volver a hacer…
Por suerte, he empezado a tener bastantes clientes, más que nada, se ha hecho una difusión de ‘boca en boca’ porque no muchos usan Facebook e Instagram, sino por comentarios de mis clientes que les comentaban a otros lo que yo hacía y eso me ayudaba mucho para crecer.
Algo que sí ha tenido bastante difusión, que estaba de moda era hacer con otros emprendedores. Eso también ha sido una buena idea en ese momento para hacerme conocer.
- ¿Te sorprendió la demanda que tuviste al principio?
-Me ha sorprendido bastante el tener demanda porque era en pandemia y era complicado. Había gente que me pedía de La Banda y el problema era cómo hacerle llegar el pedido porque en ese momento no se podía salir. Tenía que conseguir algún cadete que pueda solucionar eso, que tenga la autorización para salir de Santiago. La verdad que ha sido toda una hazaña emprender.
Después de la pandemia he tenido más clientes, ha sido más fácil porque ya podían llegarse a mi casa a buscar y hacía envíos también.
-¿Cómo siguió el emprendimiento después de la pandemia?
-Al principio trabajaba con la impresora de mi papá y con su computadora. Después, con los trabajos que he ido haciendo, me he podido comprar mi propia impresora y también gracias a mi papá, armarme mi propia computadora.
Hoy trabajo con esa impresora y esa computadora y la verdad ha sido un logro muy importante para mí, porque en ese momento eran muy costosas y hasta el día de hoy son. Es muy costoso armarse una computadora para lo que realizo, porque tiene que tener algunos componentes muy caros. En 2021, creo que ha sido cuando me he podido comprar y he podido mejorar mucho la calidad de mis pedidos.
Ha sido un año de mucha experiencia y de adquirir muchos clientes. La verdad, hasta el día de hoy lo sigo haciendo porque es hasta un ingreso para mí. Si bien yo me dedico a estudiar, este ingreso es para gastos de comida, ropa en todo lo que sean mis finanzas personales.
-¿Qué productos pueden encontrar actualmente en Merak? ¿Vendes combos?
-Los productos que actualmente pueden encontrar en Merak son regalos, como fotos Pollaroid, cuadritos, tarjetas para el Día de San Valentín, cajitas… todo personalizado. Para cumpleaños, todo lo que es cotillón en banderines, bolsitas, tarjetas de invitación, tanto virtual como impresas, algunos suvenires, llaveros, de todo un poco…
Siempre me piden para niños, desde bebés hasta una edad promedio de 15 porque también he realizado para cumpleaños de 15. Para gente más grande me piden stickers para vasos, para bebidas... También he realizado pulseras para entregar como una (entrada) anticipada y diseño de tarjetas, flayers, logos para emprendimientos y todo lo que tenga que ver con publicidad, como tarjetas impresas o en sticker para que las puedan colocar en bolsitas, en cajas, en lo que necesite el emprendedor.
-¿Qué es lo que más demanda tiene?
-Lo que más demanda tiene son cosas para cumpleaños para niños, desde el bautismo hasta el primer añito, 2 o 3. Es lo que más sale. Todos los fines de semana hay alguien que encarga para la semana siguiente. Por el tema de la inflación, muchos clientes encargan un mes o dos antes, como para evitar el gasto de que suba el precio de los insumos.
-¿Cómo aprendiste a armar cotillón?
-Ha sido, más que nada, curiosidad y aprender durante el proceso. He realizado algunos cursos de cotillón por internet, por YouTube. También he realizado un curso en la UCSE, de Diseño Gráfico que me ha ayudado mucho a perfeccionarme en esto. Pero todo ha sido creatividad mía, curiosidad. A veces, los clientes me hablaban y me pedían si podía hacerles algo y capaz que no sabía, pero digo: ‘bueno, me voy a animar a hacerlo’. Entonces, ha sido mi voluntad de querer aprender y hacer aquello que nunca había hecho; pero creo que todo se aprende.
-¿Por qué crees que los clientes eligen tus productos?
-Creo que los clientes fieles que tengo, que son los de la pandemia, me eligen, primero por la calidad. Siempre trato de dar la mejor calidad en los productos, tanto en los insumos que tengo, como en la forma de diseñar.
Y algo que siempre me han recalcado es que yo les entiendo o les hago lo que realmente quieren. Muchas veces me ha pasado que no podía hacer más pedidos por cuestiones de tiempo; entonces, delegaba a colegas de mi barrio que sí podían, pero los clientes me decían que no, que querían hacer conmigo porque yo era la única que entendía lo que querían.
La verdad que el trato con los clientes es muy especial y el haber fidelizado con ellos y que se sientan cómodos conmigo y que me digan cómo quieren y que les guste lo que hago, es lo que más satisfacción me da.
A veces me dicen, por ejemplo, ‘haceme de la temática de Boca’ y no me dicen nada más, pero les gusta lo que les hago y sin tener que hacer modificaciones y demás. Les gusta cómo les diseño y poder plasmar sus ideas en algo más. Quedan satisfechos ellos y yo también.
