La Lic. Lurdes Díaz estrena en Santiago del Estero el primer Oligoscan, un test que en solo cinco segundos ofrece información sobre el estado general de un paciente. Los resultados son abordados con tratamientos alimentarios y suplementación, cuando así lo requieren.
“La nutrición genómica y orthomolecular trabaja la rehabilitación celular en general; desde las partículas más pequeñas, la parte anatómica de todo el cuerpo humano”, señala la nutricionista, Mg. Lurdes Díaz. Esta rama de la especialidad marca tendencia en el primer mundo, como alternativa para abordar diferentes tipos de problemas, a través de la alimentación.
Para su aplicación, se impone una herramienta muy útil que permite a los profesionales conocer el estado general de los pacientes. Se trata del Oligoscan, un equipo no invasivo que, en solo cinco segundos, puede informar los niveles de nutrición y de toxinas de una persona.
Tras especializarse en la materia y adquirir este instrumento (el primero en Santiago del Estero) Díaz destaca el potencial para el trabajo con pacientes en general y con deportistas y mujeres bajo tratamiento de fertilidad, en particular.
“El oligoscan es un sistema innovador, altamente preciso y no invasivo que nos detecta y muestra el estado general del individuo, a nivel de toxicidad y nutrición. Mediante este test podemos conocer los minerales disponibles a nivel intracelular, cuáles son las deficiencias, las fuentes de toxicidad, el índice de envejecimiento y hasta cómo controlar los niveles para el restablecimiento de la salud”, detallaba la especialista en diálogo con FM de la Ciudad.
Para dimensionar los alcances del Oligoscan, explica que su uso permite “obtener de modo inmediato, algo para lo que hasta ahora se requerían como mínimo tres análisis, altos costos, traslados y demoras”. En consultorio no más, puede medir las carencias nutricionales y, en base a eso “ajustar el tratamiento nutricional” y sumar el aporte de la suplementación, en caso de ser necesario.
Ahora bien, cómo funciona este novedoso sistema. Simplemente se acerca el equipo a la palma de la mano del paciente para que ilumine cuatro puntos de esta. “Por espectrofometría (técnica experimental usada para la detección específica de moléculas) tenemos la medición completa”.
Eso sí, la implementación de esta herramienta, debe ir “acompañado con lo que es la parte del laboratorio”. “Siempre va a estar asociado a todo lo que es la parte hormonal, glucosa, hemograma… me ayuda muchísimo a optimizar rápido los tratamientos”, señalaba la nutricionista.
Como especialista en fertilidad, sostiene que estos avances tecnológicos tienen “muchísimo” qué aportar a los tratamientos personalizados.
Díaz afirma que la nutrición genómica y orthomolecular “no es una rama de la medicina, sino de la medicina funcional que es lo que se trabaja en el primer mundo”. Y, si bien en su caso se enfocó en el campo de la fertilidad y reproducción asistida, la disciplina puede aplicarse en el tratamiento de todas las patologías.
Este nuevo campo parte de que “los avances científico-tecnológicos no han conseguido mejorar por completo la calidad de vida de los pacientes”. “A partir del entendimiento de los procesos bioquímicos y la posibilidad de influir sobre ellos mediante la utilización de micronutrientes ya sea desde simplemente la alimentación, tanto como la suplementación nutricional podemos acercársenos a este ansiado anhelo.
Así surge fundamentalmente la Medicina Orthomolecular con su capacidad de mediar hasta conseguir el equilibrio molecular evitando una innumerable diversidad de patologías desde genéticas, degenerativas o bien adquiridas”, expresa entre sus fundamentaciones el Diplomado de la especialidad.
La nutricionista santiagueña, contó que su interés por esta disciplina comenzó en Europa, durante un viaje en el que pudo tomar contacto con el trabajo de colegas. “Me interesa todo lo que es la medicina funcional, que es otro mundo. Se trabaja más que nada con la suplementación y se dice que en los próximos diez años nos vamos a enfocar en lo que es el estilo de vida. Todo médico va a estar acompañado de un nutricionista para que él se encargue de medicar y el nutricionista para cooperar en la prevención de las enfermedades y un estilo de vida y una longevidad saludable”, precisó.
Que la alimentación puede ser una aliada o enemiga de la salud, ya no se discute. No obstante, regularmente surgen debates con respecto a la accesibilidad a una rutina sana, libre de ultraprocesados, grasas y azucares.
“Hoy se habla mucho de la alimentación totalmente natural. Y es totalmente falso decir que comer saludable es caro. Invertimos mucho en consumir otras cosas y no irnos a lo natural, cuando Santiago del Estero es muy rica por todos los alimentos que tenemos”, planteó.
En esta línea, hizo una síntesis muy acertada para la selección de los productos. “Lo verde es rojo en sangre; entonces nuestra casa, nuestra heladera tiene que tener mucho verde”, dijo. “Segundo, en lo descremado tenemos la parte hormonal, tenemos que tener mucho cuidado con lo que son los aditivos, conservantes y todo lo que viene encima de la industria. Para vivir con calidad de vida hay que comer todo lo que es natural, tener un estilo de vida saludable”, subrayó.
Díaz recordó una frase que marcó los últimos años de su carrera profesional “Si usted tiene setenta años podemos darle más y mejor vida; si tiene cincuenta puede ser biológicamente más joven y alejarse de las enfermedades etarias, pero si tienes treinta, lo invito a volar”.