La llegada de Volodimir Zelenski al Reino Unido este lunes cayó como un baldazo de nafta al fuego de Rusia. La reunión del mandatario ucraniano con su par británico, Rishi Sunak; y la plena seguridad de que los ingleses aportarán al esfuerzo bélico de Kiev; activó todas las alarmas del Kremlin.

Pero además, desde Rusia, también llegó -clara y directa- la advertencia.
El gobierno de la Federación Rusa ha advertido que el suministro de cientos de drones de largo alcance y misiles antiaéreos prometido por el Reino Unido a Zelenski solo va a empeorar el estado de situación y, lejos de aplacar los ánimos y frenar las acciones en los campos de batalla, provocará más destrucción y derivará en nuevas y más contundentes medidas de respuesta por parte de Rusia.

«Repetimos una vez más que esto no puede tener ningún impacto significativo y fundamental en el curso de la operación militar especial pero, por supuesto, esto conduce a una mayor destrucción y a más acciones de respuesta», señaló.

Para Ucrania, añadió, «esto hace que la situación sea mucho más difícil», explicó Peskov.

El portavoz ya hizo una declaración similar la semana pasada tras conocerse el suministro por parte de Londres de misiles de largo alcance Storm Shadow a Ucrania.

El Gobierno británico adelantó horas antes en un comunicado que el primer ministro, Rishi Sunak, confirmará durante una reunión con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, «el suministro adicional del Reino Unido de cientos de misiles de defensa aérea y más sistemas aéreos no tripulados, incluidos cientos de nuevos drones de ataque con un alcance de más de 200 kilómetros».

«Todo esto se entregará en los próximos meses» y «apoyará a Ucrania» en su próxima contraofensiva, añade la nota.

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