-¿Qué es lo que más disfrutas de este proyecto?
-Lo que más disfruto de este proyecto es después de entregar el pedido, recibir ese mensaje de ‘muchas gracias’, ‘me ha gustado mucho’, ‘a todos les ha encantado’ o que me digan que le han pasado mi número a otros amigos porque les ha gustado mucho lo que he hecho.
-¿Cuáles son las mayores dificultades de este emprendimiento?
-Muchos de los insumos que tenía eran importados. Ha habido un tiempo el año pasado en que he estado como un mes sin poder trabajar porque no conseguía las tintas que compraba, que eran profesionales. Ha sido difícil volver a encontrarlas, porque en ese momento creo que habían cerrado las importaciones o no se estaban vendiendo por el tema de la inflación, de que había aumentado el dólar. Han sido unos meses complicados porque, como sea tenía que conseguir para poder trabajar, igual que el papel fotográfico, el papel obra que a veces no son comunes de encontrar.
También, buscar proveedores que sean accesibles, porque en base a eso también coloco el precio y trato de no subir mucho para que los clientes puedan seguir eligiéndome. La verdad, hoy hay mucha competencia; cuando yo he empezado había muy poca gente haciendo esto. Pero ya no me preocupa mucho la competencia porque me puedo diferenciar de los demás del rubro; por algo me eligen siempre. Pero, el tema de los insumos es lo que más complica a veces a los emprendedores.
-¿Qué estrategias usas para paliar la crisis económica?
-La estrategia siempre ha sido buscar proveedores económicos, darme maña o sacar promociones porque hay muchos que preguntan y van a lo barato, sin importar la calidad.
Me he cuestionado muchas veces el tema de bajar la calidad de mis insumos, pero es algo que ya no me va a representar a mí. Siempre he querido dar lo mejor; puede ser que sea un poco más caro que en otros lugares, pero la calidad es otra y yo sé que eso me va a diferenciar de otros emprendedores del rubro.
-¿Qué consideras que se podría hacer desde el Estado para ayudar a los emprendedores?
-Una ayuda del Estado podría ser crearnos un lugar donde podamos instalarnos, o darnos una ayuda con el tema de los insumos a la hora de la compra o con el tema de las herramientas nuevas para aprender. Básicamente eso, a veces es muy complicado decir: ‘que no suba el dólar’ y hablo del dólar porque los precios de los productos que compro siempre suben o bajan de acuerdo a eso, pero esperemos que la situación mejore y esté un poco más estable.
El año pasado ha habido una época en la que todas las semanas me han subido los insumos y era muy complicado tener que decirle al cliente que iba a aumentar el precio. Los clientes me habían preguntado unos días antes y yo ya les tenía que pasar un nuevo presupuesto. Así que esperemos que la situación se estabilice para que no vuelva a pasar eso.
-¿Cuán importantes son las redes sociales para la promoción y venta?
-Yo creo que en las redes sociales, la promoción y las ventas son lo más importante. No lo digo solamente en base a la experiencia de mi emprendimiento, sino también como estudiante de Licenciatura en Administración. Tengo bastante conocimiento acerca de eso; creo que es muy importante hoy.
Durante la pandemia, al no poder salir de mi casa, lo que hacía era vender por las redes sociales, tanto Facebook, como Instagram y WhatsApp. Entraba en los grupos de compra venta y publicaba.
Ser constante en las redes es muy importante. Hoy en día, por temas de tiempo no lo hago y como que no me hace falta, porque sin necesidad de publicar, consigo clientes, pero en los primeros tiempos necesitaba sí o sí estar publicando, hacerme conocer, que sepan de dónde soy, qué es lo que realizo; subir fotos de mis productos, que vean la calidad, la veracidad.
Hoy en día, como anécdota, he tenido clientes de Buenos Aires, de Tucumán y hace poco, una tía lejana que vive en Australia, me ha contactado para que le haga la tarjeta de invitación en inglés para su hija. Ha sido una experiencia muy linda porque, hoy con el tema de las redes puedes trabajar desde tu casa en Santiago del Estero y hacer un diseño para cualquier parte del mundo.
-¿Qué te gustaría incorporar al emprendimiento para que crezca?
-Lo que me gustaría incorporar a mi emprendimiento es la parte de sublimación que es, no solamente imprimir en papel, sino en telas, en tazas, realizar agendas, un poquito más de esto de la imprenta. Tal vez incorporar otra impresora...
-¿Cómo te definirías como emprendedora?
-Como emprendedora creo que soy muy visionaria, curiosa. Siempre trato de estar aprendiendo algo nuevo. Últimamente, he estado tratando de trabajar con una chica que es comunity manager y eso también me ha dado curiosidad; me ha dado una oportunidad de aprender un poco más sobre administrar las redes sociales de otros emprendedores. Muchas veces me lo han pedido, pero no lo he realizado por cuestiones de tiempo. Ha sido un tiempo de práctica y sí me ha gustado, pero me sigue atrayendo más la parte de diseño, impresión y cotillón.
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