 
						Las últimas elecciones dejaron ver que el peronismo santiagueño ocupa un lugar importante en la escena política. Con “Pichón” Neder al frente de Fuerza Patria Peronista, el justicialismo local se proyecta como pieza clave de equilibrio y gobernabilidad en la nueva etapa.
El mapa político santiagueño que emerge tras las últimas elecciones no sólo confirma la hegemonía del Frente Cívico por Santiago, sino que también marca el reordenamiento interno del peronismo, que vuelve a ganar centralidad dentro del esquema de poder con la consolidación de Fuerza Patria Peronista, el espacio que encabeza José Emilio “Pichón” Neder.
Lejos de ser una reedición testimonial del justicialismo, esta nueva configuración expresa una madurez política y una reinserción estratégica del peronismo dentro del frente gobernante, al tiempo que reafirma su rol como columna vertebral del equilibrio político y territorial de la provincia.
Durante buena parte de las dos últimas décadas, el peronismo en Santiago del Estero ocupó un papel de acompañamiento y soporte político dentro del Frente Cívico.
La conducción de Zamora, primero desde una identidad radical-kirchnerista y luego como espacio provincialista, había subsumido las estructuras tradicionales del PJ bajo un proyecto que priorizaba la transversalidad.
Sin embargo, la persistencia de cuadros, militantes e intendentes justicialistas, particularmente del interior profundo, mantuvo vivo un núcleo de identidad peronista, con presencia real en el territorio, en las organizaciones sociales y en la base sindical.
El surgimiento y consolidación de Fuerza Patria Peronista (FPP) responde, precisamente, a esa necesidad: recuperar visibilidad política sin romper la alianza con Zamora, institucionalizando un espacio propio dentro del frente de gobierno.
Con esta fórmula, el peronismo santiagueño no confronta, sino que reafirma su pertenencia al modelo provincial desde una identidad política con historia, doctrina y estructura.
EL ROL DE PICHÓN NEDER
La figura de José Emilio “Pichón” Neder resulta central para entender esta nueva etapa.
Hombre de vasta trayectoria en la política provincial, con raíces en el justicialismo histórico, ex vicegobernador, actual senador nacional, reelecto para el próximo período, y referente indiscutido del peronismo orgánico, Neder encarna el puente entre la vieja guardia y la nueva generación peronista, así como entre el zamorismo y el movimiento nacional.
Su lugar en la primera línea de protagonismo, en un contexto donde Zamora se proyecta al Senado y Elías Suárez asume la conducción provincial, lo coloca en una posición clave:
ser garante de gobernabilidad, articulador con los sectores tradicionales del peronismo y vocero de la identidad federal santiagueña en el escenario nacional.
Neder aporta experiencia, territorialidad y un peso político que trasciende lo meramente institucional. Su capacidad de diálogo con los intendentes, su ascendencia sobre los gremios y su vínculo histórico con la estructura del PJ nacional le otorgan un valor político agregado en tiempos donde el país experimenta un reacomodamiento de fuerzas tras el avance libertario.
FUERZA PATRIA PERONISTA
En este contexto, Fuerza Patria Peronista emerge como una plataforma de renovación y contención política, que permite canalizar la participación de cuadros medios, dirigentes locales y jóvenes militantes que buscan fortalecer la base territorial del Frente Cívico desde una identidad peronista.
Su crecimiento se explica no sólo por la figura de Neder, sino también por su capacidad de integrar distintos sectores: dirigentes que provienen del PJ tradicional, ex legisladores, sindicalistas y referentes barriales que reconocen en el espacio una forma de pertenecer al proyecto zamorista sin diluir su historia.
Este equilibrio entre autonomía relativa y alineamiento estratégico le da a Fuerza Patria Peronista una función bisagra dentro del sistema provincial. Hacia adentro, como estructura de cohesión y movilización política. Hacia afuera, como carta de representación ante el justicialismo nacional, hoy fragmentado y en proceso de redefinición tras la derrota electoral a nivel país.
EL NUEVO ESQUEMA DE PODER
Con el traslado de Gerardo Zamora al Senado, la conducción provincial entra en una etapa de co-gobernabilidad planificada.
Elías Suárez asume la administración y continuidad institucional, mientras que Neder, también desde el Senado, refuerza el sustento político desde el peronismo aliado, aportando músculo territorial y capacidad de negociación con sectores del PJ nacional y con los intendentes peronistas del norte argentino.
Este nuevo esquema consolida un poder compartido pero ordenado, donde cada actor asume un rol definido. Zamora, como estratega federal desde Buenos Aires. Suárez, como gestor y garante de estabilidad interna. Neder, desde el Senado, como articulador político y referente del justicialismo dentro del frente.
En conjunto, conforman una arquitectura de poder amplia, previsible y disciplinada, que asegura la continuidad del modelo santiagueño sin fracturas, al tiempo que fortalece la posición de la provincia en el escenario nacional.

PROYECCIÓN NACIONAL
En el nuevo tablero político argentino, con un oficialismo libertario y un peronismo nacional en reconstrucción, la figura de Neder puede adquirir una relevancia estratégica.
Desde su rol, podría contribuir a la reconfiguración del peronismo federal, articulando con gobernadores, legisladores y dirigentes del norte grande que buscan un espacio de consenso y reconstrucción política más allá del kirchnerismo.
Santiago del Estero, tradicionalmente ubicada al margen de las turbulencias partidarias nacionales, podría transformarse en un polo de equilibrio y reorganización del justicialismo del interior, con Fuerza Patria Peronista actuando como un laboratorio de unidad y moderación.
De hecho, la fortaleza del peronismo santiagueño radica precisamente en su capacidad de convivir dentro de una coalición provincial exitosa, sin renunciar a sus principios ni a su inserción territorial.
La nueva etapa política en Santiago del Estero no sólo consolida la hegemonía del Frente Cívico, sino que revaloriza el papel del peronismo como socio estructural del modelo.
Con Pichón Neder al frente de Fuerza Patria Peronista, el justicialismo provincial alcanza una fase de madurez: deja atrás los tiempos de subordinación y se reposiciona como columna política del orden, la gobernabilidad y la proyección nacional del proyecto santiagueño.
En una coyuntura nacional donde el peronismo busca redefinirse, Santiago muestra una versión exitosa de equilibrio y unidad: un peronismo que no confronta, sino que gobierna;
que no compite, sino que complementa; que no busca cargos, sino continuidad y previsión.
Así, el liderazgo de Neder dentro de Fuerza Patria Peronista se convierte en un factor de estabilidad y proyección política para una provincia que vuelve a ser ejemplo de cohesión, diálogo y conducción estratégica en tiempos de fragmentación nacional.
 
								 
								