28 de febrero, 2025
Nota de Portada

Por desmontes e incendios forestales fueron arrasadas 149.649 hectáreas de bosques en Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta a lo largo del año pasado. Un 10% más que la pérdida de bosques nativos en el año 2023. Las responsabilidades son varias, entre ellas, la familia Canido, una de las principales que se llevó más de 200 hectáreas de bosques nativos sólo el año pasado.

Segundo año consecutivo que estamos atravesando el verano más caluroso de la historia. Las olas de calor son insoslayables. Las causas de ellas son múltiples, desde distintos estudios. Aunque siempre aparece la más tangible, que es la escasez de verde.

Y ese verde hace referencia a los árboles, arbustos y todo pulmoncito verde que justamente promueve más que una sombra, sino la vida misma.

Hablar de su faltante también redireccione al resultado de los incendios forestales, que se llevan las zonas verdes de lugares dónde décadas atrás, hasta parecían intocables. Miles de hectáreas ya se fueron. Este año le tocó a la Patagonia, también Córdoba y parte de la Mesopotamia. La provincia de Santiago del Estero no estuvo lejos en estadísticas, quizás si en difusión, aunque la pérdida de bosque o monte por estos lares es gracias a los desmontes.

El futuro es alarmante y se siente, solo con respirar este verano.  Los últimos datos del Monitoreo de Bosques Nativos de la Nación indican que entre 1998 y 2023, Argentina perdió 7 millones de hectáreas de bosques nativos. La superficie equivale a 345 veces la Ciudad de Buenos Aires.

A este informe se suman los datos del pasado año por parte de la organización ecologista Greenpeace, que indicó que el país tiene 150.000 hectáreas menos de bosques que el año pasado por los desmontes y los incendios forestales. Santiago del Estero y Chaco se encuentran en la cima. A este top cuatro, le siguen Salta y Formosa. No por nada son los lugares dónde fue mayor el índice de temperatura estos dos últimos años.

Yendo un poco más atrás, en 10 años el país perdió más de 2,4 millones de hectáreas de árboles, y todo se dio en el segundo ecosistema forestal más grande de Sudamérica y una de las áreas más ricas en biodiversidad del mundo, el Gran Chaco Salteño.

Se dio -y continúa- pero no se ve, o solo se percibe las consecuencias de las topadoras que con nombre y apellido arrasan todo a tu paso. Algunos llegan a la justicia, otros saben esquivar hasta balas reales para continuar con sus objetivos, avanzar en la frontera agropecuaria, mayormente para ganadería intensiva y soja transgénica.  Tal como lo hace una conocida marca de gaseosas, cuyo principal responsable es el empresario Orlando Canido.

Volviendo al informe, más técnico y estadístico, en Santiago del Estero se arrasaron 54.123 hectáreas, y más del 80% fueron ilegales, ya que se realizaron en bosques clasificados en las Categorías I (Rojo) y II (Amarillo).

Pese a la importancia de los bosques para la biodiversidad y las comunidades campesinas e indígenas que viven en ellos, la flexibilización y el desguace de políticas públicas que impulsa el actual gobierno nacional también alcanza a esos ecosistemas. Con la aprobación de la Ley Bases, el Congreso aceptó dejar sin efecto los fondos fiduciarios destinados al cumplimiento de la Ley de Bosques y los programas de manejo del fuego.

Más deforestación significa más cambio climático, más inundaciones, más desertificación, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades. Por todo ello es primordial pensar que la desaparición de un árbol es realmente importante, y aunque existan multas no son suficientes para desalentar desmontes ilegales e incendios forestales; y a los responsables rara vez son obligados a reforestar.

Qué los números de hectáreas desaparecidas den un spot o una advertencia a los diferentes actores, desde lo político, económico y social. Por qué el desmonte en la provincia existe, y es hora que se actué cómo tal.

EXCESO DE DESMONTE

La última de las detecciones de desmonte protagonizada por la familia sucedió el año pasado en Químili. Exactamente a 10 kilómetros de aquella fecunda ciudad, dónde la tierra es “oro en polvo”, y las disputas son materia corriente; la familia Canido utilizó sus topadoras para sacar de raíz a 200 hectáreas de bosques nativos.

