En la apertura de la jornada de alegatos en el marco del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, habló el fiscal Gustavo García.

El funcionario judicial es uno de los que interviene en el caso, y aseguró que los ocho acusados atacaron «por sorpresa, a traición, sin que tuviera ninguna posibilidad de defenderse» a la víctima y encuadró el delito en la figura de «homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones».
El representante del Ministerio Público Fiscal inició el alegato con la exposición de unas filminas, con las que repasa la prueba presentada a partir de los testimonios de cuatro amigos de Fernando y tres empleados del boliche «Le Brique» de Villa Gesell, para referirse al incidente en el interior del lugar, que consideró «el móvil» que generó que lo mataran afuera.

García, junto al fiscal Juan Manuel Dávila y la querella que representa a los padres de Fernando Báez Sosa, pide las penas para los ocho rugbiers acusados del crimen del joven ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell y el abogado Fernando Burlando también había adelantado que reclamarán perpetua para todos ellos por homicidio agravado por alevosía y por premeditación.

Más argumentos contra los rugbiers
Además de los agravantes, la querella insiste en que hubo coautoría funcional, es decir, que todos contribuyeron a matarlo al joven, tanto aquel que le dio golpes como también quienes le pegaron a los amigos de Fernando para evitar que lo vayan a socorrer. Esa misma lógica adoptó en su requerimiento de elevación a juicio la fiscal Verónica Zamboni.

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