22 de octubre, 2024
Pienso, luego existo

Otro 12 de octubre y la discusión sempiterna: ¿Día de la Raza o de la Diversidad Cultural?

 

En ese prosaico muestrario de la imposición de una nueva realidad social y cultural, donde hubo lugar para plantear perspectivas, idiomas, ideas, miradas, desde una suerte de renacimiento de la persona “humana”, también hubo tiempo para manipular la historia.

 

Lo que para su tiempo fue una acción heroica, la mirada arrasadora de la modernidad   juzga al pasado con ojos del presente descontextualizando los hechos del contexto.

 

Dice el historiador Marcelo Gullo, autor del libro “Madre Patria”, que no hubo tal leyenda negra de la conquista española.

 

Desde el sur del Río Grande en México hasta los confines de la Tierra del Fuego, lo que encontramos es un continente donde el mestizaje es la resultante inobjetable de la mezcla de razas, de los españoles como de los pueblos originarios.

 

Ese solo hecho nos debería hacer reflexionar y repensar cuando se habla o se afirma sobre una conquista, pero agregándole el vocablo “genocida”.

 

La leyenda negra nos habla de matanzas indiscriminadas, siempre en manos de los españoles, pero se omite o se oculta otra historia que no es negra sino tan solo que es real y debería ser también contada, pero no con el ánimo de criticarla, tan solo de poner claro sobre oscuro,

 

Algunos califican a Hernán Cortés como genocida, pero nada señalan de esas ciento diez naciones mesoamericanas que se unieron a él y a los españoles para afrentar a los aztecas, un pueblo guerrero, violento con prácticas antropófagas.

 

Así, Marcelo Gullo nos señala que esos pueblos se unieron a los españoles para luchar contra los aztecas y sacarse de encima su yugo.

 

Se omite señalar que los aztecas era una cultura donde la antropofagia estaba presente y también se oculta que pueblos originarios, como los totonacas, los tlaxcaltecas, los otomíes, los de Texcoco, fueron aliados de los españoles.

 

Quienes hablan de genocidio, se olvidan o, mejor dicho, omiten deliberadamente la verdadera historia de los aztecas y demás pueblos originarios que eran opresores de otros pueblos originarios, pero también no destacan ninguno de los aportes enormes que produjo a la civilización la presencia española en estas tierras.

 

Decir que los españoles fueron un ejército conquistador y genocida no logra explicar por qué se dedicaron a crear universidades y hospitales para que fueran españoles, mestizos y criollos, o por qué fueron las propias leyes de Indias que reconocían derecho a los pueblos originarios, haciendo nacer el derecho de gentes o lo que hoy conocemos como “derechos humanos”.

 

No hubo tal genocidio, sí hubo excesos como alguna vez en nuestra propia historia las hubo.

 

No hay leyenda negra sino la manipulación de una historia mal contada por “intereses” ideológicos absolutamente minoritarios.

 

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