Se trata del primer cade hecho a base de algarroba, netamente producido en la provincia.
Daniel Ledesma es el productor santiagueño que comenzó con un experimento hasta que logró obtener un “café” delicioso, tostando algarrobas blancas y negras –son dos variedades de la planta-, pasando por un proceso artesanal que hoy ya es marca registrada.
Llamado “El Don Santiagueño”, se elabora en la Cooperativa Apícola, Agrícola y Forestal Agronaciente.
Localizada en Colonia El Simbolar, la cooperativa también desarrolló una técnica para obtener jugos concentrados de otros frutos del monte como el chañar, el mistol y la tusca.
Tal como lo hacían los pueblos originarios.
EL producto es un sucedáneo del café obtenido a partir del tostado de la vaina del fruto de la algarroba, es es 100% natural y tiene importantes propiedades benéficas para la salud”.
“Agronaciente” implantó 800 hectáreas de algarrobo blanco en tierras degradadas por el mal uso del agua de riego. Las plantas producen vainas de Prosopis Alba y pueden recuperar el suelo.
Historia
El algarrobo era “El Árbol” sagrado para los aborígenes, porque daba sombra en los agobiantes veranos, daba alimento con sus vainas ricas en minerales, su madera era noble para hacer cosas útiles y duraderas, y servía como muy buena leña para hacer fuego. Moliendo sus vainas en los morteros, hacían harina para elaborar el patay. Al sobrante grueso le echaban agua y bebían la “añapa” ya colada. Ésta es dulce, energizante y aún hoy les encanta a los niños. Y si dejaban a esta bebida macerar durante tres días, tapada y a la sombra, lograban que fermentara y obtenían la bebida alcohólica llamada “aloja”, que también hoy se sigue consumiendo.
Daniel comenzó a hacer experimentos hasta que logró obtener un “café” delicioso, tostando algarrobas blancas y negras –son dos variedades de la planta-, pasando por un proceso artesanal que hasta hoy guarda como su mejor secreto. Se animó a envasarlo en paquetes de 220 gramos y comenzó llamándolo “Don Ledesma”, pero luego registró la marca “El Don Santiagueño”.
La algarroba tiene calcio, hierro, fósforo, magnesio, cinc y 10% de proteínas. Reduce el colesterol “malo”, previene el estreñimiento, es desinflamatorio, probiótico y rico en fibras. Con 50% de azúcares naturales, al tostar su fructosa se carameliza y torna delicioso al café.
Con una creciente curiosidad como alternativa a los productos tradicionales y por ser un árbol nativo, crecen las consultas y venta de este producto santiagueño que quiere llegar muy lejos.