A partir de la carbonilla que deja la producción de carbón vegetal, pequeños productores acceden a una alternativa sustentable y rentable. La propuesta “BRICAM”, desarrollada por la Facultad de Ciencias Forestales de la UNSE, propone una economía circular con inclusión social en zonas aisladas.
Los altos árboles del árido bosque chaqueño, únicos por sus propiedades y beneficios, se vuelven aliados de las comunidades campesinas alejadas de toda posibilidad de desarrollo laboral.
Durante años, los ejemplares como el quebracho blanco han sostenido a familias radicadas en zonas no aptas para la agricultura. Fue así que la producción de carbón vegetal se volvió una actividad frecuente, y contrario a lo que parece, no contribuye a la deforestación. Ya que la actividad surge de la corta forestal, es decir, de la extracción selectiva de árboles que permite que el ecosistema se recupere.
Aun así, la producción de carbón vegetal deja por residuo la carbonilla. Por esta razón la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (FCF UNSE) lleva adelante el proyecto “BRICAM (Briquetera Campesina Manual): desarrollando energía renovable con el agregado de valor a la carbonilla” -Proyecto de Tecnología con Inclusión Social (MINCyT).
Esta iniciativa consiste en llevar a la unión de pequeños productores la alternativa de valor agregado de la carbonilla. Un subproducto del proceso de carbonización de la madera, que suele acumularse como polvo negro en las carboneras. Por sus características —ligera, sucia, difícil de manipular— generalmente no se aprovecha y termina como residuo. BRICAM busca revertir esa lógica.
Las briquetas son biocombustibles utilizados para generar calor utilizadas en estufas, chimeneas, salamandras, hornos y calderas. Son una opción ecológica a la leña y al carbón, con un alto poder calorífico y una combustión limpia. Por ejemplo, Su combustión, más lenta y limpia que la leña, permite cocinar durante varias horas sin humo ni residuos tóxicos.
En el marco de este proyecto de extensión, participa la becaria de investigación Dorian Morales Oyer, quien estudia el uso de la carbonilla y trabaja aglutinantes -aditivos que permiten compactar y dar mayor densidad al material- para optimizar la producción de briquetas.
En julio de 2024 se llevó a cabo el taller “BRICAM: fabricación de briquetas” en el Instituto de Silvicultura y Manejo de Bosques (INSIMA) de la Facultad de Ciencas Forestales. La actividad tuvo impacto en los proyectos “Bio Carbon activadoy briquetas: estrategia campesina para la mitigación del cambio climático” (Proyecto de Voluntariado Universitario UNSE) y el proyecto “BRICAM”, previamente mencionado.
Participaron productores forestales de las Organizaciones “Asociación Civil De Pequeños Productores Del Noroeste De Alberdi” y la “Unión De Pequeños Productores Del Salado Norte” (UPPSAN). La Articulación Interinstitucional estuvo representada por docentes, investigadores, estudiantes, becarios y técnicos del: INSIMA, Instituto de la Tecnología de la Madera de la Facultad de Ciencias Forestales- UNSE, Estación Experimental Agropecuaria del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) -Santiago del Estero y CONICET.
Si se logra instalar esta práctica en comunidades rurales, no solo se reducirá el desperdicio de un recurso energético, sino que también se generará una fuente de ingresos complementaria y limpia para las familias productoras.
En tiempos donde la transición energética y el cuidado del ambiente son desafíos urgentes, propuestas como BRICAM demuestran que las soluciones también pueden nacer del saber local y del trabajo colectivo.