Si hacemos números, hay que contar que ya tenemos en el historial del clan de la gaseosa y otros productos, el desmonte de varias hectáreas cerca de Nueva Esperanza. A esos datos, contabilizados y difundidos por la organización ecologista internacional Greenpeace, hay que multiplicarlos por los más de 10 años que la familia pasea por tierras santiagueñas.

La bandera con la leyenda “Exceso de desmontes”, en paradoja al etiquetado frontal que se utiliza ahora por ley para los alimentos, es la que hizo la ONG durante el año pasado en prácticamente todas las apariciones que hizo en los campos dónde quiso trabajar la empresa. Una forma demasiado injusta de mencionar un trabajo.

Según datos oficiales, desde 1998 en la provincia se deforestaron más de 2 millones de hectáreas de bosques nativos.  “Es inaceptable la impunidad con la que se manejan los dueños de las gaseosas Manaos” dijo en su momento Noemí Cruz, Coordinadora de la Campaña de Bosques de Greenpeace Argentina.

Ante la grave crisis climática y de biodiversidad, los bosques concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre del planeta, brindan bienes y servicios indispensables para la supervivencia, como alimentos, maderas y medicinas. Pero cómo todo, en exceso no está bien, y la sobreexplotación que se realiza hace décadas es insostenible. “Son el territorio y el sustento de comunidades indígenas y campesinas. Y cumplen un rol fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua, y la conservación de los suelos”, agregó Noemí y sentenció que “es urgente que estas acciones tengan condena y a la vez reforzar la conciencia en la sociedad sobre este crimen”.

 

FRENO DE LA JUSTICIA

Un grano de esperanza brinda lo realizado por la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas contra varios funcionarios y ex funcionarios de la provincia del Chaco, por su responsabilidad en la deforestación. Con un escrito ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, firmado por su directora ejecutiva, Natalia Machaín y el abogado Enrique Viale, denunciaron que el nuevo Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de Chaco viola la Ley Nacional de Bosques. De igual manera sucedió en Salta, aunque no se expidieron aún sobre esta violación.

Siendo las dos provincias con mayor índice de deforestación del país durante tres décadas, por el avance de la frontera agropecuaria, el nuevo Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos previsto en ambas provincias,  viola la Ley Nacional de Bosques, lo que permitirá  desmontes en 720.000 hectáreas, una superficie sumamente excesiva; valida los desmontes ilegales ya realizados y no obliga a su restauración; habilita a autorizar desmontes en bosques actualmente protegidos; provoca la fragmentación del territorio de grandes mamíferos amenazados, como el yaguareté; y porque para su elaboración no fueron consultadas las comunidades indígenas. 

Entre el millón de hectáreas en peligro, se encuentra el Parque Nacional Copo, ubicado en el extremo noreste de la provincia. Por ello, aunque el accionar se realice oportunamente desde una zona, la afectación es generalizada. Todavía desde la provincia no se expidió nadie al respecto cómo ya lo hicieron en Chaco y Salta

 

EMPRESARIO ARRASADOR

Orlando Canido se presentaba a sí mismo como un empresario exitoso, un hombre de negocios ligado al ex vicepresidente Amado Boudou. Por lo menos, es lo que decía durante el esplendor del Kirchnerismo, aunque muchos otros lo consideraban su testaferro.  El mismo que en 2016 participó de un acto junto al ex presidente Mauricio Macri, en la planta embotelladora de La Matanza.

Si bien el nombre del empresario Orlando Canido no es demasiado conocido, sí se hizo popular uno de los productos que ofrece: “Manaos”, una gaseosa que fue publicitada por deportistas como Martín Palermo, Enzo Francescoli y Adolfo Cambiasso, o artistas como Rodolfo Ranni y “El Chaqueño” Palavecino, entre otros importantes artistas de trayectoria nacional, que muestran el producto a través de publicidades.

Orlando Canido proviene de una familia de larga tradición en el ámbito de las gaseosas. En 2004 impulsó la creación de “Refres Now”, la embotelladora de Manaos.

