No le había sido tan simple el partido a Argentina en Mar del Plata ante Chile, aunque lo había manejado en la segunda mitad, y por eso se esperaba un juego distinto en Valdivia, con el local buscando llevar el trámite a su terreno, más agresivo, más al límite. Así lo hizo y, aunque sufrió en el tercer cuarto, terminó ganando 79-77. Un triunfo que esperó 68 años (Sudamericano de Cúcuta en 1955). Manny Suárez, la estrella absoluta del partido: 29 puntos y 9 rebotes.

Argentina empezó el partido con contundencia, defendiendo bien, aprovechando la mala puntería de Chile para correr, y con un 0-6 parecía que controlaba el desarrollo, pero entonces todo cambió. Todo. Se podría decir que hubo un dato fundamental, que fue la defensa argentina. Cuando Chile pasó ese primer escozor, se puso durísimo atrás y empezó a encontrar tiros cómodos adelante que, ahora, comenzaron a entrar. Del 0/6 de arranque fue a un 7/10 que le permitió meter un parcial de 13-0 y luego 23-3 para sacar 14 de ventaja (23-9), que le dieron mucho aire para continuar el juego.

Argentina se vio desbordada. Chile le defendió bien el triple al que le interesaba frenar (Brussino), se cerró para evitar las penetraciones de Campazzo cómodas y el juego de poste bajo de Deck, y ante la permisiva defensa de la visita, cada vez fue tomando más confianza en ataque, sobre todo con Morales y, desde el segundo cuarto, con el ingreso muy efectivo de Manny Suárez, demoledor en el segundo período, con 14. Así, los chilenos se fueron 20 arriba apenas comenzado el 2C, 31-11.

En ese momento, Argentina se dio cuenta que el partido se le iba y, con mayoría de titulares otra vez en cancha, puso su destino en manos de Campazzo, que fue más agresivo adelante anotando y rompiendo la defensa con pases profundos, para llegar a achicar a 8 la diferencia (36-28). Ahí hubo una antideportiva a Bolmaro que le permitió al local retomar el control, con Suárez en modo imposible, para recuperar una distancia de 15 en un marcador alto, que seguramente Chile no esperaba. Como tampoco el 9/15 en triples con el que terminó la primera mitad. Chile se llevó esos 20 minutos 53-42, mostrando la endeble defensa rival y, otra vez, un dominio claro del juego interior, no solo con rebotes, sino por el peso propio de sus 2 internos principales: Suárez (16) y Haase (7). Argentina, fuera de Campazzo y el resurgir de Deck, ofrecía muy poco en contraprestación.

Argentina salió a la segunda parte con otra cara, mucho más intensa en defensa, ajustando mejor a los anotadores chilenos, cerrándose mejor en su tabla, contestando casi todos los tiros de su rival, al punto que Chile solo anotó un tiro de cancha en el tercer cuarto (su primer punto lo anotó a los 5m20s), permitiéndole a Argentina correr más y recuperar la fe, sin tanta injerencia de Campazzo y con más participación de Brussino y de Juan Fernández, que con un triple sobre la bocina le volvió a dar el liderazgo a su equipo después del 6-4, para cerrar el tercer período arriba 60-59, revirtiendo la mala imagen defensiva que había dejado, con un parcial de 18-6 en esos terceros 10 minutos.

Si Chile arrancó seco el tercer cuarto, Argentina lo hizo en el último, anotando sus primeros puntos recién a los 3m35s con una corajeada de Deck. Chile empezó 8-0 el período, con mucha actitud para todos los balones divididos, y eso le dio una luz vital para soñar con el triunfo, 67-60. Mándole paró el juego y fue con los 5 titulares a jugar los 6 minutos finales, para ver si podía tirarle a su rival la diferente jerarquía de sus individualidades.

Lo hizo en parte: Campazzo se puso la capa de héroe, Deck lo acompañó, pero faltó otra vez defensa interior. Manny Suárez no tuvo un defensor que le jugara lo suficientemente físico, anotó con mucha facilidad cerca del cesto y puso a Chile 4 arriba a 2 minutos del final. Un triple de Bolmaro, una buena defensa y 1/2 libres de Facu dejaron el partido igualado con 60 segundos en el reloj. Muy confusos, por cierto, Primero Suárez volvió a castigar para poner 2 arriba a Chile, luego hubo una falta sobre Deck, tras un yerro de Campazzo, que terminó con 2 libres para el santiagueño, pero una falta técnica a Facu, con lo cual Chile sacó 3.

Lo raro fue que Deck metió el primero, erró el segundo, Argentina tomó el rebote y Gaby tiró un incomprensible triple forzado a 8s del final, cuando tenía la chance de penetrar. Chile se quedó con el rebote, luego Argentina cortó a 3s9 del final, y los chilenos se aseguraron el triunfo con las anotaciones desde la línea de Herrera, más allá del triple final de Brussino y 2 libres más de Chile sin tiempo en el reloj. Fue 79-77, en un flojito partido de Argentina, salvo el tercer cuarto. Suárez fue la estrella del juego, sin dudas, con 29 puntos y 9 rebotes. En Argentina, Deck terminó con 20 puntos y Campazzo con 16. Chile no le ganaba a Argentina desde el Sudamericano de 1955, en Cúcuta, 65-59. Histórico triunfo de la selección trasandina.

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