La historia de ser Campeona Nacional de Fisicoculturismo fue la transformación de un grave accidente automovilístico. Reconocida a nivel nacional, es una de las pocas mujeres dedicada a tiempo completo en la disciplina.
“Todavía tengo dolores”, dice la añatuyense Anahí Figueredo luego de estar internada en el hospital sin poder siquiera sentarse. Sin pronóstico de vida, sus tres hijos Juan Cruz, Leandro y Ara, fueron el impulso necesario en aquella oportunidad para hoy ser una de las pocas mujeres dedicadas a la disciplina deportiva del fisicoculturismo en la provincia.
“Me dedico al fisicoculturismo hace más de 10 años luego de un accidente automovilístico que me dejo internada alrededor de un año. Tengo múltiples operaciones, una quebradura de pelvis, sacro, coxis, y fémur. Además de una pierna más corta.
Termine en sillas de ruedas aquella vez, por la fractura en la columna. Quedé muy mal, no me daban esperanzas de vida. Hasta vino un curo a darme la extremaunción junto con mi familia”, comenta Anahí con una fuerza indómita a LA COLUMNA.
Con varios torneos consagratorios, su nombre se impone en los escenarios deportivos de alta competición. Siempre en constante búsqueda, sabe de batallas, aquellas físicas que el destino le puso en el camino, y las culturales, las que todavía enfrente por ser mujer en este deporte.
-¿Cómo fue el accidente?
Fue en Reconquista (Santa Fe). Estaba estudiando allí para maestra de niños y niñas con discapacidades. Recién llegaba al pueblo. Un día me cruza una compañera y dice “te llevó”, y le respondo que “no” porque regresaba sola ya que me ubicaba. Pero nunca más regrese. Tuve el accidente ese día.
Gracias a dios el camionero frenó y no me paso las ruedas por encima. Si me arrastró media cuadra y fue donde se produjo el desprendimiento de la pierna, quebraduras del sacro, coxis, fémur.
-A partir de allí todo cambio en tu vida…
La fuerza de voluntad me levantó. Estuve internada alrededor de un año. Tengo múltiples operaciones.
Primero me dijeron que no iba a vivir. Luego le decía a mi papá que si iba a volver a caminar. Comencé la rehabilitación.
Al tiempo de estar internada mande mensaje a la que era campeona mundial en ese momento contado mi historia y que me gustaba mucho lo que hacía. Me dijo que me ayudaría. Con 39 kilos, que pesaba en ese entonces, comencé. Fue una preparación para la vida, no para competir.
Recuerdo que en los entrenos no levantaba peso, lo hacía con palitos. Y hoy hago sentadillas con 130 kilos.
-A partir del mensaje que enviaste a la fisicoculturista, te animaste a entrar definitivamente en la disciplina
Ella me sugirió si quería competir, al ver que mi cuerpo iba reaccionando bien. Me dijo que me preparaba, si me gustaba, competiría.
Como tengo una cicatriz muy grande, que la tape con un tatuaje, me daba vergüenza y sentía que me iban a tener lastima. No quería ganar por eso.
Mi primer torneo fue en Corrientes (más de diez años atrás), en la categoría Boddy Fitness, el cual gané. Pisar ese escenario fue un gran momento, dije “ya está, lo logré”. Mi papá estaba ahí llorando.
-Durante el tiempo que tuviste internada, prácticamente inmovilizada, ¿en quién pensaste? ¿a qué te aferraste?
A mis hijos. Son la luz de mi vida. Gracias a ellos estoy viva.
Si no tuviera hijos no hubiera aguantado. Pensaba que tenía que estar bien porque ellos dependían de mí. Cuando estuve en terapia no dejaba que se me acerquen, estuvieron de lejos. El más grande se acuerda un poco de como estaba, el del medio no sabía quién era. Estaba llena de tubos, cables. Solían decirle a mi papá “¿Dónde está mi mami?, esa no es mi mami”.
Ellos no se me acercaron durante seis meses.
-¿Antes de dedicarte a esta disciplina hacías algún deporte?
Practicaba patín. Era más bien un hobby. Pero siempre admire la disciplina. Admiraba por fotos a las chicas que competían. “Estas chicas nacen así, debo volver a nacer para parecerme”, solía decirme.
Con mi contextura muy flaquita pensé que era imposible. Por no saber del tema tenía esos pensamientos, cuando comencé a investigar supe que es todo lo contrario. La musculatura crece, la alimentación va cambiando, y te vas transformando.
-¿Cómo ser fisicoculturista desde una ciudad como la tuya?
Como mujer soy la única. Todavía no está bien visto una mujer con músculos. En esta sociedad los músculos son para los hombres.
-¿Qué cosas te llegaron a decir por tu cuerpo? De aliento y discriminación.
Discriminación sufrí bastante. Tengo una personalidad bastante fuerte, no le temo. Antes me gustaba salir a bailar y no lo hago más. Salía, me miraban, decían era travesti.
En cuanto a palabras de aliento recibo bastante de gente que conozco, de aquellos que no, me miran como “bicho raro”:
-¿Tiene que ver esencialmente ese pensamiento con la disciplina en general o es la ciudad que no está acostumbrada aún a ver mujeres con músculos?
Es Añatuya, es una ciudad que no conoce mucho del tema. Es machista. No están acostumbrados a ver mujeres musculadas. En mi pueblo soy la única.
En Santiago –provincia- hay otras chicas, pero en otras categorías.
-¿Hoy tu categoría cuál es?
Women´s Physique se llama. Antes competía en Boddy Fitness, donde salí campeona argentina.
En la anterior categoría debía tener musculatura, pero siempre con un tamaño pequeño. Debía tener marcadito el bíceps, tríceps, abdominales, pero chiquitito. En esta etapa que estoy ahora debo tener todo más grandes.
Para competir somos todas femeninas. Nos arreglamos desde las pestañas, nos pintamos las uñas, el cabello, la malla que debe tener su brillo, es toda una producción. A la vista de la gente que no sabe mucho, nos ven de forma masculina.
Para hacer esta producción, ¿de dónde obtienes los recursos?
La verdad es bastante cara. No es como el futbol o básquet que es conocido y reciben ayuda. Al hacerlo sola, te costeas sola. La malla debe ser la reglamentaria, y tiene su costo. La pintura en el cuerpo que nos ponemos debe ser la reglamentaria. Así que es un gasto bastante grande el que tenemos.
Para conocer más sobre Anahí, y ayudar en su carrera, sus redes son son: https://www.facebook.com/anahi.figueredo.7, y https://www.instagram.com/figueredoanahi/