27 de febrero, 2025
Actualidad

Un informe sobre la evolución de los parámetros climáticos de la campaña agrícola 2024-2025 en el Este de Santiago del Estero identifica periodos muy secos. ¿Cómo impacta esto en la temperatura?

El INTA Quimilí presentó un informe agrometereologico sobre la evolución de los parámetros climáticos de la campaña agrícola 2024-2025. El mismo surge de un análisis de las condiciones detectadas en el Este de Santiago del Estero, realizado por el Ing. Agrónomo Omar Puig.

El profesional de la Agencia de Extensión Rural de Bandera señala que las temperaturas registradas en los últimos años estuvieron por encima de lo normal, mientras que las precipitaciones tuvieron niveles por debajo de los promedios históricos.

En ese sentido, indicó que “las temperaturas que se han registrado son una consecuencia de la falta de precipitaciones”. Y explica: “Cuando llueve se da un fenómeno que baja la temperatura temporalmente, lo que decimos ha refrescado, y cuando eso no ocurre es como que se consolida el aumento de temperatura y se va formando la ola de calor que según los días consecutivos que se van sumando, le dan la intensidad y los valores de los registros dan la severidad de la ola”.

El experto, comenta que “eso está pasando muy significativamente en estos últimos años”. “O sea, el efecto principal del ascenso de los registros de temperatura lo podemos atribuir a la falta de precipitaciones”, precisa.

En ese sentido, Además, detalla que “en años con precipitación inferior a lo normal o años niña como los últimos cuatro que estamos transcurriendo, las temperaturas máximas se manifiestan con valores superiores a lo normal, como ya los pronósticos del trimestre febrero-marzo-abril lo indicaban para el Este de la provincia”.

La AER Bandera llevó a cabo un análisis de precipitaciones mensual en 2024 en los departamentos Aguirre, Belgrano, Taboada, Moreno, Alberdi y Copo y siete localidades, como Malbran, Bandera, Los Juries, Añatuya, Quimili, Sachayoj y Monte Quemado. Detectó que “los promedios históricos de cada localidad” fueron “contundentes” en cuanto a los registros de las precipitaciones “por debajo de los promedios históricos”.

 

RENDIMIENTOS PREVISTOS

El informe detalla que “las precipitaciones 2024, en genera,l en el Este de Santiago del Estero estuvieron por debajo de los promedios histórico de cada localidad analizada”. La excepción fue el departamento General Taboada en las localidades de Los Juríes y Añatuya que, “estuvieron levemente sobre de los promedios, situación que quedó reflejada en los resultados de los cultivos de verano 2023-2024, con rendimientos de los cultivos dentro de lo previsto”.

Refleja también que, en los seis departamentos considerados y las siete localidades analizadas, las precipitaciones de abril superaron ampliamente los promedios históricos, con eventos en forma de temporal en la segunda quincena del mes, que afectó la calidad de todos los cultivos, con mayor incidencia en el cultivo de algodón.

 

SIN LLUVIAS

Otro detalle observado en este análisis es la escasa o nula precipitación durante cuatro y cinco meses consecutivos: mayo-junio-Julio-agosto y septiembre. Esto condicionó las fechas óptimas de siembra de girasol y algodón en todo el Este de la provincia, en esta campaña 2024-2025, y con bajo rendimientos del cultivo de trigo, que no tuvieron aportes de humedad por parte de la atmosfera desde la siembra a la cosecha.

La zona del Noreste, con promedios históricos en las localidades de Sachayoj (695 milímetros), Quimili (730 milímetros) y Monte Quemado (676 milímetros), estuvieron con milimetraje por debajo de los promedios históricos, es decir 231 - 210-102 milímetros, respectivamente y en la zona del Sudeste, Bandera, con promedios de 869 mm es la localidad con los registros más bajos que los promedios con 219 milímetros.

 

IMPACTO EN LA CAMPAÑA

El impacto en los cultivos es diferente según las zonas consideradas, en el caso del Noreste, los departamentos Moreno y Alberdi el efecto negativo del estrés hídrico térmico es mucho mayor con respecto a la zona del Sudeste”, indicó el Ing. Puig.

Por su parte, señaló que “la zona de Sachayoj-Quimili, que viene con registros de lluvia 2024 por debajo de los promedios históricos, y donde las precipitaciones de enero 2025 fueron muy bajas, de 28 y 55 milímetros, donde debido a la falta de precipitación, el efecto térmico se magnifica, provocando un retraso del crecimiento, aborto de flores y formación de manchones, tanto en los cultivos como en las pasturas, en las partes altas de los lotes”, describió.

Resalta que “en esta situación, el factor que favorece a minimizar los daños en los cultivos, es el estado fenológico, de comienzo de floración, de las fechas de siembras fines de diciembre y primeros días de enero, donde la demanda hídrica por parte del cultivo no es alta, lo que permite atenuar el estrés hídrico y las altas temperaturas de esta segunda ola de calor de los primeros días de febrero”.

En cambio, en la zona del Sudeste en los departamentos Aguirre, Belgrano y Taboada, las precipitaciones de enero que estuvieron entre los 100 y 200 mm., concentradas en los días 19 y 28, permite superar la segunda ola de calor sin mayor efecto en los cultivos, que se encuentran en un estado fenológico de inicio de floración y con muy buena implantación, con alta expectativas de buenos rendimientos”, sostuvo.

 

PRONÓSTICOS

En cuanto a las perspectivas en el mediano plazo Puig indicó que desde la segunda quincena de febrero “se prevé que las lluvias comiencen a consolidarse con registros más interesantes, aunque pueden continuar siendo en forma sectorizadas”. Otro dato muy importante es que se producirá un “quiebre de las olas de calor, que van a ser menos intensas, de solo tres o cuatro días a partir de ahora, y un final de febrero con precipitaciones generalizadas en el NEA y el NOA”.

El mes de marzo comienza con lluvias más frecuentes, desde la primer semana, donde se va tener mucha humedad junto al mes de abril, conformando un otoño muy húmedo con eventos en forma de temporal, que, si bien puede tener consecuencia en la mecánica y la calidad de la cosecha, favorece la implantación de pasturas y la siembra de los cultivos de invierno como el trigo”.

Por último y de acuerdo a los pronósticos a nivel nacional, en cuanto a las precipitaciones para el trimestre febrero-marzo y abril, se esperan “condiciones normales mayor o iguales al 40% de probabilidad y en cuanto a las temperaturas un 45-50 % superior a lo normal”.

“De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre febrero-marzo-abril de 2025 hay 59 % de probabilidad de desarrollo de La Niña y 41% de chances de neutralidad”.

 

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