06 de septiembre, 2025
Actualidad

El quebracho colorado, símbolo del Gran Chaco y declarado Árbol Forestal Nacional, enfrenta un grave retroceso por la tala indiscriminada y el avance de la frontera agropecuaria. Greenpeace alerta que, pese a su valor ambiental y cultural, la especie continúa desapareciendo en provincias del norte argentino.

En Argentina, el Día del Árbol se celebra el 29 de agosto. Greenpeace destaca la importancia del quebracho colorado y advierte que la especie se encuentra seriamente amenazada por la tala y el desmonte, especialmente en las provincias de Santiago del Estero, Chaco, Salta y Formosa.

 

El quebracho colorado es un árbol de gran porte, de crecimiento lento y de madera dura (de allí es que su nombre refiere a que “quiebra hachas”), y tiene un alto valor para la conservación de los bosques del Gran Chaco Americano.

 

A pesar de ser declarado “Árbol Forestal Nacional” en 1956, y de su importancia ambiental, económica y social, la histórica sobreexplotación del quebracho colorado llevó a su estado actual de vulnerabilidad, y desde 1998 está categorizada en Argentina como especie “En Peligro” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

 

“La presencia del quebracho colorado sigue disminuyendo drásticamente por la tala indiscriminada para la producción de tanino y de durmientes de ferrocarriles, y por los desmontes para el avance de la frontera agropecuaria. Existe una clara complicidad de los gobiernos provinciales en que continúe la deforestación. Hay luz verde para los desmontes ilegales y se autorizan donde la Ley de Bosques no lo permite”, advirtió Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de Greenpeace.

 

Los trenes son una de las mejores opciones para el transporte en términos ambientales. Pero por cada durmiente que va colocado debajo de las vías, se sacrifica innecesariamente un árbol de quebracho (de entre 60 y 80 años de edad). Desde el año 2013 se realizaron licitaciones para la compra de 2 millones y medio de durmientes de quebracho colorado y quebracho blanco. Esto significa más de 2 millones de árboles talados.

 

La explotación de quebrachos para las vías es una actividad de principios del siglo pasado, y muchas veces ilegal, que puede ser reemplazada por durmientes de cemento y sintéticos, como se hace en otros países.

 

Se estima que entre 1998 y 2024 la pérdida de bosques nativos en el país fue de cerca de 7 millones de hectáreas, una superficie equivalente a la de Escocia. El 75% de la deforestación se produce en las provincias de Santiago del Estero, Chaco, Salta y Formosa.

“Las multas económicas no son suficientes como para frenar los desmontes. Es un escocido que provoca desaparición de especies, cambio climático, inundaciones, sequías, desertificación, enfermedades, desalojos de indígenas y campesinos, pérdida de alimentos, medicinas y maderas. Debemos terminar con la impunidad, penalizando la destrucción de nuestros bosques”, señaló Cruz.

 

Greenpeace convoca a la ciudadanía a reclamar en votaporlosbosques.org que los incendios forestales y los desmontes ilegales se establezcan como un delito penal. Ya participaron más de 267.000 personas.

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