21 de febrero, 2025
Entrevistas

El destacado profesional a nivel nacional desarrolló un método que combina los elementos necesarios para mantenernos sanos y para no enfermarnos más.

Con una larga trayectoria en el campo de la medicina, el doctor en medicina clínica Marcelo Suarez (MN 73796), se destaca por ser Preventologo de enfermedades y a raíz de este estudio y experiencia al largo de sus 35 años de trabajo, creó un método propone valorar la salud desde el autocuidado y desde la prevención de dolencias.

El método, expuesto en su libro “No me enfermo más”, se basa en aplicar 6 conductas saludables que el organismo debe recibir diariamente. Cada una está pensada especialmente para ayudar a mejorar la salud en todos sus aspectos: físico, psíquico, social y espiritual. 

Con una base en la medicina occidental y oriental, el médico que atiende a diferentes personalidades del espectáculo y el ámbito político, propone hacer prevención en las consultas para así evitar la enfermedad. Las herramientas para llegar a ese objetivo son las seis conductas: Alimentación Adecuada, Hidratación, Ejercicio, Descanso, Pensamientos Positivos y Respiración Consciente.

En diálogo con LA COLUMNA, el Dr Suarez explicó cuáles son los beneficios de esta alternativa tendencia en la medicina a nivel mundial.

 

¿De qué se tratan las seis conductas elaboradas en el libro “No me enfermo más”?

Sin ningún orden en particular, ya que ninguna es más importante que la otra y todas son especiales: hidratación, descanso, alimentación, ejercicio, pensamiento positivo y respiración consciente.

Con estas 6 nos aseguramos que el organismo reciba desastres, descanso, nutrientes y movimiento. Es lo imprescindible para que esas células que nos forman hagan su mejor trabajo que es perfecto para que nos defiendan o protejan de cualquier cosa externa.

Independientemente de lo que sucede afuera es sumamente importante que el organismo reciba las seis llaves que cierran todo lo que el cuerpo necesita para enfrentar cualquier situación.

 Hace 35 años que hago clínica médica, y tras un enoje un poco con la medicina que solo se encarga en medicar o pedir estudio, me dedique a lo que se llama “evitología” (nombre que le puse yo). Es empezar a pensar que el paciente me tiene que venir a ver para evitar enfermedades y no cuando está enfermo.

Tiene base en la Medicina Tradicional China y Occidental. Intente unir los cuatro hemisferios: derecho e izquierdo, oriental y occidental.

Esto me dio la posibilidad de tener un conocimiento más integral y funcional y asegurar lo que día a día el organismo necesita.

 

Hace unos años que la medicina está virando de sentido, piensa al ser humano holísticamente y la enfermedad se trata de otra manera. ¿El método ingresa en ese nuevo pensamiento?

Es una tendencia mundial. Cada vez somos más los que entendemos que el organismo tiene todo para recuperarnos y evitar que nos enfermemos, y para enfrentar cualquier situación.

Obviamente no reemplaza a la aparatología y la medicación, no digo que estoy en contra, porque soy médico, pero se debe trabajar en la justa medida y cuando sea necesario.

No se puede dejar de escuchar al paciente y cubrir su sintomatología con lo que ve y siente con medicación o tratamiento de aparatología, porque si no se pierde información fundamental de lo que le sucede al paciente.

 

¿Qué beneficios directos tiene la aplicación del método? ¿Cuántos “pacientes” llevan haciéndolo?

Aclaro que trabajo con humanos, y es un gran trabajo darle la información, que me escuchen y la apliquen.

En el capítulo de “Aplicación” es el embrollo del asunto. No más de un 50% de las personas lo aplica. Siempre digo yo que se debe comenzar de a poco, con la que más empaticen y a eso se adhiere y aparecen los cambios. No necesariamente los físicos, que aparecen más tarde, sino energéticos, intelectuales, metales.

Si uno logra hacer que el paciente conecte con ello, con su conciencia plena de lo que le está pasando, capte esa mejoría, entienda el mensaje, se empoderará.

De las 6 que te nombre, 3 son "online". Hidratarse, pensar positivamente y respirar conscientemente lo pueden hacer mientras se trabaja. Las otras tres necesitan un tiempo real como lo es descansar, alimentarse y hacer ejercicio. Pero no llevan de todas maneras 9 horas como máximo por día.  O sea que tenemos 14 horas para seguir haciendo cosas online sin que nos afecten. Al contrario, nos favorecen la calidad de vida.

 

¿Cuál es la que mayor tiempo consume o es necesario tener para lograrla?

En general todas tienen su tiempo y dificultad.

Hacer ejercicio es complicado siempre porque no estamos desarrollados desde el punto de vista humano para hacerlo. Antes nos movíamos por todos lados por obligación. Corríamos la comida y hoy nos llega a nosotros. Antes un integrante de una tribu no esperaba a las 19 hs para hacer una clase de crossfit. Llegaban muertos para comer y dormir antes de que se pusiera el sol.

Hoy es necesario ya que la mayor parte del tiempo somos sedentarios. Nos cuesta movernos.  Antes de decir que el ejercicio es salud, diría que el sedentarismo es mortal o por lo menos genera graves enfermedades.

Cuidado con esto, uno puede ser experto alimentándose, pero si no hace actividad física se enferma mucho. Para eso tenemos 600 músculos, 325 articulaciones y 206 huesos, para movernos.

La otra parte que nos cuesta es la alimentación. Hay tanto estímulo de alimentos o pseudos alimentos, cosas para vender y no para comer, que poseen en su composición anti nutrientes, pero que son tentadoras y adictivas. Primero hay que entender y luego salir del quiosco, panadería, etc.

 

¿Estas complicaciones son las que más se perciben en el país?

En el país y el mundo. Yo intento pensar que hay personajes. No puedo conocer íntimamente a las personas.  Están los personajes tóxicos y saludables. Y están en todo el mundo, por ejemplo, el incentivo a comer.  Y el tema del ejercicio atañe a todos porque habla de una evolución humana.

No tengo estadísticas puras y duras, pero estoy en contacto permanente con profesionales de Europa, allá nos llevan bastante ventaja porque los médicos se están uniendo respecto a este estilo de empoderar a las personas para desarrollen su mejor versión.

Con mi método les ofrezco vivir más y mejor. El problema es que no todos entienden que hay un precio que pagar.

 

¿Cuál sería ese precio?

Algo tenemos que hacer. La salud no es tercerizable, es un trabajo personal que sea asume como tal.

Se pide muchas veces salud a “Dios” pero no se debe hacer eso, a Dios hay que agradecerle que les de la necesaria energía para yo ser súper saludable. Si no la persona se duerme pensando que alguien le dará la salud y a ella no se la gana, se la trabaja.

Las cosas que pasan afuera son imposibles de modificar porque seguirán pasando. Lo que me pasa a mí sí, porque me pasa mí.  La mejor vacuna es incorporar lo que el organismo necesita.

 

 

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