03 de diciembre, 2024
Actualidad

La producción foresto-industrial, al igual que otros tantos rubros, se ve perjudicada por la recesión económica y sin miras de florecimiento a corto plazo. Sin desanimarse, la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines apuesta al trabajo articulado con cámaras provinciales para sostener su desarrollo productivo.

La paralización de la obra pública, la caída del poder adquisitivo y la apertura a las importaciones golpean con fuerza a la industria forestal. Las pymes resisten y procuran evitar la pérdida de empleos; sin embargo, no se avizora una reactivación para el sector.  Así lo analizaba la presidenta de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), Mercedes Omeñuka, durante una visita a Santiago del Estero.

Invitada por la Cámara de la Industria Maderera (CIMSE) de la provincia visitó algunas empresas del sector, el Nodo Tecnológico y la sede de la Unión Industrial (UISDE), donde referentes locales brindaron un panorama detallado del trabajo que llevan adelante y su situación actual. Además, la  empresaria dialogó con los medios y comentó sobre las problemáticas que enfrentan en medio de la recesión.

En diálogo con revista La Columna, Omeñuka explicó que las “dificultades” se perciben “en toda la cadena” foresto-industrial. “Se está sintiendo porque al paralizarse la obra pública, todo lo que sea o el grueso de la primera transformación de la madera -o sea, cuando el rollo entra a proceso y se convierte en tablas-está con un ‘parate’ importante”, comentó.

En lo que respecta a las pymes abocadas a la producción y venta de muebles, el presente no es nada alentador, debido el escaso poder adquisitivo en los hogares. “Realmente está todo el mundo en una situación en que está remando, y como siempre decimos: ‘es sobrevivir o comprar muebles’, porque se trata de un bien que uno tiende a dejar de lado para cuando ‘se pueda’”.

Otra medida que golpea al sector es la apertura irrestricta a las importaciones, dado quede momento resulta complejo competir con producciones extranjeras. “Vospodés competir con lo que puede entrar de afuera cuando estás en igualdad de condiciones y nosotros no estamos. En lo que es los recursos financieros, tenemos una carga impositiva que es alta. Para ser más eficientes, ser más competitivos, necesitamos tener tecnología”, destacó como medio para producir más y de modo eficiente capaz de hacer frente a los bienes que ingresan al país.

La titular de la federación consideró que el eslabón más afectado es el de muebles, no tanto por los fabricados en madera maciza, sino por los llamados “muebles planos”. Aquellos que se comercializan desarmados, como modulares y que, generalmente se importan de Brasil y China.

Hay que tratar de pasar estos tiempos, lo que pasa es que tampoco sabemos hasta cuándo. Es una incertidumbre la que estamos viviendo, e insisto, somos todos pymes y nos está costando un montón”, sostuvo.

Al menos hasta 2025, desde FAIMA no ven una mejora sustancial para las empresas. “No se vislumbra un periodo de tiempo determinado para decir: ‘bueno, desde diciembre o el año que viene, vamos a estar mejor’. Queremos estar mejor y estamos haciendo un esfuerzo enorme. Entendemos que la situación llegó a esto y hay que pasar por todas estas dificultades, ytenemos la esperanza de que podamos mejorar; pero no lo vemos a corto plazo”, precisó.

Fuente de empleo

Para el año 2023, el sector foresto industrial generaba unos 60.000 empleos en forma directa, según se desprende de un relevamiento del ex Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Producción. A su vez, en la“cadena de industrias y servicios” que dependen de este rubro, se producen un total aproximado de 120.000 fuentes laborales, todas registradas.

Consultada acerca de la situación del empleo actual, la presidenta de la Federación indicó que no hubo despidos masivos, “pero sí reducción de horas de jornada laboral”, ante la crítica situación económica.Alegó que las empresas intentan a toda costa mantener sus operarios, dado que su formación es muy costosa y conlleva mucho tiempo.

Si vos despedís y decís:‘bueno, cuando las cosas mejoren, lo vuelvo a contratar’, probablemente esa mano de obra ya no la tengas disponible”, explicó y puso como ejemplo su caso en la provincia de Corrientes. “Yo vengo de la industria de la primera transformación, del aserradero, una zona donde la mano de obra hoy es muy demandada porque tenemos muchas inversiones millonarias en nuestra ciudad, en Virasoro. yo sé que si yo hoy despido un operario, él sale y consigue trabajo, pero cuando tenga que volver a contratarlo, me va a ser difícil, voy a tener que volver a formar a otro, con todo lo que cuesta”, detalló.

