13 de junio, 2025
Pienso, luego existo

Acabamos de celebrar este sábado pasado el día del Periodismo. La fecha remite a un hecho fundacional: la aparición de La Gazeta de Buenos Ayres en 1810, el primer periódico de la etapa independentista, creado por Mariano Moreno, secretario de la Primera Junta.

No fue un medio neutral ni tampoco una publicación comercial: fue, ante todo, un instrumento de ideas, una herramienta de batalla al servicio de un proyecto colectivo de emancipación.

En tiempos de revolución, Moreno entendió que la palabra escrita tenía tanto peso como las armas. Que una sociedad que aspira a ser libre necesita información, discusión, pensamiento crítico. Que no hay soberanía sin ciudadanía informada.

Esa es la raíz ética y política del periodismo argentino. Y aunque los contextos hayan cambiado -aunque ya no escribamos a pluma ni publiquemos en papeles impresos por tipógrafos en sótanos oscuros- la esencia de la tarea permanece.

Hoy, quienes ejercemos el periodismo vivimos cruzados por múltiples tensiones.

La vorágine de las redes, la precarización laboral, la polarización política, la desinformación sistemática, la sospecha sobre nuestras intenciones. A veces, incluso, sentimos que el oficio se vuelve un acto de resistencia: sostener una verdad, dar voz a quien no la tiene, preguntar lo que nadie quiere responder.

Y, sin embargo, seguimos. Seguimos escribiendo, preguntando, investigando, dudando… Porque más allá de los formatos y las tecnologías, el periodismo sigue siendo un acto profundamente humano: la búsqueda de sentido en el caos. La apuesta por la transparencia en un mundo lleno de sombras. El oficio de mirar donde otros no miran, de incomodar al poder, de conectar las piezas de una historia que siempre es más grande que nosotros.

Mariano Moreno no fundó La Gazeta para entretener ni para complacer. La fundó porque sabía que sin prensa libre no hay libertad posible.

Hoy, más de dos siglos después, esa convicción sigue siendo nuestro faro. Y en su nombre -en el nombre de todos los que hacen periodismo con vocación y coraje- celebramos este día no como una fecha vacía, sino como un compromiso renovado.

Por eso debemos pensar al periodismo como una pasión más que como una profesión, para ello exhortamos a que nunca falte la palabra que incomoda, ni la verdad que libera.

 

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