Un joven oriundo de esta localidad emocionó a todos al regresar a su pueblo convertido en médico. Fue recibido con una emotiva celebración popular, cargada de felicidad y afecto.
Los Juríes se inundó de alegría y orgullo. Su cielo se tiñó de humo de colores, aplausos y lágrimas de emoción en un gran festejo colectivo. Después de años de estudio, esfuerzo y distancia, Nahuel Zanello regresó a su tierra como lo soñó: con título en mano y el corazón latiendo fuerte. Culminó sus estudios en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNSE y se convirtió en el primer médico de la zona. Así, fue acogido por el reconocimiento de una comunidad que nunca dejó de acompañarlo.
La ciudad entera salió a darle la bienvenida. Su logro representa un gran regalo para todos aquellos que lo conocen. En forma de distinción y celebración, se realizó una caravana donde hubo carteles, espuma, bocinas y hasta un brindis improvisado. Pero sobre todo, hubo emotividad. Esa que no se puede planear, que nace de lo profundo. Nahuel no es solo un joven que se recibió de médico: es un joven que demostró que se puede, que cuando uno sueña y se esfuerza se llega lejos. Y aún más cuando hay un gran acompañamiento como el que le dio su familia y su ciudad.
Entre los festejos, uno de los momentos más memorables fue cuando se fundió en un abrazo con sus dos abuelas, quienes esperaron este instante con paciencia. Las lágrimas de alegría decían más que cualquier discurso. Eran lágrimas de orgullo, de alivio, de años de espera. De ese amor silencioso que sostuvo, a la distancia, cada paso que dio.
“Su esfuerzo es un espejo para toda nuestra juventud”, dijo el intendente Javier Carabajal, quién lo recibió en su despacho y le entregó un reconocimiento oficial en nombre de la ciudad. Más que un diploma, fue un gesto simbólico: el agradecimiento de una comunidad que ve en Nahuel un ejemplo, una inspiración para las nuevas generaciones del lugar.
Por su parte, Nahuel expresó en redes: “LOS SUEÑOS SE HACEN REALIDAD! Yo lo soñé mucho tiempo y hoy lo estoy viviendo. Ha sido un camino largo, difícil, pero a la vez increíblemente hermoso, y eso es gracias a todas y cada una de las personas que han sido parte de él, gracias totales.” Para finalizar, agradeció puntualmente a sus seres queridos: “Párrafo aparte a mi familia: mamá, papá y hermanas, gracias por pelearla juntos, sin dudas es un logro de todos. ¡SOY MÉDICO!”
Los Juries celebra a Nahuel, no solo por su logro académico, sino por su esfuerzo, su resiliencia, y su entrega. Porque su historia es la de un hijo que se fue para mejorar. De un joven que no olvidó sus raíces, y que busca regresar para aportar y ayudar al lugar que lo vio crecer.