El Fondo Monetario Internacional (FMI) recalculó su estimación para la economía argentina este año y proyectó una fuerte caída de 2,8% como consecuencia del “ajuste considerable” que experimentará a lo largo del 2024 por las medidas del gobierno de Javier Milei. Para el año próximo, de todas formas, prevé un pronunciado rebote de 5 por ciento. La recesión y la inflación serán tan pronunciadas este año que solamente la Argentina empujó un recálculo hacia la baja para toda la región y los países emergentes, mencionó el reporte.

Un día antes de la sesión del directorio del organismo, en el que se espera la aprobación de la última revisión técnica finalizada el 10 de enero y la habilitación de un desembolso de USD 4.700 millones, el FMI hizo pública su actualización del informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, en inglés).

El Fondo Monetario hizo algunas breves refencias a la situación argentina, que es el principal deudor ante el organismo y que experimentó en el último mes y medio grandes cambios de política económica tras el cambio de gobierno, que incluyeron la liberación de precios relativos, una fuerte devaluación inicial, licuación de gasto público y de deuda y medidas para contraer la base monetaria.

El FMI enmarcó su comentario sobre la Argentina en un análisis sobre lo que estima para toda la región: una desaceleración general explicada, en parte, por la recesión argentina. “En América Latina y el Caribe, se proyecta que el crecimiento disminuya de 2,5% estimado en 2023 a 1,9% en 2024, y que aumente hasta 2,5% en 2025, lo que corresponde a una revisión a la baja para 2024 de 0,4 puntos porcentuales respecto de la proyección del informe WEO de octubre de 2023. La revisión del pronóstico para 2024 se debe al crecimiento negativo de Argentina en el contexto de un ajuste significativo de la política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica”, aseguró el organismo que encabeza Kristalina Georgieva.

“Como en otras economías importantes de la región, se registran mejoras de 0,2 puntos porcentuales para Brasil y 0,6 puntos porcentuales para México, principalmente a causa de los efectos de arrastre de una demanda interna más fuerte de lo esperado y un crecimiento mayor de lo previsto en los principales socios comerciales”, abundó el informe del Fondo.

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