26 de junio, 2024
Actualidad

La Lic. Ana María Satuf explicó la forma en que, profesionalmente, puede abordarse a niñas, niñas y adolescentes que fueron víctimas de abuso sexual para obtener un testimonio

“A través del juego, el profesional psicólogo va a ir obteniendo indicadores” manifestó la Licenciada Ana María Satuf sobre la técnica de evaluación en casos de agresión sexual contra niño, niñas y adolescentes.

“El niño no solamente se expresa de forma verbal, por eso hablamos del polimorfismo del lenguaje infantil, ya que hay diferentes maneras de expresarse que tienen los NNA y una de ellas es por medio del juego.

Cuando no puede hablar y expresar sobre su padecimiento, continuó expresando, lo hace a través de las escenas lúdicas, por medio de ello, expresa y da indicios sobre algo que le está pasando y, en esos casos, se van a detectar indicadores de agresiones sexuales”.

En esa línea, agregó: “Para arribar a un diagnóstico, entendido como una construcción, en tanto una entidad hipotética muy compleja, se emplea el juego, porque cuando hablamos de niños, el profesional debe tener en cuenta su edad cronológica, el contexto social, cultural, si hay figuras contenedoras o no que posibiliten que el niño pueda manifestarse. Entonces, cuando ello no ocurre mediante un relato, el NNA lo va a manifestar a través de diferentes lenguajes y uno de esos es el juego, porque lo lúdico es lo que lo aleja de lo doloroso, siempre dentro de un marco terapéutico, de un otro que tiene que ser un profesional del área de salud o social que pueda leer ese lenguaje”.

Clases de juegos Consultada respecto de las diferentes clases de juegos empleados, la Lic. Satuf comentó que “se utilizan cuentos, títeres,
moldeados, dentro de un proceso judicial como proceso de evaluación diagnóstica o en la clínica donde se establece una transferencia entre el terapeuta y el paciente”.

En cuanto, al aporte que realizan los psicólogos a los magistrados en el marco de un proceso judicial, remarcó que “el profesional brinda, además del juego, otras herramientas, como técnicas proyectivas de las que se vale el psicólogo, que les sirven a los jueces o a quienes tienen que tomar una decisión sobre ese NNA en cualquier Fuero, haciendo prevalecer sus derechos”.

Cabe destacar que Ana María Satuf es licenciada en Psicología. Especialista en clínica con niños y adolescentes e integrante del Equipo Interdisciplinario de la Oficina de Violencia Familiar y de la Mujer del Poder Judicial de Santiago del Estero. Asimismo, participa en el dictado de talleres y capacitaciones híbridas, en cuanto al abordaje técnico de agresiones sexuales.

Violencia Sexual

Se entiende por abuso sexual contra una niña, niño o adolescente, según UNICEF y el Programa Las Víctimas Contra Las Violencias, cuando un adulto agresor/a utiliza a una niña, niño y/o adolescente para cualquier acto con fines sexuales, estimularse él/ella mismo/a, a la niña, niño y/o adolescente o a otra persona. 

“Se utilizan cuentos, títeres, moldeados, dentro de un proceso judicial como proceso de evaluación diagnóstica o en la clínica donde se establece una transferencia entre el terapeuta y el paciente”, manifestó la profesiona

Incluyen los tocamientos, manoseos, violaciones, explotación o utilización en pornografía, obligar a una niña, niño y adolescente a observar actos sexuales de otros (sean adultos/as o niñas, niños y adolescentes), entre otros. Pueden existir abusos sexuales realizados por una niña, niño y/o adolescente menor de 18 años cuando entre el agresor/a y la víctima existe fuerza o asimetría de poder o diferencias etarias significativas. El abuso sexual puede ocurrir en el hogar, instituciones, escuelas, lugares de trabajo, dentro de las comunidades, entre otros. Los/as agresores/as pueden ser del ámbito familiar, conocidos/as, vecinos/as, o desconocidos/as y pueden ser de cualquier nivel socioeconómico y educativo Según una encuesta de Unicef realizada en 2019 y 2020, el 59% de chicas y chicos entre 1 y 14 años experimentó prácticas violentas de crianza; el 42%, castigo físico, y el 51,7%, agresión psicológica.

Entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 fueron atendidas, bajo un programa del Ministerio de Justicia, 3.219 niñas, niños o adolescentes víctimas de violencia sexual y 6.770 víctimas niñas, niños y adolescentes por violencia familiar.-

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