La adicción a los juegos de azar y apuestas en línea de niños y adolescentes, se ha convertido en un creciente problema no solo de salud mental. Estadísticas señalan que tanto desde las casas cómo de las escuelas, se realizan las prácticas. Profesionales advierten que es una “bomba de tiempo”, que afecta al apostador, a la familia, y a toda la comunidad.