Cuando falta una semana para que se conozca el dato oficial de inflación de febrero, y con las estimaciones de las consultoras privadas ubicándola en torno al 15%, marzo marcará otro momento clave en los intentos del Gobierno de corregir el índice de precios al consumidor.

Según los especialistas, se trata de un mes complicado y caracterizado por la estacionalidad de los precios y los próximos ajustes en los servicios regulados, que podrían poner un freno a la desaceleración de la inflación núcleo. Esta presión extra mantendría el IPC en los niveles de febrero.

“Marzo es complicado. Hay un tema de estacionalidad muy marcada por los colegios, que van a llegar con aumentos de 40 o 50%, al menos en la zona de Capital y GBA. Eso plantea un desafío”, comentó Camilo Tiscornia, de la consultora C&T, en diálogo con LA NACION.

Además, agregó que también llegarán más ajustes de regulados, aunque consideró que podrían no tener la misma intensidad de febrero. Todo esto justifica que la dinámica inflacionaria de marzo se mantenga en línea con las proyecciones del mes pasado.

“Hay sectores que están frenándose bastante, y es probable que sigan así durante marzo. Los alimentos venían más tranquilos en febrero, cuando registramos un aumento de 11%, menos que los meses previos. Entonces, puede ser que, en algunos sectores, sobre todo los más ligados al tipo de cambio, se siga moderando la inflación”, explicó.

A pesar de esto, resulta imprescindible la actuación del Banco Central (BCRA) respecto del tipo de cambio, que actualmente se basa en ajustes graduales del 2%. “Creo que varios precios van a tener que acercarse cada vez más al movimiento del dólar. Eso favorecería a que baje la inflación, porque estamos hablando de tasas mucho menores al 15% por mes”, sostuvo.

También desde Analytica sostuvieron la posibilidad de que la tasa de marzo mantenga los valores de febrero. Al igual que Tiscornia, Claudio Caprarulo enfatizó que la inflación núcleo seguiría desacelerándose, aunque los regulados tomarían el camino contrario. Así, el segmento de alimentos y bebidas, un rubro clave para estas mediciones, mantendría la tendencia a la baja.

“Nuestra proyección sigue siendo que, sin un nuevo evento de shock, la inflación puede bajar a un dígito mensual a partir de la segunda mitad del año”, agregó respecto de la dinámica anual de los precios.

A su vez, resaltó que será determinante lo que suceda con el dólar: “El interrogante más grande respecto de la evolución futura está determinado por la apreciación del tipo de cambio. Un nuevo salto que busque incentivar las exportaciones de la cosecha gruesa volvería a acelerar el aumento de precios”, sostuvo.

Alejandro Giacoia, de Econviews, también planteó que marzo acarrea ciertas dificultades en los intentos de atemperar la aceleración de los precios, pese a que en su consultora prevén una baja que la colocaría alrededor del 12%.

“Tenés varias cuestiones. Va a seguir habiendo aumento de precios regulados. Prepagas va a tener aumento. Probablemente, suba el gas, aunque no se vea en la factura de marzo. Si el cuadro tarifario se actualiza este mes, el Indec ya lo registra, como pasó en febrero con la luz”, detalló al referirse al ajuste en las tarifas de electricidad, con aumentos de hasta el 150%, que el Gobierno anunció en enero para aplicarse a partir del 1° de febrero.

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