15 de mayo, 2025
Entrevistas

Marcela Tauro es una periodista de amplia experiencia. Empezó muy joven y pasó por varias “gestiones”. Trabajó en la revista Gente, en Indiscreciones con Lucho Avilés, en Intrusos, entonces comandado por Jorge Rial, y hoy es la capitana de un icónico programa de América, que antes conducía Santiago del Moro: Infama.
Mucho podemos decir sobre Marcela Tauro, pero hay algo en lo que nadie jamás objeta: “es una buena persona”.
Cuando ganó el Martín Fierro, como panelista, no hubo quien no la ovacionara. Y eso es algo que no constituye moneda frecuente en el mundo del espectáculo, ni del chimento, ni menos en la gran patria periodística.

l.C.: ¿Cómo te mantienes en tu eje en un mundo frívolo como el del espectáculo?
M.T.: Me mantengo alejada de lo malo gracias a la educación que me dieron mis padres y porque sé diferenciar entre lo importante de la vida y el show.

L.C.: Siempre dices que no sos amiga de los artistas, ¿cuál es la razón?
M.T.: Porque si sos amiga, pierdes la objetividad. Inevitablemente te vuelves parcial.

L.C.: ¿Cómo te preservas cuando te salpica el barro?
M.T.: Me meto dentro de mí. No veo ni escucho nada. Estoy con mi familia. Escucho a mi hijo. Rezo el Rosario o me voy a visitar al Santísimo y me lleno de paz, y le pido que me dé discernimiento.

L.C.: ¿Hay que hacerse de la piel dura para perdurar en este medio?
M.T.: No, no creo que sea así. Creo que hay que ser buena persona, buena compañera y buena profesional. 

L.C.: ¿Sientes que “Infama” es el digno corolario de tu carrera?
M.T.: Siento que Infama llegó como premio después de que conduje Intrusos tres meses y midió bien, no se cayó ningún auspiciante y hubo un clima hermoso en el equipo y ahí vieron que podían darme un programa.

L.C.: Sabemos que tienes una vida espiritual muy rica. ¿Qué puedes compartirnos de experiencias que hayas vivido?
M.T.: Yo últimamente sigo mucho las revelaciones de la Virgen de Medjugorje. La Virgen es mi guía, mi hijo nació el día de la Rosa Mística; mi papá murió el día de la Virgen… Ella me protege, huelo a rosas y sé que está.
¿Experiencias? Muchas. Yo hago lives holísticos y entrevisté médiums que me comunicaron con mi papá y ahora con mi mamá, que murió hace un año. Pero lo más fuerte fue cuando me dijo que mi papá estaba con un bebé que yo había perdido. Me pidió que le pusiera nombre y lo bautizara y que ellos me lo cuidaban. Así se elevan las almas.
Otra experiencia: Un día voy al canal, y me cuenta una maquilladora llorando que se le había aparecido una mujer rubia rojiza. Supe enseguida que era mi mamá, que había muerto hacía poco. Que le había dicho que me dijera que en un determinado cajón estaban las alianzas de mis padres. Que las buscara y le diera una a mi hermana y otra me la quedara yo. La maquilladora era nueva. No había forma de que supiera nada de mi historia personal. 

Con todo lo relatado por ella, y las muchas formas en que “la Tauro” se muestra firme, férrea y acertada en su profesión, lo que prima en ella es el espíritu especial que la distingue de entre sus colegas. Cuando todos los demás tienen enemigos o muestran personalidades sinuosas, ella encontró la veta más simple y más difícil de poner en práctica: dar testimonio de fe en la vida cotidiana. 
Por muchas Tauro, más, en el espectáculo, en la vida o en el espectáculo de la vida.

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