La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) empeoró su pronóstico sobre la economía argentina: este año la recesión será más profunda de lo previsto y alcanzará 3,3%, un punto más que lo que esperaba en febrero y más pesimista que los últimos cálculos del FMI. Para 2025, la entidad, con sede en Francia, proyecta un rebote de la actividad económica de 2,7%.

El informe de la OCDE redujo la perspectiva de la inflación de 2024 desde sus últimas estimaciones. La entidad espera un alza de precios de 208,1% para el año, mientras en febrero proyectaba un IPC anual de 250,6%. Distintas son las proyecciones del aumento de precios para 2025. En el informe publicado en febrero de este año se estimaba un IPC del 64,7% para el año próximo, mientras ahora prevé que será 71,2%.

La entidad explicó que la recesión será más profunda este año debido a “la alta inflación, un ajuste fiscal considerable pero necesario y la incertidumbre política” que, según aseguraron, “pesarán sobre el consumo privado y la inversión durante la mayor parte de 2024″.

“El difícil entorno interno afectará la actividad durante la mayor parte de 2024. La caída de los ingresos reales afectará al consumo privado y la incertidumbre sobre el ritmo de las reformas frenará la inversión privada. Se espera que el consumo y la inversión públicos disminuyan en medio de ambiciosos planes de consolidación fiscal”, remarcaron.

En paralelo, estimaron que el rebote en la actividad económica para el próximo año estará impulsado por el levantamiento gradual de las restricciones a las importaciones y los controles cambiarios. “La demanda reprimida resultante de estas restricciones mantendrá fuertes las importaciones, mientras que las exportaciones continuarán su sólida recuperación”, señalaron.

La OCDE detalló que la actividad económica se contrajo un 1,4% en el último trimestre del año y que el PBI se contrajo un 1,6% en 2023. Esa desaceleración se mantuvo en enero de este año con una contracción del 4,3% en comparación con el mismo período del año anterior.

En ese sentido, destacaron que “las reservas netas de divisas del Banco Central han comenzado a mejorar en 2024″ y adelantaron que “las exportaciones de la actual cosecha de soja y maíz impulsarán aún más las entradas de divisas”.

La organización con sede en Francia reconoció los superávits primarios en el primer trimestre de 2024 y explicó que están “respaldados por la erosión del gasto real en medio de una inflación aún alta y mayores impuestos a las importaciones”.

“El ajuste en curso colocará a la economía sobre una base más sólida, apuntalando una recuperación gradual a finales de 2024 y en 2025. Un entorno empresarial más favorable ayudará a sostener la recuperación de la inversión privada, mientras que una menor inflación y un aumento gradual de los ingresos reales impulsarán el consumo privado”, estimaron.

Sin embargo, la OCDE advirtió que “los riesgos en torno a este escenario siguen siendo sustanciales” y detalló: “Las bajas reservas de divisas, las estrictas restricciones monetarias y la alta inflación crean un telón de fondo volátil en el que las depreciaciones monetarias repentinas y la desinflación lenta podrían desencadenar una recesión prolongada. La lenta implementación de reformas retrasaría la recuperación”.

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