05 de febrero, 2025
Actualidad

Así se desprende de un análisis realizado por el INTA Santiago al cierre del año. El informe señala que hubo numerosos “altibajos” en el proceso.

A fines del 2024, la delegación provincial del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) presentó un análisis sobre la cadena frutihortícola local. A lo largo del año, observaron “diversos altibajos” relacionados a las condiciones climáticas de las zonas de cultivo.

Así, durante la campaña otoño-invierno, en la que se siembran cultivos de gran importancia económica como cebolla y zanahoria, se alcanzaron más de 7.500 hectáreas, en el sistema de riego del Río Dulce, abarcando los departamentos Banda, Robles, Sarmiento y San Martín.

**Cebolla: Desafíos climáticos y de mercado

Desde el INTA, plantean que uno de los eventos climáticos más destacados fue un período de 17 días de lluvias continuas en abril. Esto afectó significativamente las siembras realizadas entre fines de marzo y abril, dado los problemas de falta de emergencia y/o inundación que implicó que la implantación del cultivo no se haya logrado.

Ante esto, algunos productores optaron por sembrar en el mes de mayo nuevamente. Lo que implico que enfrentaran serias dificultades, debido a las lluvias de primavera (entre fines de octubre e inicios de noviembre) y la caída de los precios, muchos lotes tuvieron que rastrarse. Mientras que los productores que sembraron entre febrero e inicios de marzo tuvieron éxito en su cultivo y cosecharon entre fines de agosto y octubre, obteniendo buenos precios por bolsa.

Con respecto al mercado, la cebolla tipo “valencianita” de la provincia comenzó su comercialización a finales de agosto en mercados locales y otras provincias, llegando al Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) en septiembre con precios inicialmente favorables ($13000/bolsa). Sin embargo, para noviembre, el precio cayó drásticamente, alcanzando apenas $3.000 pesos por bolsa el 20 de noviembre.

Esto provocó que muchos productores abandonaran sus lotes y optaran por donar grandes cantidades al Banco de Alimentos. La competencia con Brasil y Chile, que ingresaron al mercado desde julio con precios competitivos y alta calidad, también presionó negativamente al sector de nuestra provincia y las demás zonas productoras también caso de Salta, Jujuy, Córdoba, La Rioja, San Juan y Mendoza.

**Zanahoria: Mayor organización y estabilidad relativa

En el caso de la zanahoria hubo muestras de una organización más avanzada. Con respecto de época de siembra, entre febrero y marzo, y de siembra en plano o en bordos, con diversas variedades e híbridos que tienen tiempo de siembra a cosecha entre 90 a 120 días. Este año se implantaron aproximadamente 3500 hectáreas. Se concentra en un 90%, en la zona de Colonia El Simbolar (Departamento Robles).

La mayoría de la producción se procesa en galpones donde se realiza el lavado, empaque y clasificación antes de su venta en grandes mercados mayoristas, supermercados e hipermercados (Bolsas de 20 kg, 10 kg, 2 kg y 1 kg). Aunque algunos productores venden a granel, los precios se mantuvieron en niveles adecuados al inicio de la campaña (fines de junio), cerrando con valores más bajos hacia octubre. Su calificación en los mercados es siempre de muy buena calidad y presentación.

En este cultivo, el descarte de los galpones de empaque se destina como alimentación del ganado la cual es muy apetecible.

**Cucurbitáceas: tecnología y desafíos fitosanitarios

El cultivo de melón, con una superficie sembrada de entre 150 y 200 hectáreas, se destaca por el uso de tecnologías avanzadas como plantines, mulching, riego por goteo y túnele de plástico. Las plantaciones se distribuyen en pequeñas superficies en todos los departamentos con riego e inicia en julio y las siembras directas entre septiembre y octubre.

Se registraron problemas fitosanitarios con hongos, bacterias y nematodos, identificados por profesionales del INTA en laboratorios especializados. La cosecha de lotes donde se usa alta tecnología inicia a fines de octubre principio de noviembre y continúa hasta enero.

El ingreso de melones santiagueños se registró en el MCBA desde el 1 de noviembre con un precio inicial de $30.000 por caja de 6 melones. Teniendo como competencia a Salta, La Rioja, San Juan. Pese a los efectos de las lluvias, los valores se mantuvieron competitivos, respaldados por la calidad tradicional de nuestros productos. Al 23 de diciembre, la caja se cotizaba a $10.000 pesos, con la competencia continua de con melones de la zona de Cuyo (San Juan, La Rioja, Mendoza).

Asimismo, el ingreso de zapallos tipo Kabutia y Anquitos al MCBA a partir del 12 de diciembre ha mostrado una buena aceptación gracias a su calidad., siendo que los mismos tuvieron precios variables entre $10000 a $12000/ bolsa de 20 kg cada uno preferentemente de tamaño grande.

 

FORTALECIMIENTO

Ante estos resultados, la delegación provincial del INTA brindó también una serie de pautas para avanzar en la consolidación del mercado de esta cadena. Las bases, de acuerdo a su criterio, son:

- Información y tecnologías de manejo: Implementar nuevas variedades adaptadas a la región, optimizar calendarios de siembra y realizar análisis de suelo y agua.

- Certificaciones de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA): para garantizar calidad y competitividad. Como así también otros sellos de calidad.

- Colaboración entre actores: Productores, instituciones, empresas de servicios y entidades financieras deben trabajar en conjunto para superar los desafíos actuales.

- Planificación estratégica: Diseñar un Plan de Negocios robusto y realizar análisis de costos adaptados a las tecnologías disponibles para cada productor.

Mientras tanto, el INTA local planifica ya la próxima campaña y sostiene el trabajo en innovación, desarrollo, nuevas tecnologías de cultivos frutihortícolas de importancia económica, y analiza probabilidades de mercados. “Este balance nos brinda una base sólida para implementar mejoras que fortalezcan la sostenibilidad y rentabilidad de la cadena frutihortícola en la provincia”, señala.

Finalmente, desde la entidad afirman que la documentación científica de los profesionales especializados está a disposición de los productores para ser consultada y proponer nuevas ideas para trabajar en conjunto y mejorar.

 

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