Refres Now opera en Virrey del Pino, partido de La Matanza, y representa la apuesta más ambiciosa de Canido quien, durante años, tuvo bajo su control la distribución de Coca Cola en buena parte del conurbano bonaerense.
Además de Manaos, Refres Now promueve una segunda marca de gaseosas: La Bichy. En su planta de Virrey del Pino la compañía produce más de 2,7 millones de botellas por día de ambas etiquetas, convirtiéndola en una de las fábricas de gaseosas más modernas de América Latina.

Canido fue denunciado, en reiteradas oportunidades, por el Movimiento Campesino Santiagueño por su supuesta usurpación de tierras de las comunidades originarias, incluso con la presencia de grupos militares.

En 2016, había sido denunciado por Greenpeace por el intento de desmontar 4000 hectáreas de bosque nativo, incumpliendo la Ley 26331 de Bosques Nativos.

En 2017, Canido fue denunciado por el fiscal de Estado, Dr. Raúl Abate por la apropiación y el desmonte ilegal de 19 mil hectáreas y 32 lotes que pertenecen a la provincia en los departamentos Moreno y Alberdi.

Sin embargo, a la luz de las denuncias del fiscal Abate en su contra, Canido aseguró que no había usurpado ningún campo fiscal y que tiene todos los títulos de los terrenos adquiridos.

Como si eso fuera poco, en febrero de 2018, el juez Néstor Barral, titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 3 de Morón, ordenó los 14 allanamientos a domicilios administrativos y la planta comercial de la comercializadora de gaseosas Manaos, como así también los domicilios relacionados con las personas vinculadas a la firma.

Según en ese entonces la ex Administración de Ingresos Públicos, AFIP, la empresa habría evadido, sólo en 2016 -el mismo año de la inauguración de la planta- unos 900 millones de pesos, a partir de la creación de empresas fantasmas con facturaciones marginales.

Una de las compañías investigadas sería “The Ultimate Gaseous SA”, una empresa sin estructura, que habría facturado unos $500 millones y, a través de la cual, según los investigadores, se derivaron ventas no declaradas en la empresa madre Refres Now.

El organismo nacional en aquel entonces afirmó las sospechas sobre los desvíos de fondos entre las compañías reales y fantasmas, además de otras inconsistencias impositivas, constatadas en el cruzamiento de datos.

Por otra parte, es válido recordar lo sucedido con las comunidades de campesinos a los que Canido no solo echó, también violentó para quedarse con las tierras. En 2012, según consta en un informe elaborado en ese entonces por la abogada María José Venancio, la figura de Canido aparece en la comunidad Guaycurú del Bajo Hondo.  “Canido alcanza a usurpar una masa territorial de aproximadamente 4000 Has.”, se asegura.

El informe revela que “desde el ingreso del empresario, la comunidad se encuentra en conflicto constante en el territorio, siendo objeto de amenazas, detenciones ilegítimas, torturas por funcionarios policiales. Asimismo, los miembros de la comunidad han sido falsamente criminalizados e imputados por delitos inexistentes y que responden a la defensa del territorio, como elemento indispensable para el desarrollo de la vida campesina-indígena de manera íntegra”.

Según el informe presentado judicialmente por la Dra. Venancio, “dicho mecanismo de criminalización sistemática trae aparejada paralelamente la introducción al territorio litigioso de bandas armadas de procedencia desconocida”. Todo un paisaje construido a su voluntad, no solo dejando a la tierra desprotegida, también a centenares de familias campesinas.

RANKING NEGATIVO

Hace poco más de diez años un estudio elaborado por la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) advertía sobre los desmontes y la aplicación de la Ley de Bosques en Santiago del Estero. Aquel informe, que sorprende ahora por lo lejano pero real de su contenido, estimaba que la provincia había perdido por desmonte 4 millones de hectáreas entre 1976 y 2012.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en Sudamérica se perdieron unos 100 millones de hectáreas de bosques nativos durante la primera década del siglo XXI. Los cambios en la región ocurrieron principalmente sobre El Cerrado (Brasil), la selva de Chiquitanos (Bolivia) y el Gran Chaco Americano (que comparten Argentina, Bolivia y Paraguay).

Se estima que tomará entre 30 y 100 años para que se invierta el paisaje. O sea, que los cultivos reemplacen por completo las coberturas naturales, compuesta por bosques y pastizales. Por esta razón, desde la FAUBA piden aumentar los esfuerzos en la aplicación de la Ley de Bosques.

 

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