Facundo Verdini, dueño de la peluquería de Recoleta donde Abel Guzmán asesinó de un balazo en la cabeza a Germán Gabriel Medina, habló con TN de Noche y dio detalles de la secuencia que terminó con el colorista muerto. “Estoy shockeado, encima todavía él está prófugo y eso me tiene loco”.

El dueño del salón de belleza aseguró: “Tengo miedo, no quiero ni asomarme a la ventana, encima cada vez que miro el video me doy cuenta que me quiso gatillar, me vino a buscar”. Según relató, Abel fue a buscarlo tras asesinar a Germán pero no lo encontró y por esa razón decidió escapar por la ventana.

Además, dio a conocer que en los últimos días había pensado en sancionar al peluquero por su mala conducta dentro del local. “Yo estaba evaluando hacerle una sanción porque tenía unos comportamientos que no me estaban gustando pero él no lo sabía. No me gustaban los tratos que tenía con los compañeros, abría ventanas cuando tenían que estar cerradas, tiraba las toallas al piso, cosas así”, dijo Verdini.

También dio detalles de la charla que estaban teniendo antes del asesinato: “Estábamos tomando una cerveza. Germán nos contaba de una anécdota en un cumpleaños. Abel estaba en la cocina, cerró la persiana de entrada, se acercó y se metió en la charla. Me decía si quería hablar con él e insistía con hacerlo en ese momento. Ahí sacó el arma pero no hubo discusión para que lo hiciera, nunca había pasado nada grave. Cuando llegué al taller lo vi rapado y para mí tenía pensado matar a Germán, porque lo conozco hace años y nunca lo vi así”.

El dueño de la peluquería explicó que Abel podría haber asesinado al colorista por celos. “Era muy carismático, tenía muchas clientas y estaba creciendo un montón. Abel me había dicho que tuvo problemas con él y con otros chicos de la peluquería”, sostuvo.

Facundo explicó que Charly, otro miembro del staff, le abrió la ventana porque el agresor de lo pidió: “Yo creo que me quiso matar a mí también”. “La policía me dijo que Abel sabía manejar armas por cómo se paró”, señaló.

“No sé qué le pasó por la cabeza porque no había pasado nada, cuando sacó el arma yo le dije que vayamos a hablar a la oficina, él me dijo ‘sentate’ y le dice a la chica ‘no grites’. Me senté y ahí le disparó a Germán”, explicó.

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