A dos años del crimen de Gladis Gómez, la joven catequista que fue asesinada durante un robo en el kiosco en el que trabajaba en la ciudad misionera de Oberá, detuvieron al presunto autor material del homicidio cuando fue a cobrar un beneficio social a un cajero del Banco Nación en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas.

La víctima, que agonizó durante 11 días con un disparo en la cabeza, alcanzó a identificar a uno de los dos motochorros que entraron al local al señalar que el sujeto que le había disparado tenía un acento porteño.

Sin embargo, la clave para dar con el sospechoso surgió de la declaración de un informante de la policía de Misiones, quien pudo reconocer al asesino en un video de una cámara de seguridad por un tatuaje de trébol que tenía en el cuello.

Así, después de meses de tareas de inteligencia y trabajo conjunto de la policía local y sus pares de Ciudad y Provincia de Buenos Aires, lograron establecer que el acusado vivía junto a su pareja y su hijo en Malvinas Argentinas y que cobraba la Asignación Universal por Hijo.

Finalmente, los investigadores pudieron confirmar que la pareja operaba siempre en el mismo cajero y que los retiros los hacían el mismo día del depósito, por lo que se activó un operativo encubierto para esperarlos afuera de la sucursal del Banco Nación que está en Callao y Bouchard, y se concretó la captura.

El prófugo, identificado como Elías Ferreira, llegó a las 12.40 al cajero en cuestión, fue detenido y trasladado a una comisaría de Grand Bourg, donde quedó alojado hasta que sea trasladado a Oberá.

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