Estamos tratando de mantener la masa salarial. El tema es hasta cuándo”, ratificó.

Potencial

La referente de la industria maderera comentó que desde la federación procuran más cercanía con las 28 cámaras del país, a fines de coordinar acciones conjuntas. Así es que fue invitada a la provincia por la CIMSE para conocer la actividad local, de la que destacó el potencial para la construcción de mobiliario.

Tienen ese potencial que es la gente, porque he visto muebles realmente espectaculares. Lo que por ahí está faltando -y es algo de los que hablábamos en distintas reuniones- es dar ese paso de mejorar en tecnología porque entodo hay que ser eficiente para que te quede una diferencia, como decimos un ‘mango más’  y eso se consigue teniendo también equipos que sean más tecnológicos. Yo creo que tienen un potencial enorme y lo lindo y lo que más me entusiasma a mí como presidente de la Federación es que veo que el interés de la Cámara de acá en ayudar a dar esos pasos, gestionar. Y es por eso que vine para ver cómo le podemos apoyar eso, cómo le podemos hacer de soporte, para que avancen en ese camino”,precisó.

Desde la organización hacen hincapié en la capacitación y apoyan la organización de eventos que sirvan de promoción del sector. “Yo inicié esta gestión hace pocos meses y siempre les decimos que desde las cámaras también propongan cosas, porque en cada región hay una particularidad. Desde la presidencia uno puede bajar línea, pero por ahí en una región hace falta otra cosa”, agregó la titular.

Primera mujer al mando

Mercedes Omeñuka es la primera mujer al frente de la Federación de la Industria Maderera y Afines, fundada hace 90 años. La correntina, profesora de Ciencias Económicas y empresaria en el rubro aserradero se involucró en la actividad gremial en 2007.

Trabajó como empleada en empresas privadas reconocidas del sector hasta que logró abrirse paso y crear, junto a su familia su propia empresa maderera. En el 2007 comenzó a trabajar en la gremial en la Cámara de Virasoro, donde fue secretaria y luego presidenta, cargo que todavía ostenta. Y una vez que esta entidad se asoció a FAIMA comenzó a tomar cada vez más participación hasta ser electa como su titular desde este año hasta 2026. 
“Es un lindo desafío, más que interesante porque representamos a toda la cadena foresto-industrial surgen distintos intereses, distintas situaciones y es un desafío poder gestionar y hacer las cosas bien. Tengo también gente del otro lado que está acompañando, apoyando, con la que estamos trabajando para el bien del sector”, aseguró. Actualmente, son pocas las empresarias en el rubro, pero son cada vez más. Incluso, en el staff de la FAIMA, hoy predominan ellas.

 

“Queremos cambiar el concepto de vivienda de madera como ‘prefabricada’”

A excepción de la Patagonia, donde las viviendas suelen construirse en madera, el imaginario colectivo las asocia al concepto de casa “prefabricada”. Sin embargo, el recurso forestal hoy se impone entre múltiples tendencias de edificación sustentable con beneficios incluso para las zonas de clima cálido.  “Desde la federación queremos cambiar ese concepto de ‘prefabricada’ porque se puede. A nivel mundial se construyen edificios, casas que son realmente bonitas.  Entonces, hacer una casa de madera no significa que sea una prefabricada o una vivienda social. Hay que nivelar para arriba, decir ‘hagamos una casa que sea vistosa’ y además con muchísimas prestaciones, a diferencia de la de construcción húmeda o la tradicional”, destacó Mercedes Omeñuka.

Un dato no menor es que las construcciones en madera propician ambientes más frescos, ideales para las provincias del Norte,  donde las temperaturas estivales superan los 35 °C. Mientras que, en el invierno ofrecen más abrigo que las construcciones tradicionales.
La titular de FAIMA, comentó el caso de la provincia de Misiones, donde la construcción de casas en madera es una realidad que bien podría adaptarse a otros puntos del país, como Santiago del Estero. “Acá hay que propiciar eso, pero es un cambio cultural que no se va a lograr de un día para el otro”, consideró.