Una nueva edición del Festival Nacional de La Salamanca dio inicio. Y como cada primera noche, las expectativas superan a los hechos. Y así se dio durante el día jueves, con una cambiante grilla de programación, de logística y con poco público. 

Los artistas de renombre, cómo Luciano Pereyra y Sergio Galleguillo, subieron al escenario Jacinto Piedra temprano a diferencia de años anteriores. Con un público que comenzaba a llegar a las 23.30 hs y se encontraba con el oriundo de Luján, que hace unos días canto ante 100 mil personas. Mientras que anoche no superaban las 10 mil.

Caso similar fue con el Charro, que advirtió nuevamente se retira dentro de seis años, cuando cumple 60 años. También con un reencuentro con su hija que perdió contacto por estar de escenario en escenario; subió al propio del Club Sarmiento y encendió la alegría.

Esa misma alegría que se vio en un Peteco Carabajal y Riendas Libres. Cómo nunca, con la sonrisa asé oreja a oreja, el exponente mayor de Los Carabajal, dejo su magia junto a su familia. Previo cambios de horarios, que año a año no se tiene explicaciones el por qué.

Con 32 números, la noche a las 3 am parecía terminar. No solo porqué las números «principales» ya habían pasado, sino también la cantidad de personas en el predio. Que si bien sumo varios espectadores en el transcurso, quedó en el olvido a comparación de otras ediciones.

Tal imagen sucedió en el Festival de Cosquín, con pocas lunas repletas en la Plaza Mayor.  Será efectivamente estamos viviendo ese gran recambio en la cultura folclórica musical?. Dejamos un Ventiluz para el si, ya que los demás artistas que subieron a escena dejaron un repertorio tan aprendido y sumaron versiones de canciones de otros géneros.

Así sucedió con presencia de La TyM , los jóvenes que se viralizaron por ser la canción elegida por la Selección Nacional, pusieron su toque de frescura y popularidad instantánea en un par de letras de otros artistas.

Las mujeres también tuvieron su tiempo y espacio. Con Roxana Carabajal, Aldana Gonzalez, Edith Corpos,  Bandeñas y otras cantantes marcaron ese ascenso de un lugar por el género en el escenario bandeño.

Los datos del campo estuvieron presentes en los precios de los productos. En algunos stand un paquete de chicle se terminó vendiendo a $800. Si bien es inicio de mes, solventar ese gasto sumado a otros, es increíble la ganancia en breve espacio y tiempo que se busca.

Colores tenues y un brillo que se extraño en la primera noche Salamanquera. El expectante fuego quedó en ello, en esas ansias de ver el esplendor que la memoria dicta. Las chamizas están,  faltan tres días y una infinidad de artistas y datos por cantar y contar. 

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