18 de octubre, 2024
Espectáculos

A prácticamente un año de su edición, el ejemplar bibliográfico tuvo una gran aceptación y va camino a ser el refugio de los músicos que eligen el camino de la percusión, sobre todo ligada al folclore.

“Chacarera, bombo leguero y batería” (Método de Estudio para bateristas y percusionistas), es el trabajo del músico santiagueño Martín Alcorta que continúa cosechando adeptos tras un año de ser editado.

El objetivo de ser un soporte educativo para actualizarse y profesionalizarse en esta rama de la música, y cómo músico, va siendo logrado con gran satisfacción.

Oficialmente presentado durante el año pasado, en “La Vieja Estación” (Parque Oeste), con la participación de músicos con los cuales Martín compartió escenarios en sus más de veinte años de trayectoria, tales como: Enrique Marquetti, Ariel Santillán, Horacio Lavaisse, entre otros; el libro aborda la metodología sobre bombo leguero y batería en la chacarera.

Orientado netamente hacia el folclore, puede ser leído y escuchado, ya que trae consigo audios explicativos, con lo cuál suma en la búsqueda de perfeccionamiento que buscan los músicos locales, tanto aquellos que recién se inician como los ya profesionales.

Editado a través de la Cámara de Diputados de la Provincia, y escrito íntegramente por el músico local, de una manera pedagógica aborda los ritmos que distinguen a la tierra de las chacareras.

En tratativa de una segunda parte, Martín se expresó con La Columna por este material, que sin dudas va marcando el camino.

 

¿Cómo surge la idea de escribir un libro?

Surge al estar estudiando otras músicas. En algún momento queremos estudiar batería o percusión de nuestros sonidos, y solo encontrábamos bibliografía de música brasilera o uruguaya, entre otras.

Allí fue que sentí la importancia de hacer algo, porque no había mucha bibliografía de batería, principalmente de chacarera. Me pareció trascendental tener un libro en Santiago del Estero sobre nuestra música, nuestro instrumento. Y todo eso volcado a la batería.

 

¿Es un libro que expone la experiencia o que invita a la enseñanza?

Es un libro que les ha puesto toda la energía en la educación, sobre nuestra música.

Es un total compromiso el poder volcar en un trabajo académico lo aprendido. El trabajo brinda la forma de tocar principalmente aquí en Santiago del Estero. Tiene un perfil docente y educativo.

 

¿Hay una metodología especial para abordar la Chacarera? ¿Es igual con bombo que con batería?

No hay una metodología. En el libro plantee una manera personal de tocar.

De todas maneras, tiene un lenguaje universal, entendible. Cómo tiene partituras lo puede leer cualquier persona del mundo.

Es una manera de trabajar los ritmos básicos y adaptarlos a la batería.

 

 

¿Quién estuvo a cargo de la redacción y corrección?

El tema de la redacción lo hice un poco con Horacio Lavaisse (músico y guitarrista santiagueño). También estuvo a cargo de la corrección junto con Mario López, que es uno de los diseñadores del interior del libro.

 

¿Cuál es la editorial que elegiste para publicar?

El libro fue auspiciado por el Centro Cultural Legislativo Artístico.

Presenté el proyecto y a una diputada le interesó, le gustó mucho el trabajo.

El libro ha sido publicado por la imprenta de la Cámara de Diputados de la Provincia. También ha sido declarado de interés provincial por dicha institución.

 

¿Hubo intervención de otros músicos en el proceso?

Han intervenido otro músico, si. Fede Gamba, por ejemplo, músico de Buenos Aires que se encargó de digitalizar todo lo escrito a mano, que estaba fuera de mi alcance.

También Horacio (Lavaisse) hizo su intervención, un poco más grande.

 

 ¿Cómo definirías está experiencia de pasar de tocar, a escribir un material que quedará en la historia para otros músicos?

La verdad que ha sido una experiencia muy, muy, positiva.

Son dos cosas muy diferentes tener que tocar, dar clases o escribir. Se debe fundamentar y tratar de transmitir todo correctamente. En ese aspecto también aprendí mucho, tanto como un alumno, porqué eso es la docencia, vas aprendiendo a la par.

Esa es la experiencia que me llevo.

 

¿Hace cuánto y cómo comenzaste con la percusión y batería?

De niño usaba unos tachitos como tambores. A los siete años era un juego para mí. Al igual que ver a mi viejo y tío tocar la batería. Me gustaba, disfrutaba.

A los 17 años tuve mi primer batería y comenzó la travesía de aprender, incursionar, profesionalizarme. Allí inicié mis estudios de batería y percusión.

 

¿Siempre estuvo el folclore en tu vida o es algo circunstancial del camino como músico?

No es la primera música que me ha llegado. Yo venía de escuchar rock, blues, música internacional.

Por un trabajo de estudio profundo, y de saber tocar, el folclore está presente, y ahora en este libro, porqué realmente me parecía importante hacer un pequeño aporte a nuestra chacarera.

 

 

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