27 de septiembre, 2025
Entrevistas

Llega el verano y la gente, un poco por impulso de las redes sociales y otro poco por el inveterado vínculo de las vacaciones con el cuerpo en su mejor estado posible, busca retoques estéticos pasando por el quirófano. Al respecto conversamos con el doctor Ramiro López Bustos, prestigioso cirujano plástico de nuestra provincia. LA COLUMNA, con quien hablamos de los requerimientos y de las expectativas confrontadas con la realidad.

L.C.: ¿La gente consulta más en esta época?

R.L.B.: En septiembre la gente consulta, pero no tanto como se puede creer. Se consulta todo el año. Muchos aprovechan las vacaciones de fin de año y también las vacaciones de invierno, cuando los pacientes están más tranquilos y más desocupados con respecto a las tareas domésticas.

 

L.C.: ¿Qué es lo que más se consulta?

R.L.B.: Lo que más pide la gente, en cualquier época del año, es la cirugía de contorno corporal. Lipoaspiración, abdominoplastía (post-embarazo, o para gente que bajó mucho de peso). Antes hacíamos mucho de aumento de mamas, ahora no tanto.  La paciente ha tomado consciencia de que no debe exagerar con las proporciones. Antes veíamos pacientes que se ponían prótesis excesivas que, a la larga, le traían muchos problemas.

 

L.C.: ¿Qué otras prótesis piden?

R.L.B: También existen prótesis de glúteos o pantorrillas. Yo, particularmente, no las coloco porque me parece que los resultados no son muy estéticos. Para mi gusto queda muy artificial.

 

L.C.: ¿En Santiago del Estero hay hombres que se atreven a la consulta?

R.L.B.: En Santiago del Estero no hay tantos hombres que consultan o se sometan a cirugías. En otras provincias más grandes, hay mayor proporción de hombres consultando.  No digo mitad y mitad, pero sí bastantes más que en Santiago. Todavía hay prejuicio, creo. De diez o quince consultas, hay un hombre.

L.C.: ¿Por incidencia de las redes sociales, las mujeres piden cosas que no necesitan?

R.L.B.: Vienen al consultorio muchas mujeres que dicen necesitar algo que no lo necesitan o que no las va a beneficiar. Allí es donde debemos actuar los profesionales con responsabilidad, explicándole a la paciente qué es lo mejor para cada caso. Muchas veces vienen pacientes que dicen: “Doctor, quiero esto que he visto en Tik Tok”, pero lo ideal es que la paciente diga: “Doctor, a mí me molesta esto que tengo en la cara, o en los glúteos o en el abdomen”. Nosotros viendo lo que la paciente tiene le vamos a explicar cuál es el mejor tratamiento. Y el resultado también va a tener que ver con muchos factores como, por ejemplo, la expectativa del paciente. Porque si tiene mucha expectativa, seguramente no va a estar satisfecho con los resultados.

 

L.C.: ¿Recomiendan acompañamiento psicológico antes de una cirugía de esta naturaleza?

R.L.B.: Muchas veces vemos pacientes que están estéticamente muy bien y no se ven así. En esos casos, la cirugía va a agravar más el problema. Porque hay una expectativa que no se va a cumplir.

 

L.C.: ¿Existe un “monumento a los glúteos?

R.L.B.: Hay una moda. Vienen mucho a consultarme, pero no es una cirugía sencilla.

 

L.C.: ¿El paciente es un personaje pasivo en el contexto de la cirugía?

R.L.B.: El paciente debe comprometerse a acompañar la operación con, por lo menos, un año de trabajo (entendiendo por trabajo, gimnasio, cambio de hábitos, dieta).

Por ahí, a un paciente con sobrepeso, le hacemos la operación, lo mejoramos, pero si no tiene disciplina, su hábito no va a cambiar. Entonces al poco tiempo el paciente no sólo va a estar igual sino peor. Con todo ello, el paciente no sólo va a mejorar su aspecto sino su estilo de vida y, consecuentemente, para su salud.

 

L.C.: ¿Las redes generan necesidades que la gente no necesita?

R.L.B.: Es así. Muchos pacientes están constantemente en Tik Tok y están viendo qué se pueden hacer (estéticamente). En definitiva, les genera una molestia que no tenían. Las redes engañan mucho.

Nosotros, los mortales, no vivimos de esto, las que aparecen en Tik Tok viven de su cuerpo. Nosotros, los simples mortales, queremos vernos un poquito mejor. Las personas famosas viven de su imagen. Hay pacientes que idealizan y dicen: “Esa señora tiene cuarenta años como yo”, pero esa señora de cuarenta es profesional, y vive por y para su imagen. Durante veinte años ha ido a dermatólogos, cirujanos plásticos, nutricionistas, al gimnasio. Los pacientes mortales tienen que vivir otra vida, llevar los chicos a la escuela, moverse de otra manera. Por eso el objetivo en estas personas debe ser mejorar, no igualarse a los prototipos que ven en las redes sociales.

 

L.C.: ¿Enfrentan eventuales quejas posteriores a la operación?

R.L.B.: En la entrevista previa nos damos cuenta de qué tipo de paciente es. Si dice: “Quiero quedar así”, uno no la tiene que operar. Hay que captar si la paciente tiene dismorfia. Son pacientes a las que, operándolas, podemos agravarles más el problema. Hay pacientes que, por las mismas redes, vienen con sobreinformación y ven que un paciente se opera y a los dos días toma un avión para ir a la playa. Si se contara de todo lo que el paciente debe hacer para recuperarse, por caso el reposo, eso no vende. La publicidad de cualquier cosa es mentirosa, venden un hombre con ropa interior y se lo muestra como un ganador de la vida y eso está muy lejos de la realidad.

 

L.C.: ¿Se podría decir que el paciente busca felicidad?

R.L.B.: El paciente debe saber que uno se opera para uno; si lo hace para agradar a otros, va por mal camino. Se opera para uno sentirse bien. Acudir a un médico reconocido y después tener en cuenta que no debe generarle falsas expectativas, idealistas. Tengo pacientes que me dicen: “Doctor, usted me ha dicho lo mismo que me ha dicho otro médico”, y bueno, le aconsejo que no vaya buscando el médico que le diga lo que está esperando escuchar. Hay que ser respetuoso sobre lo que el médico le dice. Que no le cree falsas expectativas.

Gracias a Dios, los médicos en Santiago son muy serios. No hay “Lotockis”. Se trabaja en esta área muy acertadamente.

Compartir: